Marcelo cuenta cómo se negó a salir cedido del Real Madrid
El brasileño explicó cómo fue la conversación que tuvo en los despachos del club blanco cuando le pidieron que se marchase prestado.
Jaime Candil
As
Marcelo escribió una larga carta en The Players' Tribune en la que confesó muchas anécdotas de su infancia y de su carrera, como por ejemplo que cuando llegó al Real Madrid no sabía que iba a firmar y ser presentado, sino que creía que acudía a una simple reunión.
Pero el brasileño también pasó un momento malo al final de su primera temporada como jugador blanco y el club le pidió que saliera cedido. Así cuenta cómo se negó.
"Aprendes muy rápido cómo funciona el Real Madrid. Al final de mi primera temporada, el director me llamó a su despacho. Todavía era joven y alocado. llegué con mi gorra de béisbol puesta, esperando tener una pequeña charla. Él me dijo que el club me quería cedido. Entendí lo que intentaban hacer. Querían que cogiera experiencia, pero pensé que esto era el Real y que si me iba tal vez no volviera".
"Él quería que firmara un papel y sólo le pregunté una cosa: 'Si no firmo esto, ¿no tengo que marcharme?'. Él dijo: 'Bueno, así es. Si no firmas te quedarás si el entrenador quiere mantenerte, pero creo que necesitas coger algo de experiencia'. Pensé que tendrían que traer a unos matones para hacerme firmar aquello, así que le dije: 'Cogeré experiencia, déjamelo a mí'. Se lo agradecí y salí por la puerta".
El interés del Sevilla
Cuando cumplí 18, algunos equipos europeos empezaron a acercarse. Escuché que el CSKA y el Sevilla me querían. En aquella época el Sevilla estaba lanzado y tenía muchos brasileños, así que pensé: '¡Eh!, podría estar bien'".
Jugar con sus ídolos
"Al llegar al vestuario ví a Robinho, Cicinho, Baptista, Emerson, Ronaldo y Roberto Carlos. También Casillas, Raúl, Beckham, Cannavaro... El pequeño Marcelito entró ahí como diciendo: '¡Mierda, yo sólo conozco a estos tíos por los videojuegos!'. Podrían haberme comido vivo, pero Roberto Carlos se acercó a mí en mi primer día y me dio su teléfono para lo que necesitara". También contó cómo Roberto Carlos le invitó a pasar sus primeras Navidades en su casa.
Su lema
En la entrevista cuenta también que su abuelo le dijo una vez lo siguiente: "¡Eh, mírame! No tengo ni un dólar en mi bolsillo pero aquí estoy, feliz como un hijo de p...". El jugador, siempre sonriente dentro y fuera del campo, parece llevar esa frase grabada en la cabeza. La carta concluye precisamente con ese lema: "Voy a hacer todo lo posible para poner un trofeo de oro en la vitrina de mi abuelo y si no lo hago, ¿qué puedo decir? Todavía seré Marcelo, feliz como un hijo de p...".
Jaime Candil
As
Marcelo escribió una larga carta en The Players' Tribune en la que confesó muchas anécdotas de su infancia y de su carrera, como por ejemplo que cuando llegó al Real Madrid no sabía que iba a firmar y ser presentado, sino que creía que acudía a una simple reunión.
Pero el brasileño también pasó un momento malo al final de su primera temporada como jugador blanco y el club le pidió que saliera cedido. Así cuenta cómo se negó.
"Aprendes muy rápido cómo funciona el Real Madrid. Al final de mi primera temporada, el director me llamó a su despacho. Todavía era joven y alocado. llegué con mi gorra de béisbol puesta, esperando tener una pequeña charla. Él me dijo que el club me quería cedido. Entendí lo que intentaban hacer. Querían que cogiera experiencia, pero pensé que esto era el Real y que si me iba tal vez no volviera".
"Él quería que firmara un papel y sólo le pregunté una cosa: 'Si no firmo esto, ¿no tengo que marcharme?'. Él dijo: 'Bueno, así es. Si no firmas te quedarás si el entrenador quiere mantenerte, pero creo que necesitas coger algo de experiencia'. Pensé que tendrían que traer a unos matones para hacerme firmar aquello, así que le dije: 'Cogeré experiencia, déjamelo a mí'. Se lo agradecí y salí por la puerta".
El interés del Sevilla
Cuando cumplí 18, algunos equipos europeos empezaron a acercarse. Escuché que el CSKA y el Sevilla me querían. En aquella época el Sevilla estaba lanzado y tenía muchos brasileños, así que pensé: '¡Eh!, podría estar bien'".
Jugar con sus ídolos
"Al llegar al vestuario ví a Robinho, Cicinho, Baptista, Emerson, Ronaldo y Roberto Carlos. También Casillas, Raúl, Beckham, Cannavaro... El pequeño Marcelito entró ahí como diciendo: '¡Mierda, yo sólo conozco a estos tíos por los videojuegos!'. Podrían haberme comido vivo, pero Roberto Carlos se acercó a mí en mi primer día y me dio su teléfono para lo que necesitara". También contó cómo Roberto Carlos le invitó a pasar sus primeras Navidades en su casa.
Su lema
En la entrevista cuenta también que su abuelo le dijo una vez lo siguiente: "¡Eh, mírame! No tengo ni un dólar en mi bolsillo pero aquí estoy, feliz como un hijo de p...". El jugador, siempre sonriente dentro y fuera del campo, parece llevar esa frase grabada en la cabeza. La carta concluye precisamente con ese lema: "Voy a hacer todo lo posible para poner un trofeo de oro en la vitrina de mi abuelo y si no lo hago, ¿qué puedo decir? Todavía seré Marcelo, feliz como un hijo de p...".