Las 5 decisiones más valientes de Zidane desde su llegada
El francés se ha revelado como un técnico calmado, optimista y valiente en la toma de decisiones. La apuesta por Borja Mayoral en Anoeta es un ejemplo. Pero no el único...
Sergio Gómez
As
Zinedine Zidane se ha revelado como un técnico calmado (capea cualquier temporal con mesura y sonrisas), optimista (“Esto va a salir bien”, dijo en su presentación) y valiente en la toma de decisiones. La última demostración de osadía la tuvo el domingo en Anoeta. Ante las bajas de Cristiano, por sanción, y Benzema, por lesión, sorprendió dándole la titularidad a Borja Mayoral (20 años), que hasta ese momento no había contado para él (sólo había disputado 14 minutos), y la fórmula resultó a un acierto. Como anteriormente sorprendió con su política de rotaciones extrema o con lograr lo que ningún entrenador había conseguido antes: hacer descansar a Cristiano Ronaldo. A continuación, exponemos todas las decisiones valientes que ha tomado Zidane desde que se convirtió en entrenador del Real Madrid, en enero de 2016…
1. Sentar a James
A Zidane no le tembló el pulso para sentar a James Rodríguez, al que Florentino Pérez fichó en el verano de 2014 por 80 millones de euros, en busca del equilibrio del equipo. Ese equilibrio lo encontró con el pujante Casemiro. Curiosamente, antes de que llegar el francés al banquillo, Benítez también señaló a James (e Isco) en favor del brasileño y eso no gustó al presidente madridista. Pero en el día clave, ante el Barça en el Bernabéu, se traicionó quitando del once al brasileño y haciendo una concesión al palco metiendo a Danilo, James, un Benzema que estaba en horas bajas…: el resultado fue 0-4 y gritos de “Florentino, dimisión”, algo que ya le dejó tocado.
Pero Zidane no cedió a presiones y una vez que encontró su once tipo tras una derrota ante el Atlético 0-1, con Casemiro en el dique, no le pesó el precio del colombiano. Desde entonces, el brasileño ha sido un fijo en el medio campo, un pilar en los siete títulos que ha conquistado el entrenador marsellés en año y medio en el banquillo, mientras que el colombiano ha acabado cedido dos años en el Bayern (con una opción de compra unilateral del club alemán para comprarlo), víctima de los privilegios de Bale, de sí mismo y del empuje de Isco.
2. No vender a Isco y quedarse con Asensio
Zidane lo recalcó en junio del año pasado cuando muchos clubes europeos intentaban pescar en río revuelto: “Isco no se irá del Madrid, es jugador nuestro”. El club no quería vender a James (80 millones de euros) y puso al malagueño en el mercado, pero el técnico contaba con él y así lo dejó claro en la zona noble. El Tottenham presionó hasta el último día del mercado, pero al final se hizo lo que deseaban el francés y el jugador. Isco se quedó en la plantilla, acabó siendo uno de los sostenes del equipo con exhibiciones de museo (clave en la Liga, la Duodécima, la Supercopa de Europa y la Supercopa de España) y acaba de renovar hasta 2022.
Zizou también fue el que hizo fuerza para que el Madrid no escuchara ninguna oferta de cesión por Marco Asensio. Consideraba que ya estaba preparado para ser importante con la camiseta madridista y volvió a ser escuchado. “Si se queda sabe lo que tendrá”, declaró Zidane antes de cerrarse el mercado. Tras un inicio de temporada con menos oportunidades de las que el jugador quería, Asensio se convirtió en pieza importante del equipo (el técnico no dudó en dejar fuera de la lista a jugadores como James o Lucas para dar entrada al balear). Asensio, que acabó la 2016-17 con 10 goles en 1.918’, le ha respondido con goles importantes (final de Champions, Supercopa de España, duelo ante el Valencia…) y actuaciones brillantes. Este año ha ganado peso en el equipo y ante la Real Sociedad volvió a ser clave en el juego del Madrid.
3. Convencer a Cristiano para descansar
Uno de los grandes logros de Zidane fue convencer a Cristiano Ronaldo, que el pasado mes de febrero cumplió 32 años, de que no es necesario que juegue todos los minutos de todos los partidos posibles. De que lo clave es dosificar esfuerzos para estar bien físicamente al final de campaña, tramo donde el portugués ha llegado ‘tocado’ los últimos años. El jugador aceptó el plan de Zizou, y los resultados acabaron por darle la razón. El nuevo Cristiano hecho a la medida del francés, vive más cerca del área y acabó el pasado año en plenitud física. El ‘7’ no lo esconde: “Ha sido cosa mía y de Zidane. El equipo está fresco…”. Finalizó la temporada jugando un 75% de los minutos posibles, el porcentaje más bajo desde que llegó al Madrid (excepto la primera campaña que tuvo una grave lesión de tobillo), y esa frescura fue fundamental en la consecución de la Liga y de la Champions.
4. Plan de rotaciones
“Para ganar una Liga o una Champions todos son importantes. Cuento con todos”, repite Zidane como un mantra. La pasada temporada y esta. El suyo no ha sido un brindis al sol. Desde pasada pretemporada se impuso una política de rotaciones que ha llevado a cabo hasta el extremo. En partidos como el de Riazor, de Los Cármenes o de Butarque, con el Madrid jugándose sus opciones para ganar LaLiga, metió hasta nueve cambios con respecto al anterior encuentro (incluyendo a la portería). Un ‘método’ que nunca antes se había visto, que ‘enchufó’ a los 24 jugadores de la plantilla y al que ha dado continuidad en esta temporada (Levante). “Tuve un entrenador hace tiempo, cuyo nombre no voy a decir, que pensaba que con el once bastaba, pero yo no pienso eso”, ha argumentado en varias ocasiones Zidane. Y lo está llevando a la práctica.
5. La sorpresa de Borja Mayoral
Ante la baja de Benzema por lesión y de Cristiano por sanción, Zidane tomó una decisión valiente que resultó ser un acierto: la titularidad de Borja Mayoral, jugador que hasta Anoeta había jugado sólo 14 minutos de 540 posibles (el 2,5%). Contra el Levante estuvo en la grada y cuando Karim se lesionó, la solución de Zidane tiró de Bale para que se desempeñara de ‘9’, posición que no es suya. Pero el técnico apostó en una gran plaza por el canterano, de sólo 20 años, y respondió a la confianza del entrenador tirando del Madrid con una actuación de campanillas. Mayoral percutió, peleó, buscó el gol con ahínco, ejerció de ‘9’. Un puesto necesario en este Madrid que hilvana de maravilla por detrás con Modric, Asensio e Isco. El de Parla acabó felicitado por todos sus compañeros, conscientes del espaldarazo que supuso para el delantero, que a su vez, aplacó el debate del ‘nueve’ y mostró a su técnico que puede contar con él como contó con Morata la pasada temporada.
Sergio Gómez
As
Zinedine Zidane se ha revelado como un técnico calmado (capea cualquier temporal con mesura y sonrisas), optimista (“Esto va a salir bien”, dijo en su presentación) y valiente en la toma de decisiones. La última demostración de osadía la tuvo el domingo en Anoeta. Ante las bajas de Cristiano, por sanción, y Benzema, por lesión, sorprendió dándole la titularidad a Borja Mayoral (20 años), que hasta ese momento no había contado para él (sólo había disputado 14 minutos), y la fórmula resultó a un acierto. Como anteriormente sorprendió con su política de rotaciones extrema o con lograr lo que ningún entrenador había conseguido antes: hacer descansar a Cristiano Ronaldo. A continuación, exponemos todas las decisiones valientes que ha tomado Zidane desde que se convirtió en entrenador del Real Madrid, en enero de 2016…
1. Sentar a James
A Zidane no le tembló el pulso para sentar a James Rodríguez, al que Florentino Pérez fichó en el verano de 2014 por 80 millones de euros, en busca del equilibrio del equipo. Ese equilibrio lo encontró con el pujante Casemiro. Curiosamente, antes de que llegar el francés al banquillo, Benítez también señaló a James (e Isco) en favor del brasileño y eso no gustó al presidente madridista. Pero en el día clave, ante el Barça en el Bernabéu, se traicionó quitando del once al brasileño y haciendo una concesión al palco metiendo a Danilo, James, un Benzema que estaba en horas bajas…: el resultado fue 0-4 y gritos de “Florentino, dimisión”, algo que ya le dejó tocado.
Pero Zidane no cedió a presiones y una vez que encontró su once tipo tras una derrota ante el Atlético 0-1, con Casemiro en el dique, no le pesó el precio del colombiano. Desde entonces, el brasileño ha sido un fijo en el medio campo, un pilar en los siete títulos que ha conquistado el entrenador marsellés en año y medio en el banquillo, mientras que el colombiano ha acabado cedido dos años en el Bayern (con una opción de compra unilateral del club alemán para comprarlo), víctima de los privilegios de Bale, de sí mismo y del empuje de Isco.
2. No vender a Isco y quedarse con Asensio
Zidane lo recalcó en junio del año pasado cuando muchos clubes europeos intentaban pescar en río revuelto: “Isco no se irá del Madrid, es jugador nuestro”. El club no quería vender a James (80 millones de euros) y puso al malagueño en el mercado, pero el técnico contaba con él y así lo dejó claro en la zona noble. El Tottenham presionó hasta el último día del mercado, pero al final se hizo lo que deseaban el francés y el jugador. Isco se quedó en la plantilla, acabó siendo uno de los sostenes del equipo con exhibiciones de museo (clave en la Liga, la Duodécima, la Supercopa de Europa y la Supercopa de España) y acaba de renovar hasta 2022.
Zizou también fue el que hizo fuerza para que el Madrid no escuchara ninguna oferta de cesión por Marco Asensio. Consideraba que ya estaba preparado para ser importante con la camiseta madridista y volvió a ser escuchado. “Si se queda sabe lo que tendrá”, declaró Zidane antes de cerrarse el mercado. Tras un inicio de temporada con menos oportunidades de las que el jugador quería, Asensio se convirtió en pieza importante del equipo (el técnico no dudó en dejar fuera de la lista a jugadores como James o Lucas para dar entrada al balear). Asensio, que acabó la 2016-17 con 10 goles en 1.918’, le ha respondido con goles importantes (final de Champions, Supercopa de España, duelo ante el Valencia…) y actuaciones brillantes. Este año ha ganado peso en el equipo y ante la Real Sociedad volvió a ser clave en el juego del Madrid.
3. Convencer a Cristiano para descansar
Uno de los grandes logros de Zidane fue convencer a Cristiano Ronaldo, que el pasado mes de febrero cumplió 32 años, de que no es necesario que juegue todos los minutos de todos los partidos posibles. De que lo clave es dosificar esfuerzos para estar bien físicamente al final de campaña, tramo donde el portugués ha llegado ‘tocado’ los últimos años. El jugador aceptó el plan de Zizou, y los resultados acabaron por darle la razón. El nuevo Cristiano hecho a la medida del francés, vive más cerca del área y acabó el pasado año en plenitud física. El ‘7’ no lo esconde: “Ha sido cosa mía y de Zidane. El equipo está fresco…”. Finalizó la temporada jugando un 75% de los minutos posibles, el porcentaje más bajo desde que llegó al Madrid (excepto la primera campaña que tuvo una grave lesión de tobillo), y esa frescura fue fundamental en la consecución de la Liga y de la Champions.
4. Plan de rotaciones
“Para ganar una Liga o una Champions todos son importantes. Cuento con todos”, repite Zidane como un mantra. La pasada temporada y esta. El suyo no ha sido un brindis al sol. Desde pasada pretemporada se impuso una política de rotaciones que ha llevado a cabo hasta el extremo. En partidos como el de Riazor, de Los Cármenes o de Butarque, con el Madrid jugándose sus opciones para ganar LaLiga, metió hasta nueve cambios con respecto al anterior encuentro (incluyendo a la portería). Un ‘método’ que nunca antes se había visto, que ‘enchufó’ a los 24 jugadores de la plantilla y al que ha dado continuidad en esta temporada (Levante). “Tuve un entrenador hace tiempo, cuyo nombre no voy a decir, que pensaba que con el once bastaba, pero yo no pienso eso”, ha argumentado en varias ocasiones Zidane. Y lo está llevando a la práctica.
5. La sorpresa de Borja Mayoral
Ante la baja de Benzema por lesión y de Cristiano por sanción, Zidane tomó una decisión valiente que resultó ser un acierto: la titularidad de Borja Mayoral, jugador que hasta Anoeta había jugado sólo 14 minutos de 540 posibles (el 2,5%). Contra el Levante estuvo en la grada y cuando Karim se lesionó, la solución de Zidane tiró de Bale para que se desempeñara de ‘9’, posición que no es suya. Pero el técnico apostó en una gran plaza por el canterano, de sólo 20 años, y respondió a la confianza del entrenador tirando del Madrid con una actuación de campanillas. Mayoral percutió, peleó, buscó el gol con ahínco, ejerció de ‘9’. Un puesto necesario en este Madrid que hilvana de maravilla por detrás con Modric, Asensio e Isco. El de Parla acabó felicitado por todos sus compañeros, conscientes del espaldarazo que supuso para el delantero, que a su vez, aplacó el debate del ‘nueve’ y mostró a su técnico que puede contar con él como contó con Morata la pasada temporada.