La pizarra da tres puntos

Paulinho, uno de los fichajes más discutidos del Barça (40 millones), salió en el 76' y remontó en el 84'. Gaku había adelantado al Getafe y Denis hizo el empate.


Santi Giménez
As
El Barça se despertará el domingo a siete puntos del Real Madrid después de superar una prueba complicadísima ante un Getafe que le puso el partido en japonés tras el golazo de Gaku Shibasaki en el primer tiempo, pero que Valverde corrigió con sus cambios en la segunda parte. Denis Suárez y Paulinho, los dos cambios que introdujo el entrenador en el segundo tiempo fueron los autores de los goles que permitieron al conjunto blaugrana seguir sumando. Cuatro partidos, cuatro victorias tras un día complicado en la oficina.


Quiso Valverde seguir apostando por los mismos de siempre y no arriesgar de entrada con rotaciones. Únicamente Semedo se quedó en el banquillo respecto al partido del martes ante la Juventus, pero el técnico blaugrana pinchó en hueso. De salida, el Barcelona fue un equipo lento, pesado y cansino. En defensa hizo aguas por culpa de un Piqué dubitativo y un Jordi Alba tímido. El centro del campo jugaba en cámara lenta y en la delantera nadie desbordaba. Por contra, el Getafe era un torrente desbordado. Los de Bordalás ganaban todos los balones divididos y llegaban con peligro ante la portería de Ter Stegen gracias a un Jorge Molina que fue de más a menos.


Para aumentar el caos en un Barça que se encallaba en un césped indigno de primera división (alto como el jardín de Tarzán y seco como el desierto del Sahara) Dembélé se lesionó en los isquiotibiles a los 24 minutos de partido viéndose obligado a dejar su puesto a Deulofeu.

No mejoró el Barça con el cambio y el Getafe dominaba en todas las zonas del campo en una primera parte en la que obtuvo un merecido premio con el golazo de Shibasaki, que empaló una volea estupenda desde fuera del área que supuso el primer tanto que encaja Ter Stegen en toda la Liga. Las noticia del Barça en ataque fueron inexistentes hasta que en el descuento del primer tiempo Messi lanzó una falta a la cruceta de la portería local que Guaita rechazó haciendo una de las paradas de la jornada.

En la segunda parte, Valverde arriesgó retirando a Iniesta del campo y dando galones a un Denis que jugó sus mejores minutos desde que llegó al Barcelona. El conjunto blaugrana salió en el segundo acto muy metido en el partido, presionando y metiendo miedo al equipo local.

Deulofeu, con más ánimo que acierto, lo intentaba una y otra vez por su banda ayudado por un Sergi Roberto descomunal. De ellos salió la jugada que Denis convirtió en el empate tras un control de jugador de fútbol sala.

Con el empate a uno, el conjunto de Bordalás no le perdió la cara al partido y trató de adelantarse. Vivió el conjunto local al límite en un supuesto penalti de Djené a Suárez que el árbitro no señaló y apretando a Ter Stegen, que envió al poste y a córner una internada de Arambarri.

De lo que podía haber supuesto el 2-1 se pasó al 1-2 en un decir Jesús tras un contragolpe del Barcelona que culminó Paulinho, que había entrado en el campo diez minutos antes y que destrozó la red de Guaita tras aguantar la carga de un defensa del Getafe y marcó el tanto de una victoria importantísima para un Barça que ha aprendido a ganar desde la pizarra y que le mete mucha presión a un Real Madrid que hoy saldrá a Anoeta a siete puntos de un equipo que ha iniciado la Liga concentrado y exigiendo a sus rivales. La pizarra, funciona.

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