La Casa Blanca pide la destitución de una periodista por llamar a Trump “supremacista blanco”

El canal deportivo ESPN ya ha aceptado las disculpas de su presentadora estrella, Jemele Hill, y no planea despedirla

Nicolás Alonso
Washington, El País
La Casa Blanca sugirió este viernes, por segunda vez en tres días, que ESPN, el principal canal de deportes estadounidense, debería destituir a su presentadora estrella Jemele Hill por haber calificado a Donald Trump de “supremacista blanco”. El presidente también criticó a la cadena por Twitter y le instó a disculparse por “mentir”.


En una hilera de tuits el pasado lunes, la periodista afroamericana también describió al republicano como “una amenaza” y “el presidente más ofensivo e ignorante de su vida”. Después de los mensajes, Hill recalcó que eran sus opiniones personales y no las de su empresa. ESPN también emitió un comunicado explicando que Hill entendía que su mensaje había “cruzado la raya”. “Aceptamos su disculpa”, concluía el texto. La periodista no fue destituida ni sufrió otro tipo de reprimenda.

El miércoles, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, opinó que los comentarios suponían una ofensa castigable con un despido. Y este viernes lo volvió a repetir. “Es uno de los comentarios más alucinantes que he escuchado y ESPN debería obligar a sus periodistas a mantener un estándar justo”, afirmó.

Tras las primeras críticas de Sanders, ESPN trató de evitar que Hill participara el miércoles en el programa que presenta a las 6 de la tarde. Según The Washington Post, otros dos presentadores rechazaron ocupar la plaza de la mujer, que también se negaba a dejar su puesto esa tarde. Tanto el miércoles como el jueves, Hill presentó su programa con su colega Michael Smith.

Las palabras de Hill llegan semanas después de los disturbios protagonizados por supremacistas blancos en Charlottesville (Virginia) y que se saldaron con la muerte de una mujer. Los incidentes, que consternaron al país, demostraron el auge de los grupos neonazis, muchos de los cuales alegan verse empoderados por el ascenso de Trump. Tras esos ataques, el presidente se mostró suave en su rechazo a la violencia y no condenó con dureza la responsabilidad de tales grupos. Esta reacción desató las críticas entre los sectores progresistas y entre muchos políticos de Washington.

Asociaciones de periodistas y otros activistas han defendido la libertad de expresión de Hill. En el pasado, otros periodistas han insultado o criticado a Trump sin recibir ningún tipo de respuesta por parte del Ejecutivo. Pero la crítica de la Casa Blanca, que ya han expresado conservadores en el pasado, radica en la supuesta cultura progresista que predomina en el canal deportivo. Experiodistas de ESPN han dicho, en el pasado, que el motivo de su despido fueron, entre otros motivos, sus opiniones políticas conservadoras. Sanders, en sus comentarios de hoy, se refirió a esas polémicas diciendo que debería haber “coherencia” en el trato a los empleados.

Otros periodistas sí han perdido su trabajo por criticar tan abiertamente a Trump. En junio, CNN destituyó a Kathy Griffin, otra profesional de la televisión estadounidense, por colgar un vídeo en Twitter en que se le veía con la cabeza decapitada de Trump.

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