Juez admite la denuncia de Zapata contra el Obispo de El Alto por FCC
La Paz, Erbol
El Juzgado Segundo de Partido y Sentencia en lo Penal de la ciudad de El Alto, admitió la querella interpuesta por el exdiputado Alejandro Zapata, en contra del Obispo de la Diócesis de El Alto, Eugenio Scarpellini, por tres tipos penales, en su disputa por retomar el control de la Fundación Cuerpo de Cristo (FCC), una obra del fallecido sacerdote alemán Sebastián Obermaier.
Según la Resolución Nº 117/2017 de fecha 14 de septiembre, el juez emite el Auto de Admisión, luego que el querellante Zapata subsanara algunas observaciones en la acusación particular que también alcanza a Pavel Padilla Caisari y Rodolfo Rojas Choque, miembros del directorio de la Fundación que controla, entre otros, el Canal Virgen de Copacabana.
De conformidad al Código de Procedimiento Penal, Zapata ofrece “elementos de prueba” sobre los supuestos delitos de Falsedad Material, Uso de Instrumento Falsificado y Asociación Delictuosa, en contra de las tres personas y otros que serían miembros del directorio de la Fundación, a quienes acusan de fraguar documentos para expulsarlo de la entidad.
El denunciante argumenta ser fundador de Cuerpo de Cristo y que los denunciados habrían manipulado para beneficio propio, un documento que Obermaier dictó y firmó antes de morir, donde en su calidad de presidente vitalicio de la Fundación, separa a Alejandro Zapata por haber incursionado en actividad política, ignorando los estatutos internos que prohibía esa situación.
Zapata fue diputado Uninominal (2002-2005) por Nueva Fuerza Republicana NFR de Manfred Reyes Villa, actualmente prófugo de la justicia por varios casos de corrupción, y entre 2005 y 2008 fue Secretario General, cuando el prefecto de La Paz era, José Luis Paredes, también prófugo de la justicia.
En enero de este año, el expolítico buscó ser presidente vitalicio de la Fundación que administra bienes de la Iglesia Católica y aportes que llegan del extranjero, sobre todo de Alemania, sin contar con los diezmos que fieles católicos aportan, cuando asisten a las más de 60 iglesias que construyó el padre Obermaier.
El Juzgado Segundo de Partido y Sentencia en lo Penal de la ciudad de El Alto, admitió la querella interpuesta por el exdiputado Alejandro Zapata, en contra del Obispo de la Diócesis de El Alto, Eugenio Scarpellini, por tres tipos penales, en su disputa por retomar el control de la Fundación Cuerpo de Cristo (FCC), una obra del fallecido sacerdote alemán Sebastián Obermaier.
Según la Resolución Nº 117/2017 de fecha 14 de septiembre, el juez emite el Auto de Admisión, luego que el querellante Zapata subsanara algunas observaciones en la acusación particular que también alcanza a Pavel Padilla Caisari y Rodolfo Rojas Choque, miembros del directorio de la Fundación que controla, entre otros, el Canal Virgen de Copacabana.
De conformidad al Código de Procedimiento Penal, Zapata ofrece “elementos de prueba” sobre los supuestos delitos de Falsedad Material, Uso de Instrumento Falsificado y Asociación Delictuosa, en contra de las tres personas y otros que serían miembros del directorio de la Fundación, a quienes acusan de fraguar documentos para expulsarlo de la entidad.
El denunciante argumenta ser fundador de Cuerpo de Cristo y que los denunciados habrían manipulado para beneficio propio, un documento que Obermaier dictó y firmó antes de morir, donde en su calidad de presidente vitalicio de la Fundación, separa a Alejandro Zapata por haber incursionado en actividad política, ignorando los estatutos internos que prohibía esa situación.
Zapata fue diputado Uninominal (2002-2005) por Nueva Fuerza Republicana NFR de Manfred Reyes Villa, actualmente prófugo de la justicia por varios casos de corrupción, y entre 2005 y 2008 fue Secretario General, cuando el prefecto de La Paz era, José Luis Paredes, también prófugo de la justicia.
En enero de este año, el expolítico buscó ser presidente vitalicio de la Fundación que administra bienes de la Iglesia Católica y aportes que llegan del extranjero, sobre todo de Alemania, sin contar con los diezmos que fieles católicos aportan, cuando asisten a las más de 60 iglesias que construyó el padre Obermaier.