Higuaín desatasca a la Juve
El argentino fue suplente pero entró a la hora de juego. Tardó nueve minutos en romper el empate inicial y fue decisivo. Mandzukic sentenció el partido.
Mirko Calemme
As
La Juventus olvidó la derrota con el Barcelona derrotando 2-0 al Olympiacos en el Allianz Stadium tras un partido que los griegos, durante 70 minutos, hicieron muy complicado. Las primeras sorpresas llegaron desde el once inicial bianconero: Allegri, por segunda vez consecutiva, dejó en el banquillo a Higuaín y tuvo que renunciar a Pjanic, que se lesionó en el calentamiento y fue sustituido por Bentancur. La Vecchia Signora controló el partido en la primera parte, pero los de Lemonis cerraron bien los espacios y también supieron crear peligro. Los italianos se toparon varias veces con Proto y, antes del descanso, con el palo, golpeado tras un centro de Alex Sandro desviado por Engels.
Allegri, en la reanudación, decidió aumentar la fuerza ofensiva de los suyos sacando a Higuaín, que fue decisivo: el Pipita, en el 69', recibió un gran centro del mismo Alex Sandro y, en el segundo intento (en el primero golpeó a Nikolaou), firmó el 1-0 decisivo. El exmadridista, con su rabiosa celebración, se sacó de encima el peso de las polémicas de las últimas semanas sobre su arranque de curso, en el que, con este, marcó apenas tres goles.
El argentino, además, comenzó la jugada del 2-0. Su pase llegó a Dybala, que con una suave vaselina superó a Proto; el defensa Engels rechazó a un paso de la línea de gol, pero encontró el cuerpo de Mandžukic, que empujó el balón entre palos rematando la faena. Un triunfo que, para los de Turín, vale el segundo puesto de la liguilla con los mismos puntos del Sporting, rival de las próximas dos jornadas. Y, obviamente, supone el regreso de Higuaín, hombre del partido y arma fundamental para la delantera de Allegri.
Mirko Calemme
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La Juventus olvidó la derrota con el Barcelona derrotando 2-0 al Olympiacos en el Allianz Stadium tras un partido que los griegos, durante 70 minutos, hicieron muy complicado. Las primeras sorpresas llegaron desde el once inicial bianconero: Allegri, por segunda vez consecutiva, dejó en el banquillo a Higuaín y tuvo que renunciar a Pjanic, que se lesionó en el calentamiento y fue sustituido por Bentancur. La Vecchia Signora controló el partido en la primera parte, pero los de Lemonis cerraron bien los espacios y también supieron crear peligro. Los italianos se toparon varias veces con Proto y, antes del descanso, con el palo, golpeado tras un centro de Alex Sandro desviado por Engels.
Allegri, en la reanudación, decidió aumentar la fuerza ofensiva de los suyos sacando a Higuaín, que fue decisivo: el Pipita, en el 69', recibió un gran centro del mismo Alex Sandro y, en el segundo intento (en el primero golpeó a Nikolaou), firmó el 1-0 decisivo. El exmadridista, con su rabiosa celebración, se sacó de encima el peso de las polémicas de las últimas semanas sobre su arranque de curso, en el que, con este, marcó apenas tres goles.
El argentino, además, comenzó la jugada del 2-0. Su pase llegó a Dybala, que con una suave vaselina superó a Proto; el defensa Engels rechazó a un paso de la línea de gol, pero encontró el cuerpo de Mandžukic, que empujó el balón entre palos rematando la faena. Un triunfo que, para los de Turín, vale el segundo puesto de la liguilla con los mismos puntos del Sporting, rival de las próximas dos jornadas. Y, obviamente, supone el regreso de Higuaín, hombre del partido y arma fundamental para la delantera de Allegri.