F1 / Pole para Vettel con Mercedes lejos y Alonso, octavo
El alemán le arrebató el mejor tiempo a Verstappen y Hamilton solo pudo ser quinto. Los dos españoles en Q3: Fernando 8º y Sainz 10º.
Manuel Franco
As
Desde el jacuzzi de la derecha, el tercero según sales de la piscina infinita, a 250 metros de altura, Jessica ve los coches como puntos de colores. Ha venido desde Madrid para ver a Carlos Sainz, sobre todo. "Aunque también a Alonso, aquí lo van a hacer bien", decía en la previa esta aficionada. "Bueno en realidad que les vaya bien a todos, es un espectáculo", cuenta. No tiene claro si es la F1 o Singapur la excusa para disfrutar de este deporte o de una ciudad única. En la plataforma de 350 metros en el piso 55 del Marina Bay Sands la gente grita cuando pasan los coches, algunos usan prismáticos, otros creen ver con sus ojos. Son felices mientras otros se juegan la vida entre los muros de la noche de Singapur. En cuanto a los españoles, era el sitio, es el sitio para brillar. Y lo intentaron en la sesión clasificatoria.
En la Q1 llegó el espejismo, esa realidad de mentira que ponía a Fernando Alonso tercero y Sainz cuarto, solo por detrás de los dos Red Bull que mandaban en ese momento. Ferrari y Mercedes, tranquilos, por detrás. En la segunda parte de la sesión el asturiano se la jugaba. Salió demasiado pronto, un error cuando la pista estaba mejorando, pero no había tenido una buena vuelta en su primer intento y tenía que arriesgar. El coche se movía, a un lado, a otro, derrapaba en algunas curvas, nada fácil. Octavo en ese momento. Complicado. Su compañero Vandoorne era sexto. Carlos se ponía décimo. Ambos en alambre, intentando encontrar el equilibrio. Pero por detrás ni Palmer, ni Grosjean, ni Kyvat o Perez los mejoran. Pasan a la Q3. Por poco. Pero están. Arriba, otra vez, Verstappen y Ricciardo, después Raikkonen, Vettel, Hamilton y Vandoorne. Junto a Hulkenberg, Bottas y los dos españoles se jugarían la pole.
Llegaba el momento, el instante de volar en una vuelta nocturna, de salir de caza. Alonso decía por radio que había mucho más por venir, una manera más de decir esa frase tan suya de 'lo mejor está por venir'. Sainz ya había mandando otro mensaje, a Renault por ejemplo. 'No os equivocáis', grita sin decir nada el madrileño. Los diez mejores se la juegan. Veremos.
Primer intento. Alonso, con goma vieja, se pone primero con medio segundo sobre Vandoorne. Aun quedan los coches más rápidos. Antes del último intento es séptimo con Sainz décimo. Primero Vettel, seguido por Verstappen y Ricciardo. Hamilton y Bottas, quinto y sexto.
El Ferrari tiene el mejor coche aquí y el alemán lo debe aprovechar, es su oportunidad de salir en cabeza, ganar la carrera y meter puntos a Hamilton antes de que lleguen otros circuitos más favorables a los coches de la estrella. Cuando soñábamos con un Alonso solo por detrás de los extraterrestres, aparece Hulkenberg con el Renault. Y el asturiano es octavo. Solo eso.
Por arriba, como era de esperar, Vettel no perdona. Pole para el alemán. Ferrari. Otra vez. Tercera del año. Hamilton saldrá quinto. Por detrás del tetracampeón, enloquecido en la radio, Verstappen y Ricciardo. A los nuevos chicos energéticos aún les queda vida para igualar al que ganó cuatro títulos vestido de azul. Vettel otra vez. Otra decepción española. ¿Llegarán tiempos mejores? ¿Quien sabe? Mientras todo eso sucede, Jessica vuelva a su jacuzzi en el cielo…
Manuel Franco
As
Desde el jacuzzi de la derecha, el tercero según sales de la piscina infinita, a 250 metros de altura, Jessica ve los coches como puntos de colores. Ha venido desde Madrid para ver a Carlos Sainz, sobre todo. "Aunque también a Alonso, aquí lo van a hacer bien", decía en la previa esta aficionada. "Bueno en realidad que les vaya bien a todos, es un espectáculo", cuenta. No tiene claro si es la F1 o Singapur la excusa para disfrutar de este deporte o de una ciudad única. En la plataforma de 350 metros en el piso 55 del Marina Bay Sands la gente grita cuando pasan los coches, algunos usan prismáticos, otros creen ver con sus ojos. Son felices mientras otros se juegan la vida entre los muros de la noche de Singapur. En cuanto a los españoles, era el sitio, es el sitio para brillar. Y lo intentaron en la sesión clasificatoria.
En la Q1 llegó el espejismo, esa realidad de mentira que ponía a Fernando Alonso tercero y Sainz cuarto, solo por detrás de los dos Red Bull que mandaban en ese momento. Ferrari y Mercedes, tranquilos, por detrás. En la segunda parte de la sesión el asturiano se la jugaba. Salió demasiado pronto, un error cuando la pista estaba mejorando, pero no había tenido una buena vuelta en su primer intento y tenía que arriesgar. El coche se movía, a un lado, a otro, derrapaba en algunas curvas, nada fácil. Octavo en ese momento. Complicado. Su compañero Vandoorne era sexto. Carlos se ponía décimo. Ambos en alambre, intentando encontrar el equilibrio. Pero por detrás ni Palmer, ni Grosjean, ni Kyvat o Perez los mejoran. Pasan a la Q3. Por poco. Pero están. Arriba, otra vez, Verstappen y Ricciardo, después Raikkonen, Vettel, Hamilton y Vandoorne. Junto a Hulkenberg, Bottas y los dos españoles se jugarían la pole.
Llegaba el momento, el instante de volar en una vuelta nocturna, de salir de caza. Alonso decía por radio que había mucho más por venir, una manera más de decir esa frase tan suya de 'lo mejor está por venir'. Sainz ya había mandando otro mensaje, a Renault por ejemplo. 'No os equivocáis', grita sin decir nada el madrileño. Los diez mejores se la juegan. Veremos.
Primer intento. Alonso, con goma vieja, se pone primero con medio segundo sobre Vandoorne. Aun quedan los coches más rápidos. Antes del último intento es séptimo con Sainz décimo. Primero Vettel, seguido por Verstappen y Ricciardo. Hamilton y Bottas, quinto y sexto.
El Ferrari tiene el mejor coche aquí y el alemán lo debe aprovechar, es su oportunidad de salir en cabeza, ganar la carrera y meter puntos a Hamilton antes de que lleguen otros circuitos más favorables a los coches de la estrella. Cuando soñábamos con un Alonso solo por detrás de los extraterrestres, aparece Hulkenberg con el Renault. Y el asturiano es octavo. Solo eso.
Por arriba, como era de esperar, Vettel no perdona. Pole para el alemán. Ferrari. Otra vez. Tercera del año. Hamilton saldrá quinto. Por detrás del tetracampeón, enloquecido en la radio, Verstappen y Ricciardo. A los nuevos chicos energéticos aún les queda vida para igualar al que ganó cuatro títulos vestido de azul. Vettel otra vez. Otra decepción española. ¿Llegarán tiempos mejores? ¿Quien sabe? Mientras todo eso sucede, Jessica vuelva a su jacuzzi en el cielo…