Esperando a Bale en un Anoeta que vive en el paraíso
España, AS
El galés, que siempre ha marcado en San Sebastián, y Asensio, ataque de un Madrid mermado. Januzaj reemplaza a Oyarzabal. La Real, cuatro victorias en cuatro partidos.
Cuarta jornada y primer drama para el Madrid, al que ha comenzado a enmarañársele la Liga desde la casilla de salida. Será la última tarde sin Cristiano y en casa del hasta ayer colíder, la Real, que lo ha ganado todo en el inicio de curso y que aventaja ya en cuatro puntos al equipo de Zidane. Un compromiso mayúsculo para un equipo muy recortado en todas sus líneas.
La baja de Cristiano se ha convertido en habitual en Anoeta, estadio que no ha pisado, por lesión o precaución, en las últimas cinco temporadas. Aun así, en los ocho partidos que jugó ante la Real marcó doce goles. Y ante el APOEL mostró que anda certero y hambriento. Su ausencia se agrava por la lesión de Benzema y el derrumbe de Bale, que sólo ha marcado un tanto esta temporada y ha perdido el favor del Bernabéu. Hoy será la referencia ofensiva del equipo sin la presión de su público y en un estadio en el que marcó siempre (cinco goles en cuatro partidos). Para partidos así le trajo Florentino, que todavía le espera.
Con él formará pareja Asensio. Hace un año asombró con un gol magnífico en Anoeta, aprovechando la convalecencia de Cristiano. Luego tuvo un papel menos relevante: sólo jugó un tercio de los minutos en la temporada. En esta ha subido varios escalones. Suma el 50% de los minutos y anota un gol cada 79’. Será el segundo punta. Como falso nueve ya le empleó Lopetegui ante Italia. Por ahí, y tras la marcha de Morata, se le abre otro hueco. El resto del equipo también quedará muy remendado: Theo relevará al sancionado Marcelo, Lucas Vázquez a Kroos, baja de última hora, y Varane podrá debutar en la Liga.
Una Real eufórica
La Real, que sólo le ha ganado al Madrid una vez en los últimos diez años, está en máximos. El jueves volvió a Europa 1.114 días después y con Eusebio ha ampliado horizontes. “Estamos emprendiendo el camino que ahora recorre el Atlético. Sólo hay que creérselo”, aseguró este verano, en tiempos en que advirtió que le diría no al Barça si le llamaba: “Nunca se fijó en mí cuando estuve en su organigrama”.
Ha convencido al club para retener a sus jugadores troncales (excepto a Yuri, por el que el PSG pagó 16 millones) y con tres fichajes (Llorente, Januzaj y De la Bella) ha fortalecido el banquillo. Suma cuatro victorias en cuatro partidos, con una media superior a tres goles por choque. Ha tenido 24 horas menos de descanso, no ha podido recuperar a Oyarzabal (le releva Januzaj) ni a Íñigo Martínez (también falta el otro central titular, Raúl Navas) y una de las gradas quedará vacía por las obras. Pero estará Illarramendi, el mariscal que no supo ver el Bernabéu.
El galés, que siempre ha marcado en San Sebastián, y Asensio, ataque de un Madrid mermado. Januzaj reemplaza a Oyarzabal. La Real, cuatro victorias en cuatro partidos.
Cuarta jornada y primer drama para el Madrid, al que ha comenzado a enmarañársele la Liga desde la casilla de salida. Será la última tarde sin Cristiano y en casa del hasta ayer colíder, la Real, que lo ha ganado todo en el inicio de curso y que aventaja ya en cuatro puntos al equipo de Zidane. Un compromiso mayúsculo para un equipo muy recortado en todas sus líneas.
La baja de Cristiano se ha convertido en habitual en Anoeta, estadio que no ha pisado, por lesión o precaución, en las últimas cinco temporadas. Aun así, en los ocho partidos que jugó ante la Real marcó doce goles. Y ante el APOEL mostró que anda certero y hambriento. Su ausencia se agrava por la lesión de Benzema y el derrumbe de Bale, que sólo ha marcado un tanto esta temporada y ha perdido el favor del Bernabéu. Hoy será la referencia ofensiva del equipo sin la presión de su público y en un estadio en el que marcó siempre (cinco goles en cuatro partidos). Para partidos así le trajo Florentino, que todavía le espera.
Con él formará pareja Asensio. Hace un año asombró con un gol magnífico en Anoeta, aprovechando la convalecencia de Cristiano. Luego tuvo un papel menos relevante: sólo jugó un tercio de los minutos en la temporada. En esta ha subido varios escalones. Suma el 50% de los minutos y anota un gol cada 79’. Será el segundo punta. Como falso nueve ya le empleó Lopetegui ante Italia. Por ahí, y tras la marcha de Morata, se le abre otro hueco. El resto del equipo también quedará muy remendado: Theo relevará al sancionado Marcelo, Lucas Vázquez a Kroos, baja de última hora, y Varane podrá debutar en la Liga.
Una Real eufórica
La Real, que sólo le ha ganado al Madrid una vez en los últimos diez años, está en máximos. El jueves volvió a Europa 1.114 días después y con Eusebio ha ampliado horizontes. “Estamos emprendiendo el camino que ahora recorre el Atlético. Sólo hay que creérselo”, aseguró este verano, en tiempos en que advirtió que le diría no al Barça si le llamaba: “Nunca se fijó en mí cuando estuve en su organigrama”.
Ha convencido al club para retener a sus jugadores troncales (excepto a Yuri, por el que el PSG pagó 16 millones) y con tres fichajes (Llorente, Januzaj y De la Bella) ha fortalecido el banquillo. Suma cuatro victorias en cuatro partidos, con una media superior a tres goles por choque. Ha tenido 24 horas menos de descanso, no ha podido recuperar a Oyarzabal (le releva Januzaj) ni a Íñigo Martínez (también falta el otro central titular, Raúl Navas) y una de las gradas quedará vacía por las obras. Pero estará Illarramendi, el mariscal que no supo ver el Bernabéu.