El Paseo de leyendas fue lo más visitado en la previa

Miles de aficionados se congregaron ante las placas de los jugadores que han disputado más de 100 partidos con el Atlético. La de Torres, Luis y Simeone, las más visitadas.

F.J.Díaz
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La afición del Atlético vivió una jornada histórica en el Wanda Metropolitano. Desde primera hora. Algunos madrugadores visitaron la tienda oficial del club, abierta desde las diez. En la tienda no pararon un minuto. Se vendieron camisetas, serigrafías, camisetas conmemorativas del partido... Nadie esperaba tal avalancha de gente. Otros fueron acercándose al nuevo estadio a media mañana. Eso sucedió con las peñas que llegaron de fuera de Madrid: desde Lorca, Alicante, Salamanca, Cuenca... Los peñistas fueron los más madrugadores. Junto a ellos muchas familias que llegaron junto a sus hijos. En la mirada de los niños se notaba que era un día especial. Fue una jornada de fotos, de selfies, de inmortalizar el momento. La gran bandera rojiblanca reinaba desde lo más alto y se hacía visible a muchos metros. La afición aprovechó para acudir a las zonas de animación situadas fuera del estadio. Los más pequeños acudieron a una donde Indi fue el gran protagonista. Los más mayores prefirieron la de los conciertos.


El gran contingente de aficionados llegó a primera hora de la tarde. El tiempo acompañó en Madrid y la gente acudió pronto, tal y como habían recomendado desde el club. “Tenemos nueva casa, vuelven a envidiar, nosotros estrenamos, ellos a reformar”, se leía en una de las pancartas que portaron unos aficionados a modo de recuerdo de la ya famosa del Calderón del año 66. “Estamos en nuestra casa y nadie nos ha humillado, mientros a otros les cae la lluvia, nosotros no nos mojamos”, se leía en otra.

El Paseo de Leyendas se llevó la palma. Miles de aficionados se congregaron ante las placas de los jugadores que han disputado más de 100 partidos con el Atlético. La de Hugo Sánchez parecía un basurero. La afición no guarda un gran recuerdo del mexicano. La de Agüero también apareció pisoteada, pero no llegó al punto de la de Hugo. Por contra, la gente se arremolinó ante la de Torres. La de Luis y la de Simeone también tuvieron muchos visitantes. La gente recordó a sus jugadores favoritos... Pero les faltaba la emoción más fuerte, entrar en el Wanda Metropolitano. Al hacerlo la gente pareció entrar en otra dimensión. Tres cuartos de hora antes del partido el estadio ya rugía lleno. Cuando el equipo salió a calentar todos entendieron que la magia del Calderón ya se había trasladado al Metropolitano.

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