El Parlamento de Perú fuerza el cese del primer ministro y de todo su gabinete
El Gobierno pierde una moción de confianza en el Congreso en medio de un conflicto educativo y acorralado por la oposición fujimorista
Agencias
Perú
Un conflicto educativo, con una prolongada huelga de profesores de la enseñanza pública, y sobre todo el pulso entre el presidente y los fujimoristas, se han llevado por delante al Gobierno peruano en pleno. El Congreso, controlado por la oposición, ha retirado este viernes su confianza al gabinete del primer ministro, Fernando Zavala, lo que le obligará a presentar su dimisión, junto con todos los ministros, y a la formación de un nuevo Ejecutivo antes de 72 horas. En caso de que el Congreso no dé su confianza a dos gabinetes, el presidente está facultado para disolver el Congreso y convocar nuevas elecciones. En el centro de la polémica está el currículo nacional 2017, que postula la igualdad de género y que es rechazado por grupos conservadores —principalmente, evangélicos, católicos y fujimoristas— que exigen retirar la "ideología de género" del documento y aseguran que Educación promueve la homosexualidad.
Zavala ha presentado la moción de confianza ante los intentos de la oposición de presentar una moción de censura contra la ministra de Educación, Marilú Martens. El Congreso, dominado por la opositora Fuerza Popular de Keiko Fujimori, ya tumbó a finales del año pasado al anterior titular de esta cartera. Ahora, Fuerza Popular ha tumbado al Gobierno entero tras un debate que se prolongó durante más de siete horas y en el que sus 71 diputados advirtieron de que votarían contra el apoyo al gabinete. Al final, 77 diputados le han negado la confianza a Zavala y sus ministros, 22 lo han apoyado y 16 diputados se han abstenido entre los 115 que estuvieron presentes en la votación.
"Estoy aquí, en el marco de las funciones de la Constitución, para plantear la cuestión de confianza, para garantizar la política educativa y la gobernabilidad", ha subrayado Zavala durante su discurso ante el pleno del Congreso. Acompañado por el gabinete en pleno, Zavala ha dicho a los legisladores que "en las últimas semanas se ha evidenciado una situación de querer socavar una política de Estado fundamental, sobre la que los peruanos no queremos retroceder".
El primer ministro peruano ha defendido que la crucial reforma educativa "está siendo amenazada por grupos radicales" y ha advertido de que "no podemos caer en el juego de los extremistas, ni entregarles un ministro como trofeo". Zavala ha indicado que "al hacerse público que por segunda vez se pretende censurar a quien está a cargo de la política educativa, el país no puede seguir avanzando". "Ahora es responsabilidad del Congreso decidir si se le otorga o no" la confianza, la cual ha pedido que se votara hoy mismo porque "el país no puede esperar".
Tras su discurso, Zavala y los integrantes del Consejo de Ministros han abandonado el hemiciclo y, después de un intermedio, los legisladores han empezado el debate de la cuestión de confianza. Durante el debate ha sido evidente desde el primer momento que los fujimoristas no iban a apoyar al Ejecutivo, al que han acusado de "irresponsable" por la iniciativa y de querer forzar un crisis.
La legisladora Lourdes Alcorta de Fuerza Popular ha dicho que Zavala quería "pechar (enfrentar) al Congreso porque todo el mundo está pidiendo su cabeza". Alcorta ha agregado que el Ministerio de Educación está lleno de "rojimios, caviares y gentuza" (en alusión a la izquierda peruana), procedente del anterior gobierno de Ollanta Humala. El legislador de Acción Popular Víctor Andrés García Belaunde ha dicho que "Fernando Zavala quiere que le practiquemos la eutanasia, quiere una muerte sin dolor. Políticamente está muerto".
El congresista del Frente Amplio Wilbert Rozas ha opinado que "360.000 maestros ya censuraron a la ministra Marilú Martens y eso es suficiente". Mientras, el parlamentario Alberto Quintanilla, de Nuevo Perú, ha señalado que "no vamos a votar por darle la confianza (al gabinete), pero tampoco por no dársela".
Agencias
Perú
Un conflicto educativo, con una prolongada huelga de profesores de la enseñanza pública, y sobre todo el pulso entre el presidente y los fujimoristas, se han llevado por delante al Gobierno peruano en pleno. El Congreso, controlado por la oposición, ha retirado este viernes su confianza al gabinete del primer ministro, Fernando Zavala, lo que le obligará a presentar su dimisión, junto con todos los ministros, y a la formación de un nuevo Ejecutivo antes de 72 horas. En caso de que el Congreso no dé su confianza a dos gabinetes, el presidente está facultado para disolver el Congreso y convocar nuevas elecciones. En el centro de la polémica está el currículo nacional 2017, que postula la igualdad de género y que es rechazado por grupos conservadores —principalmente, evangélicos, católicos y fujimoristas— que exigen retirar la "ideología de género" del documento y aseguran que Educación promueve la homosexualidad.
Zavala ha presentado la moción de confianza ante los intentos de la oposición de presentar una moción de censura contra la ministra de Educación, Marilú Martens. El Congreso, dominado por la opositora Fuerza Popular de Keiko Fujimori, ya tumbó a finales del año pasado al anterior titular de esta cartera. Ahora, Fuerza Popular ha tumbado al Gobierno entero tras un debate que se prolongó durante más de siete horas y en el que sus 71 diputados advirtieron de que votarían contra el apoyo al gabinete. Al final, 77 diputados le han negado la confianza a Zavala y sus ministros, 22 lo han apoyado y 16 diputados se han abstenido entre los 115 que estuvieron presentes en la votación.
"Estoy aquí, en el marco de las funciones de la Constitución, para plantear la cuestión de confianza, para garantizar la política educativa y la gobernabilidad", ha subrayado Zavala durante su discurso ante el pleno del Congreso. Acompañado por el gabinete en pleno, Zavala ha dicho a los legisladores que "en las últimas semanas se ha evidenciado una situación de querer socavar una política de Estado fundamental, sobre la que los peruanos no queremos retroceder".
El primer ministro peruano ha defendido que la crucial reforma educativa "está siendo amenazada por grupos radicales" y ha advertido de que "no podemos caer en el juego de los extremistas, ni entregarles un ministro como trofeo". Zavala ha indicado que "al hacerse público que por segunda vez se pretende censurar a quien está a cargo de la política educativa, el país no puede seguir avanzando". "Ahora es responsabilidad del Congreso decidir si se le otorga o no" la confianza, la cual ha pedido que se votara hoy mismo porque "el país no puede esperar".
Tras su discurso, Zavala y los integrantes del Consejo de Ministros han abandonado el hemiciclo y, después de un intermedio, los legisladores han empezado el debate de la cuestión de confianza. Durante el debate ha sido evidente desde el primer momento que los fujimoristas no iban a apoyar al Ejecutivo, al que han acusado de "irresponsable" por la iniciativa y de querer forzar un crisis.
La legisladora Lourdes Alcorta de Fuerza Popular ha dicho que Zavala quería "pechar (enfrentar) al Congreso porque todo el mundo está pidiendo su cabeza". Alcorta ha agregado que el Ministerio de Educación está lleno de "rojimios, caviares y gentuza" (en alusión a la izquierda peruana), procedente del anterior gobierno de Ollanta Humala. El legislador de Acción Popular Víctor Andrés García Belaunde ha dicho que "Fernando Zavala quiere que le practiquemos la eutanasia, quiere una muerte sin dolor. Políticamente está muerto".
El congresista del Frente Amplio Wilbert Rozas ha opinado que "360.000 maestros ya censuraron a la ministra Marilú Martens y eso es suficiente". Mientras, el parlamentario Alberto Quintanilla, de Nuevo Perú, ha señalado que "no vamos a votar por darle la confianza (al gabinete), pero tampoco por no dársela".