El olvido sistemático de las ‘Houston del Sur’

En algunas ciudades africanas este verano ha habido 25 veces más víctimas que las que ha provocado el huracán Harvey

Gemma Solés i Coll
El País
Las ciudades indias de Mumbai, Bangalore o Chennai; la ciudad más poblada de Pakistán, Karachi; o la capital de Bangladesh, Dakha, suman más de 1.400 víctimas desde junio y millones de afectados tras las peores lluvias monzónicas que han golpeado el Sureste Asiático en años. En Nepal, las lluvias torrenciales dejaron 150 fallecidos y 90.000 hogares devastados. En la provincia de Guizhou, en China, los deslizamientos de tierra por lluvias torrenciales han causado la muerte de más de 50 personas, y en ciudades como Donguan, Shenzhen, Zhongshan y Zhuhai, se ha declarado la alerta roja por lluvias y se han evacuado a 70.000 personas. En total, 41 millones de personas en la región sufrirán severamente para conseguir alimentos y se enfrentarán a un aumento de enfermedades como el paludismo o el tifus durante los próximos meses.


En el continente africano, la capital de Sierra Leona, Freetown, ha perdido a una cifra no oficial de 1.000 víctimas, muchos de los cuales son menores de edad, además de cientos de miles de afectados por una de las peores inundaciones de la historia y un mortífero corrimiento de tierras. En Niamey, capital de Níger, miles de personas tuvieron que ser evacuadas hace escasos días, ante el miedo de que se volviera a repetir una tragedia humana como la que se dio el pasado junio, con la muerte de 44 personas durante las ya frecuentes lluvias torrenciales.

En Estados Unidos, el huracán Harvey ha dejado 60 víctimas en Houston, Texas. Y aunque la mayoría de lectoras y lectores sabrán mucho más sobre la gestión del desastre en Houston que en Freetown o cualquier otra ciudad situada en el hemisferio sur, las cifras del número de fallecidos indican que las inundaciones del mes de agosto mataron a 25 veces más personas en África que el huracán Harvey en Estados Unidos. El apartheid climático se hace evidente en la arena mediática, aunque fue el presidente estadounidense Donald Trump quien se retiró de los acuerdos climáticos de París, y no, por ejemplo, el mandatario sierraleonés, Ernest Bai Koroma, quien reconoce la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Según la Organización Mundial de la Salud, los desastres naturales exacerbados por el cambio climático provocan 60.000 muertes cada año, con una mayor incidencia en los países con índices más bajos de desarrollo. Según un índice anual elaborado por la universidad estadounidense de Notre Dame, los países más vulnerables al cambio climático son República Centroafricana, Chad, Eritrea, Burundi y Sudán, seguidos por Yemen, Afganistán o República Democrática del Congo. Y tal como advierte la Iniciativa de Crecimiento de África, de Brookings Institution, el continente cuenta con siete de los 10 países más vulnerables ante el cambio climático.

En este blog ya hemos hablado del riesgo que corren las ciudades costeras de África a causa del cambio climático. Sin embargo, en las portadas de los periódicos con más tirada, las víctimas de Houston han adquirido mayor importancia que las de Freetown, Karachi, Mumbai o Donguan juntas. ¿No deberíamos empezar a dar más visibilidad y apoyo a las castigadas "Houston del sur global", que acumulan muchísimas más víctimas y damnificados, retos y desafíos, que no la urbe tejana? ¿Alguien ha escuchado unas palabras de apoyo de Leonardo DiCaprio, activista contra el cambio climático y protagonista de la película Diamantes de Sangre, sobre el caso de los minerales en Sierra Leona? Aunque DiCaprio sí ha hecho una donación de 1 millón de dólares para los damnificados tejanos. ¿Una más mínima referencia a las tragedias climáticas del sureste asiático por parte de Sandra Bullock, Chris Brown, JLo, las Kardashian o Beyoncé, que han hecho donaciones millonarias a Houston? ¿Unos acordes en recuerdo a las víctimas africanas por parte de Coldplay, que sí han dedicado una canción tributo a Houston?

Los que por el momento han mostrado su solidaridad con Freetown, por ejemplo, han sido las propias naciones africanas. El presidente togolés, Faure Gnassingbe, y el presidente de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), Marcel Alain De Souza, donaron 500.000 dólares a mediados de mes de agosto para alimentos y asistencia médica. Senegal, por su parte, ha donado una cantidad de 100.000 dólares, y Costa de Marfil ha contribuido en una tonelada y media de suministros médicos. Y aunque el presidente Ernest Bai Koroma pidió ayuda urgente a la comunidad internacional para hacer frente a la tragedia de Freetown, la Unión Europea se ha comprometido a mandar tansolo 300.000 euros hacia Sierra Leona. Cantidad que contrasta con la donada por el gobierno de China, que ha hecho una aportación de 1 millón de dólares al país...

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