El Barça vive del error ajeno
Coates hizo el gol culé en propia puerta en un partido sin brillo por parte de ambos equipos. Los de Valverde son líderes de grupo con seis puntos de seis.
Santi Giménez
As
Sigue el Barça sumando victorias a base de una táctica tan extraña como la de equivocarse menos, o como mínimo con menos gravedad que su rival. Ganó el Barcelona un partido fundamental en el José Alvalade al Sporting de Portugal por 0-1 de nuevo con un gol en propia puerta del contrario. Y ya van tres goles así en dos partidos en los que el equipo de Valverde no hace nada demasiado bien, pero tampoco destaca por meter la pata. Aguanta, se ordena, juega, lucha, corre y aguarda la pifiada del rival. De momento, les funciona. A la larga, parece complicado vivir una temporada entera de esta receta. De momento, compra tiempo.
Le basta al Barça con cerrar su portería con un Ter Stegen muy seguro y un Umtiti que ha empezado la temporada como un cohete. El central francés es un seguro de vida para un Piqué que sigue afinando su estado de forma, pero que sobrevive gracias al estupendo estado de forma de su compañero de zaga.
Solventado el negociado de la retaguardia, el Barça lleva dos días buscando la inspiración de Messi, que en Girona no apareció porque Maffeo le amargó la noche y ayer tampoco tuvo su día a pesar de que Bataglia no le hizo el marcaje individual que se temía.
Sin chispa en ataque, el Barcelona vivió de controlar la pelota con Iniesta y de las arrancadas de Sergi Roberto, que se incrustó en el centro del campo para dar empaque a su equipo.
En el Sporting, las ideas tampoco fluían en torrente que digamos. Sus opciones pasaban por recuperar el balón y salir a la contra con Gelson Martins y Doumbia o explotar el chut lejano de Bruno Fernandes. Pues bien, el Barça apenas les dejó espacios para progresar en contragolpe, con un Alba muy pendiente de su pareja sabiendo que cuando no él, lo haría Umtiti, que estaba en todas partes. Mientras, Bruno Fernandes se desesperaba porque cada uno de sus disparos se estrellaba en un defensa (sí, acertaron, Umtiti de nuevo) o los paraba un Ter Stegen cada vez más asentado.
Las noticias del Barça en ataque llegaban a ráfagas y muy espaciadas, siempre en base a jugadas de Sergi Roberto o chispazos de Messi, pero quedaba la carta del azar y en eso, parece que el equipo de Valverde anda en racha esta semana. Tras los dos goles en propia puerta que se marcó el Girona el sábado, ayer, al saque de una falta lateral, Coates en su ímpetu por evitar el remate de Suárez remató contra su portería logrando un gol que resultó definitivo pese a los esfuerzos de un Sporting que presionó hasta que Valverde introdujo en el campo a Paulinho, que salió como una desbrozadora dispuesto a aclarar el paisaje. Incluso pudo marcar el segundo, pero el marcador ya no se movió. El Barça suma y sigue a base de no equivocarse y forzar el error del rival.
Santi Giménez
As
Sigue el Barça sumando victorias a base de una táctica tan extraña como la de equivocarse menos, o como mínimo con menos gravedad que su rival. Ganó el Barcelona un partido fundamental en el José Alvalade al Sporting de Portugal por 0-1 de nuevo con un gol en propia puerta del contrario. Y ya van tres goles así en dos partidos en los que el equipo de Valverde no hace nada demasiado bien, pero tampoco destaca por meter la pata. Aguanta, se ordena, juega, lucha, corre y aguarda la pifiada del rival. De momento, les funciona. A la larga, parece complicado vivir una temporada entera de esta receta. De momento, compra tiempo.
Le basta al Barça con cerrar su portería con un Ter Stegen muy seguro y un Umtiti que ha empezado la temporada como un cohete. El central francés es un seguro de vida para un Piqué que sigue afinando su estado de forma, pero que sobrevive gracias al estupendo estado de forma de su compañero de zaga.
Solventado el negociado de la retaguardia, el Barça lleva dos días buscando la inspiración de Messi, que en Girona no apareció porque Maffeo le amargó la noche y ayer tampoco tuvo su día a pesar de que Bataglia no le hizo el marcaje individual que se temía.
Sin chispa en ataque, el Barcelona vivió de controlar la pelota con Iniesta y de las arrancadas de Sergi Roberto, que se incrustó en el centro del campo para dar empaque a su equipo.
En el Sporting, las ideas tampoco fluían en torrente que digamos. Sus opciones pasaban por recuperar el balón y salir a la contra con Gelson Martins y Doumbia o explotar el chut lejano de Bruno Fernandes. Pues bien, el Barça apenas les dejó espacios para progresar en contragolpe, con un Alba muy pendiente de su pareja sabiendo que cuando no él, lo haría Umtiti, que estaba en todas partes. Mientras, Bruno Fernandes se desesperaba porque cada uno de sus disparos se estrellaba en un defensa (sí, acertaron, Umtiti de nuevo) o los paraba un Ter Stegen cada vez más asentado.
Las noticias del Barça en ataque llegaban a ráfagas y muy espaciadas, siempre en base a jugadas de Sergi Roberto o chispazos de Messi, pero quedaba la carta del azar y en eso, parece que el equipo de Valverde anda en racha esta semana. Tras los dos goles en propia puerta que se marcó el Girona el sábado, ayer, al saque de una falta lateral, Coates en su ímpetu por evitar el remate de Suárez remató contra su portería logrando un gol que resultó definitivo pese a los esfuerzos de un Sporting que presionó hasta que Valverde introdujo en el campo a Paulinho, que salió como una desbrozadora dispuesto a aclarar el paisaje. Incluso pudo marcar el segundo, pero el marcador ya no se movió. El Barça suma y sigue a base de no equivocarse y forzar el error del rival.