El Barça explota en Montilivi la mala fortuna del Girona

Dos autogoles del equipo de Machín (Aday e Iraizoz) ayudaron al Barça. Suárez cerró el triunfo. Messi estuvo desaparecido con el marcaje al hombre de Maffeo.


Santi Giménez
As
Sigue el Barça con paso firme contando sus partidos por victorias tras superar el entusiasmo de un Girona tan valiente como desafortunado. Dos goles en propia puerta cimentaron la condena de los locales, que se toparon con un Barcelona que acabó por vencer por 0-3 con un gol más de Suárez. Suma el Barça, que se ha conjurado tras un verano de locos a hacer de la necesidad virtud, seis victorias en los primeros seis partidos de Liga y en cada uno de esos lances ha habido algo diferente en el esquema blaugrana.


A base de cambiar el registro constantemente en función del rival y el escenario de juego, Valverde se va ganando el respeto como arquitecto de un equipo muy serio que sabe perfectamente a lo que juega en cada momento. Ante el Girona, el técnico dio descanso a Piqué y Busquets (había dejado ya en casa a Semedo y Deulofeu) y dio entrada en el equipo a Rakitic como medio centro y recuperó a Aleix Vidal como extremo. El jugador Puigpelat, que hace dos semanas estaba en el ostracismo y sin entrar en las convocatorias, resultó ser el mejor de su equipo.

Machín, consciente de que la sucesión de tres partidos en una semana pasaría factura a unos jugadores menos acostumbrados que los barcelonistas a esta carga de trabajo, también dio muchos relevos en su equipo inicial destacando la entrada de Olunga, titular por primera vez y con la presencia de Douglas Luiz, que dejó muy buenas sensaciones. Pero la gran novedad del planteamiento de Machín fue el marcaje individual de Maffeo a Messi al estilo de aquel que en su día le hizo Chico a Xavi o Kovacic al propio Leo en la Supercopa.

Logró a medias su propósito el técnico del Girona. Messi intervino poco en el juego, pero participó en dos goles del equipo blaugrana y descompensó la posición de los defensas dando opción a que brillaran por las bandas jugadores como Alba o Aleix Vidal que fueron clave.

Y además, la suerte. El Girona se estrelló de entrada con Ter Stegen, que sacó un buen disparo de David Luiz a los 11 minutos y seis minutos después a la salida de un córner botado por Messi y rematado por Alba en una jugada de estrategia, Aday rechazó mal el balón marcando en propia puerta. Nada más empezar la segunda parte, una magnífica internada de Aleix a juegada de Leo con Suárez, fue culminada por un taconazo del extremo blaugrana que Suárez dejó pasar y que Gorka se introdujo en su portería. A pesar del 0-2 siguió porfiando el Girona, que se acercó con peligro a la portería del Barça, pero en un contragolpe Sergi Roberto habilitó a Suárez para que el uruguayo rompiera su sequía goleadora y liquidara el partido.

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