Dortmund, tierra hostil para el Madrid: 6 partidos, 0 victorias
Dortmund, AS
El conjunto blanco no sabe lo que es ganar en el Westfalenstadion: empató tres veces y perdió otras tres. Un estadio con recuerdos dulces y amargos.
El Real Madrid visitará este martes el Westfalenstadion (desde 2006 llamado Signal Iduna Park) por séptima vez. Un estadio en el que sobrevive la histórica maldición del conjunto blanco en Alemania, casi desterrada en los últimos años tras victorias contundentes como las de 2014, ante el Schalke (1-6) y Bayern Múich (0-4), aunque los feudos germanos todavía pueden dar sustos inesperados al Madrid, como en aquel 2-0 en casa del Wolfsburgo que casi trunca el camino hacia la Undécima. El estadio del Borussia Dortmund mantiene ese halo maldito para los blancos: seis visitas, cero victorias. El cuadro madridista empató tres veces y perdió otras tres, con cinco goles a favor y 11 en contra.
No se ha llevado triunfos nunca el Madrid del Westfalenstadion, pero sí unas cuantas alegrías, a la vez que algún palo que otro. En el capítulo de los finales felices, la historia arranca con su primera visita, en 1998: tras ganar 2-0 en el Bernabéu (en el célebre partido de la portería que se cayó), el Madrid aguantó el 0-0 ante el entonces vigente campeón de la Champions League para acceder a la final de Ámsterdam, donde se impondría 0-1 a la Juventus. Dortmund estuvo en el camino de la Séptima.
La segunda visita también dejó regusto dulce: en la segunda fase de grupos de la edición 2002-2003, el Madrid se jugaba la clasificación para cuartos de final con el Milán, el Borussia y el Lokomotiv. En la cuarta jornada visitó a los alemanes y, gracias a un gol de Koller, bordeó la derrota hasta el 92', cuando apareció Portillo, asistido por Zidane, para igualar. Ese punto acabaría siendo decisivo, pues el Madrid acabó la fase segundo, con 11 puntos, por 10 del Dortmund. Más adelante, el United sucumbió en cuartos, pero la Juventus frenó a los de Del Bosque en la antesala de la final.
Incluso hay derrotas dulces, como la de 2014, camino de la Décima: tras el 3-0 de la ida de cuartos de final, el Madrid dejó descarrilar un partido que tenía bajo control por dos errores de Pepe e Illarramendi. Reus marcó los dos tantos y el Borussia apretó hasta el final. El poste negó el gol a Mkhitaryan y Casillas apareció para abortar los intentos locales, mientras un Cristiano lesionado animaba hecho un manojo de nervios desde el banquillo. Casemiro, antes de irse cedido al Oporto, demostró en apenas 15 minutos sus credenciales: salió desde el banquillo y abrochó el partido desde la medular.
El año pasado estuvo a punto el Madrid de obtener su primer triunfo en el Westfalenstadion, pero Schurrle lo evitó en el 87'. Y si hubo un momento en que el estadio del Dortmund se hizo demasiado empinado para el Madrid, ese fue 2013: dos veces lo visitó el conjunto entonces dirigido por Mourinho, una vez en fase de grupos y otra en semifinales, y las dos veces cayó. Especialmente doloroso fue el 4-1 de la ida de semifinales: Lewandowski destrozó a los blancos con un póker que el Madrid casi voltea en el Bernabéu; el 2-0 fue insuficiente.
El conjunto blanco no sabe lo que es ganar en el Westfalenstadion: empató tres veces y perdió otras tres. Un estadio con recuerdos dulces y amargos.
El Real Madrid visitará este martes el Westfalenstadion (desde 2006 llamado Signal Iduna Park) por séptima vez. Un estadio en el que sobrevive la histórica maldición del conjunto blanco en Alemania, casi desterrada en los últimos años tras victorias contundentes como las de 2014, ante el Schalke (1-6) y Bayern Múich (0-4), aunque los feudos germanos todavía pueden dar sustos inesperados al Madrid, como en aquel 2-0 en casa del Wolfsburgo que casi trunca el camino hacia la Undécima. El estadio del Borussia Dortmund mantiene ese halo maldito para los blancos: seis visitas, cero victorias. El cuadro madridista empató tres veces y perdió otras tres, con cinco goles a favor y 11 en contra.
No se ha llevado triunfos nunca el Madrid del Westfalenstadion, pero sí unas cuantas alegrías, a la vez que algún palo que otro. En el capítulo de los finales felices, la historia arranca con su primera visita, en 1998: tras ganar 2-0 en el Bernabéu (en el célebre partido de la portería que se cayó), el Madrid aguantó el 0-0 ante el entonces vigente campeón de la Champions League para acceder a la final de Ámsterdam, donde se impondría 0-1 a la Juventus. Dortmund estuvo en el camino de la Séptima.
La segunda visita también dejó regusto dulce: en la segunda fase de grupos de la edición 2002-2003, el Madrid se jugaba la clasificación para cuartos de final con el Milán, el Borussia y el Lokomotiv. En la cuarta jornada visitó a los alemanes y, gracias a un gol de Koller, bordeó la derrota hasta el 92', cuando apareció Portillo, asistido por Zidane, para igualar. Ese punto acabaría siendo decisivo, pues el Madrid acabó la fase segundo, con 11 puntos, por 10 del Dortmund. Más adelante, el United sucumbió en cuartos, pero la Juventus frenó a los de Del Bosque en la antesala de la final.
Incluso hay derrotas dulces, como la de 2014, camino de la Décima: tras el 3-0 de la ida de cuartos de final, el Madrid dejó descarrilar un partido que tenía bajo control por dos errores de Pepe e Illarramendi. Reus marcó los dos tantos y el Borussia apretó hasta el final. El poste negó el gol a Mkhitaryan y Casillas apareció para abortar los intentos locales, mientras un Cristiano lesionado animaba hecho un manojo de nervios desde el banquillo. Casemiro, antes de irse cedido al Oporto, demostró en apenas 15 minutos sus credenciales: salió desde el banquillo y abrochó el partido desde la medular.
El año pasado estuvo a punto el Madrid de obtener su primer triunfo en el Westfalenstadion, pero Schurrle lo evitó en el 87'. Y si hubo un momento en que el estadio del Dortmund se hizo demasiado empinado para el Madrid, ese fue 2013: dos veces lo visitó el conjunto entonces dirigido por Mourinho, una vez en fase de grupos y otra en semifinales, y las dos veces cayó. Especialmente doloroso fue el 4-1 de la ida de semifinales: Lewandowski destrozó a los blancos con un póker que el Madrid casi voltea en el Bernabéu; el 2-0 fue insuficiente.