A Boca le alcanzó con un penal de Benedetto para pasar a octavos
En Mendoza, venció 1-0 a Guillermo Brown. Rosario Central será el próximo rival del equipo de Barros Schelotto.
Clarín
Boca pasó casi sin despeinarse. Aunque le costó, su clasificación a los octavos de final de la Copa Argentina nunca estuvo en duda. En Mendoza, venció 1-0 a Guillermo Brown de Puerto Madryn con un gol de Darío Benedetto, de penal. Y en la próxima instancia se medirá con Rosario Central, que en la edición pasada lo eliminó en cuartos de final (se tomó revancha de la final de 2015, que coronó al equipo que conducía Rodolfo Arruabarrena).
Guillermo apostó por un equipo sin Edwin Cardona y Fernando Gago (ambos en el banco) y sufrió para generar situaciones de gol en un primer tiempo que terminó con la chapa en blanco. Apenas Darío Benedetto llevó peligro al arco rival con insinuaciones, pero el equipo no pudo encontrar los caminos para quebrar a los de Puerto Madryn. Junior Benítez estuvo perdido; Cristian Pavón, desconectado; Nahitan Nández, combativo; y Pablo Pérez poco lúcido para asistir a los delanteros. Entonces Boca sufrió su propia impericia para generar peligro.
Y aunque Guillermo Brown hizo poco, tuvo ráfagas que apenas inquietaron a un Boca ordenado en el fondo (apenas falló Gino Peruzzi por su sector). Un cabezazo del volante central Nicolás Bruna fue lo más claro del equipo de Ricardo Pancaldo.
Barros Schelotto le dio unos minutos a Benítez para que cambiara la imagen, pero a los 12 hizo lo que pedía el partido: a la cancha fue Fernando Gago y Junior dejó su puesto. La sola presencia de Gago le cambió la cara a Boca, que rápidamente se puso en ventaja tras un penal que Nicolás Ayr le cometió Pablo Pérez. A los 15, Benedetto, implacable, de derecha y al ángulo, puso el 1-0.
Boca se confió y Guillermo Brown casi lo empata en dos oportunidades. La primera, tras un error en la salida del equipo de los Mellizos, quedaron cuatro atacantes contra dos defensores, pero Fabrizio Palma ni le pegó al arco ni le tiró el centro a Mateo Acosta y la chance se escurrió como arena entre los dedos. Más tarde, otra vez Acosta tuvo el empate (estaba en offside, aunque no los árbitros advirtieron): se acomodó entre los centrales, pero no pudo conectar un centro desde la izquierda.
A los 28, Boca pudo liquidar el encuentro tras una contra que manejó bien Nandez, amplió para Benedetto y Pavón definió desviado, de volea (Pérez no llegó a desviarla en el área chica). Al final, el 1-0 quedaría sellado. Después, Cardona entró por Pavón y Boca se dedicó a cuidar la pelota. Más tarde, Walter Bou ingresó en lugar de Benedetto y el Mellizo le bajó la persiana al partido.
A Boca le alcanzó con el penal de Benedetto para meterse en octavos, donde espera otra vez Central. Aunque los de Barros Schelotto ya están clasificados a la próxima Libertadores (el campeón de la Copa Argentina obtendrá un boleto) el objetivo es recuperar un título que el año pasado fue para River.
Clarín
Boca pasó casi sin despeinarse. Aunque le costó, su clasificación a los octavos de final de la Copa Argentina nunca estuvo en duda. En Mendoza, venció 1-0 a Guillermo Brown de Puerto Madryn con un gol de Darío Benedetto, de penal. Y en la próxima instancia se medirá con Rosario Central, que en la edición pasada lo eliminó en cuartos de final (se tomó revancha de la final de 2015, que coronó al equipo que conducía Rodolfo Arruabarrena).
Guillermo apostó por un equipo sin Edwin Cardona y Fernando Gago (ambos en el banco) y sufrió para generar situaciones de gol en un primer tiempo que terminó con la chapa en blanco. Apenas Darío Benedetto llevó peligro al arco rival con insinuaciones, pero el equipo no pudo encontrar los caminos para quebrar a los de Puerto Madryn. Junior Benítez estuvo perdido; Cristian Pavón, desconectado; Nahitan Nández, combativo; y Pablo Pérez poco lúcido para asistir a los delanteros. Entonces Boca sufrió su propia impericia para generar peligro.
Y aunque Guillermo Brown hizo poco, tuvo ráfagas que apenas inquietaron a un Boca ordenado en el fondo (apenas falló Gino Peruzzi por su sector). Un cabezazo del volante central Nicolás Bruna fue lo más claro del equipo de Ricardo Pancaldo.
Barros Schelotto le dio unos minutos a Benítez para que cambiara la imagen, pero a los 12 hizo lo que pedía el partido: a la cancha fue Fernando Gago y Junior dejó su puesto. La sola presencia de Gago le cambió la cara a Boca, que rápidamente se puso en ventaja tras un penal que Nicolás Ayr le cometió Pablo Pérez. A los 15, Benedetto, implacable, de derecha y al ángulo, puso el 1-0.
Boca se confió y Guillermo Brown casi lo empata en dos oportunidades. La primera, tras un error en la salida del equipo de los Mellizos, quedaron cuatro atacantes contra dos defensores, pero Fabrizio Palma ni le pegó al arco ni le tiró el centro a Mateo Acosta y la chance se escurrió como arena entre los dedos. Más tarde, otra vez Acosta tuvo el empate (estaba en offside, aunque no los árbitros advirtieron): se acomodó entre los centrales, pero no pudo conectar un centro desde la izquierda.
A los 28, Boca pudo liquidar el encuentro tras una contra que manejó bien Nandez, amplió para Benedetto y Pavón definió desviado, de volea (Pérez no llegó a desviarla en el área chica). Al final, el 1-0 quedaría sellado. Después, Cardona entró por Pavón y Boca se dedicó a cuidar la pelota. Más tarde, Walter Bou ingresó en lugar de Benedetto y el Mellizo le bajó la persiana al partido.
A Boca le alcanzó con el penal de Benedetto para meterse en octavos, donde espera otra vez Central. Aunque los de Barros Schelotto ya están clasificados a la próxima Libertadores (el campeón de la Copa Argentina obtendrá un boleto) el objetivo es recuperar un título que el año pasado fue para River.