Trump, que prometió no tomarse muchas vacaciones, se va 17 días a su club de golf
El republicano criticó a Obama por descansar 10 días. "Bonita ética de trabajo", dijo en 2011
Joan Faus
Washington, El País
La hemeroteca, sea de entrevistas o Twitter, coloca a Donald Trump ante el espejo. El presidente estadounidense inicia este viernes 17 días de vacaciones veraniegas que pasará en su club de golf en Bedminster (Nueva Jersey). Hasta aquí nada demasiado inusual si no fuera porque Trump prometió que apenas se tomaría vacaciones y porque en los últimos años acusó a su predecesor, Barack Obama, de descansar y jugar demasiado al golf.
“Hay tanto a hacer. Así que no creo que seamos grandes en las vacaciones. No”, dijo el republicano en noviembre en una entrevista a la cadena CBS, una semana después de ganar las elecciones presidenciales.
Cuatro años antes, el magnate inmobiliario ya defendía, al menos verbalmente, tomar pocos descansos. “No tomes vacaciones. ¿Cuál es el objetivo? Si no estás disfrutando tu trabajo, estás en el trabajo equivocado”, escribió en noviembre de 2012 en Twitter, citando su libro Piensa como un multimillonario publicado en 2004.
Y en agosto de 2011, Trump arremetió contra el descanso de su predecesor, también en Twitter: “Barack Obama jugó ayer al golf. Ahora se dirige a unas vacaciones de 10 días en Martha’s Vineyard. Bonita ética de trabajo”.
La realidad, sin embargo, es que Trump ha descansado mucho —y más que Obama— desde que asumió la presidencia a finales de enero.
Hasta julio, había viajado 11 veces a sus propiedades, en Nueva Jersey o Florida. Según un cálculo del diario The Washington Post, a finales de agosto Trump habrá pasado, completamente o parcialmente, 53 días con actividades de ocio comparado con los 15 días de Obama en el mismo periodo de su presidencia.
Y, además, el republicano ha jugado mucho más al golf que el demócrata: 33 partidas frente a 17 de su predecesor y todo ello sin contar las vacaciones que empieza este viernes.
Joan Faus
Washington, El País
La hemeroteca, sea de entrevistas o Twitter, coloca a Donald Trump ante el espejo. El presidente estadounidense inicia este viernes 17 días de vacaciones veraniegas que pasará en su club de golf en Bedminster (Nueva Jersey). Hasta aquí nada demasiado inusual si no fuera porque Trump prometió que apenas se tomaría vacaciones y porque en los últimos años acusó a su predecesor, Barack Obama, de descansar y jugar demasiado al golf.
“Hay tanto a hacer. Así que no creo que seamos grandes en las vacaciones. No”, dijo el republicano en noviembre en una entrevista a la cadena CBS, una semana después de ganar las elecciones presidenciales.
Cuatro años antes, el magnate inmobiliario ya defendía, al menos verbalmente, tomar pocos descansos. “No tomes vacaciones. ¿Cuál es el objetivo? Si no estás disfrutando tu trabajo, estás en el trabajo equivocado”, escribió en noviembre de 2012 en Twitter, citando su libro Piensa como un multimillonario publicado en 2004.
Y en agosto de 2011, Trump arremetió contra el descanso de su predecesor, también en Twitter: “Barack Obama jugó ayer al golf. Ahora se dirige a unas vacaciones de 10 días en Martha’s Vineyard. Bonita ética de trabajo”.
La realidad, sin embargo, es que Trump ha descansado mucho —y más que Obama— desde que asumió la presidencia a finales de enero.
Hasta julio, había viajado 11 veces a sus propiedades, en Nueva Jersey o Florida. Según un cálculo del diario The Washington Post, a finales de agosto Trump habrá pasado, completamente o parcialmente, 53 días con actividades de ocio comparado con los 15 días de Obama en el mismo periodo de su presidencia.
Y, además, el republicano ha jugado mucho más al golf que el demócrata: 33 partidas frente a 17 de su predecesor y todo ello sin contar las vacaciones que empieza este viernes.