Semenya cumplió en 800 y ya apunta a Kratochvilova

Ganó y mira al récord mundial. “Puede ser el próximo objetivo, lo tendré que intentar, tal vez pronto”, dice la atleta sudafricana.

Juanma Bellón
As
Caster Semenya no dio opción en la final de 800. Era de esperar que la sudafricana dominase y así fue. Cumplió. Esperó a los 100 metros finales para ajusticiar a Niyonsaba, de Burundi y plata, y a la estadounidense Wilson, bronce. Como recompensa, Semenya se llevó una marca personal, con 1:55.16.

Con el récord del mundo de Kratochvilova aún no se ha atrevido (1:53.28 de 1983), pero si sale a por él estaría cerca. “Necesitamos bajar primero el 1:55. Tengo títulos olímpicos, del mundo y de la ­Commonwealth. Igual ahora sí puede ser el próximo objetivo. Será difícil, pero tendré que intentarlo pronto, tal vez”, contaba sonriente Semenya, una vez superada la controversia sobre su sexo, que la dejó agotada a nivel mental. La sudafricana ahora sonríe como nunca en el estadio. “Os amo chicos, Londres es como mi casa. Antes decía que era Berlín, ahora digo que esta, aunque obviamente es Sudáfrica, pero aquí la gente es sencillamente maravillosa. Tengo la suerte de que encuentro a muchas personas muy acogedoras conmigo”, decía Semenya, poco antes de llevarse una ovación cerradísima del Estadio Olímpico.

Semenya es una de las protagonistas del campeonato, porque también se llevó el bronce en los 1.500 y Sudáfrica cierra el medallero en tercer lugar con tres oros (Van Niekerk, Manyonga y este), una plata (Van Niekerk) y dos bronces (Semenya y Samaai). Un nuevo país emergente, al que Van Niekerk le gusta llamar “la nueva Jamaica”. Semenya, antes siempre triste, ahora siempre contenta, es una de sus puntas de lanza.

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