Seis militares heridos en un atropello deliberado a las afueras de París
Un hombre ha sido detenido como sospechoso del ataque bajo investigación de la fiscalía antiterrorista
Silvia Ayuso
París, El País
La policía francesa arrestó este miércoles al presunto conductor del coche que embistió a primera hora de la mañana a un grupo de militares que participan en la operación antiterrorista de Francia, Sentinelle, en Levallois-Perret, un suburbio de París, y se dio posteriormente a la fuga. El “acto deliberado”, como lo definió el ministro del Interior, Gérard Collomb, está siendo investigado por la sección antiterrorista de la Fiscalía de París, aunque oficialmente no se califique aún el ataque de acto terrorista. Seis soldados resultaron heridos en el ataque, tres de ellos de gravedad aunque sus vidas no corren peligro, según el Ministerio de Defensa.
El arrestado resultó herido de bala durante su detención en la autopista A16, en dirección hacia el norte de Francia. Varios medios lo identificaron como Hammou B., un argelino de 37 años que estuvo fichado por encontrarse en Francia en situación irregular pero que no estaba en el radar de los servicios de inteligencia franceses.
El primer ministro, Édouard Philippe, confirmó la detención de un hombre "a bordo del vehículo identificado" como el usado en la embestida contra los militares. Aunque no quiso dar más detalles de la operación que movilizó a 300 agentes, según la prensa francesa el sospechoso resultó herido cuando intentó emprender la fuga. La Policía Nacional solo ha confirmado que los agentes "hicieron fuego para neutralizar al individuo". Según la cadena BFM TV, el detenido se encuentra en estado grave. También un agente resultó herido leve por una bala perdida. Tras el atropello de los militares, se realizó de inmediato un fuerte despliegue para localizar tanto al conductor como al vehículo utilizado, un BMW negro que fue identificado gracias a las cámaras de videovigilancia desplegadas en la zona del ataque.
La sección antiterrorista de la fiscalía de París investiga bajo la premisa de una "tentativa de asesinato de personas depositarias de la autoridad pública en relación con un acto terrorista”.
Pese a los crecientes indicios de que se trata de un atentado, las autoridades francesas se mostraron muy cautelosas a la hora de condenar el ataque. El presidente, Emmanuel Macron, esperó al final de la jornada para pronunciarse y lo hizo solo para enviar su apoyo a los militares atacados y felicitar a las fuerzas del orden por su rápida actuación. "La investigación en curso determinará la motivación y circunstancias en las que se ha producido", dijo horas antes la ministra de Defensa, Florence Parly, que se limitó a condenar un "acto cobarde". También el portavoz del Gobierno, Christophe Castaner, se mostró precavido al comparecer ante la prensa tras el último consejo de ministros y habló de un "ataque" cuya naturaleza terrorista o no deberá ser determinada por los investigadores, subrayó.
Un ataque deliberado
De lo que ya nadie duda es que no se trata de un acto fortuito. El alcalde de Levallois-Perret, Patrick Balkany, afirmó desde primera hora que, “sin duda” se trató de un “acto deliberado” y especuló con que su ciudad fue elegida puesto que allí tiene su sede la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), el servicio de espionaje interior francés, ubicada a solo 800 metros del lugar del ataque.
El coche estaba “posicionado” ante las instalaciones habilitadas como cuartel para los militares del 35 Regimiento de Infantería por la ciudad, en la Plaza de Verdún, y esperó a que los uniformados salieran en grupo para comenzar su patrulla, alrededor de las 8 de la mañana, para lanzarse contra ellos.
El lugar del atropello se encuentra frente a un parque en una zona de poco tráfico y el coche del agresor se dirigió hacia los militares en dirección prohibida. "El coche avanzaba suavemente y, a unos cinco metros (de los militares) aceleró, así que sabemos que fue un acto deliberado, no accidental", explicó el ministro del Interior Collomb tras visitar a los militares heridos más levemente, que fueron trasladados al hospital militar parisino de Bégin. La gravedad de los otros tres uniformados heridos parece ser menor de lo que en un primer momento se temió, agregó su colega de Defensa, que lo acompañó.
Militares y policías, objetivo de ataques terroristas
La operación Sentinelle fue puesta en marcha en enero de 2015, tras los ataques terroristas contra la revista Charlie Hebdo y un supermercado judío en París. Unos 7.000 militares forman parte de esta operación vigente en el marco del estado de emergencia en que continúa el país desde hace dos años. Policías y militares han sido en este tiempo uno de los objetivos preferidos por extremistas.
Los uniformados que participan en la operación Sentinelle fueron blanco de agresiones en Niza en febrero de 2015, en Valence (sur) en enero de 2016, en el aeropuerto parisino de Orly en abril de 2015 y en marzo de 2017, y en el museo del Louvre en febrero de 2017.
El pasado sábado, un joven ingresado en un centro psiquiátrico que gozaba de un permiso de salida superó un pórtico de seguridad a los pies de la Torre Eiffel, sacó un cuchillo y empujó a un guardia de seguridad. Tras su detención dijo haber querido "cometer un atentado contra un militar". El joven ha vuelto a ser puesto bajo vigilancia psiquiátrica.
El Gobierno de Macron está impulsando una ley antiterrorista con la que pretende incorporar al derecho común disposiciones del estado de emergencia cuando este sea levantado de forma definitiva, el 1 de noviembre, tras dos años de vigencia. Pese a que algunas de sus disposiciones han provocado la inquietud por la posible afectación a las libertades públicas que conlleva normalizar disposiciones previstas en principio para periodos cortos. Sin embargo, Collomb volvió a aprovechar este último ataque para afirmar que las medidas previstas en el proyecto de ley de "refuerzo de la seguridad interior y de la lucha contra el terrorismo" están "plenamente justificadas". Según recordó, es la sexta vez que los militares de la operación Sentinelle son víctimas de un ataque. Además, subrayó, en lo que va de año, se han evitado siete atentados en Francia, sin contar el atropello deliberado de este miércoles.
Silvia Ayuso
París, El País
La policía francesa arrestó este miércoles al presunto conductor del coche que embistió a primera hora de la mañana a un grupo de militares que participan en la operación antiterrorista de Francia, Sentinelle, en Levallois-Perret, un suburbio de París, y se dio posteriormente a la fuga. El “acto deliberado”, como lo definió el ministro del Interior, Gérard Collomb, está siendo investigado por la sección antiterrorista de la Fiscalía de París, aunque oficialmente no se califique aún el ataque de acto terrorista. Seis soldados resultaron heridos en el ataque, tres de ellos de gravedad aunque sus vidas no corren peligro, según el Ministerio de Defensa.
El arrestado resultó herido de bala durante su detención en la autopista A16, en dirección hacia el norte de Francia. Varios medios lo identificaron como Hammou B., un argelino de 37 años que estuvo fichado por encontrarse en Francia en situación irregular pero que no estaba en el radar de los servicios de inteligencia franceses.
El primer ministro, Édouard Philippe, confirmó la detención de un hombre "a bordo del vehículo identificado" como el usado en la embestida contra los militares. Aunque no quiso dar más detalles de la operación que movilizó a 300 agentes, según la prensa francesa el sospechoso resultó herido cuando intentó emprender la fuga. La Policía Nacional solo ha confirmado que los agentes "hicieron fuego para neutralizar al individuo". Según la cadena BFM TV, el detenido se encuentra en estado grave. También un agente resultó herido leve por una bala perdida. Tras el atropello de los militares, se realizó de inmediato un fuerte despliegue para localizar tanto al conductor como al vehículo utilizado, un BMW negro que fue identificado gracias a las cámaras de videovigilancia desplegadas en la zona del ataque.
La sección antiterrorista de la fiscalía de París investiga bajo la premisa de una "tentativa de asesinato de personas depositarias de la autoridad pública en relación con un acto terrorista”.
Pese a los crecientes indicios de que se trata de un atentado, las autoridades francesas se mostraron muy cautelosas a la hora de condenar el ataque. El presidente, Emmanuel Macron, esperó al final de la jornada para pronunciarse y lo hizo solo para enviar su apoyo a los militares atacados y felicitar a las fuerzas del orden por su rápida actuación. "La investigación en curso determinará la motivación y circunstancias en las que se ha producido", dijo horas antes la ministra de Defensa, Florence Parly, que se limitó a condenar un "acto cobarde". También el portavoz del Gobierno, Christophe Castaner, se mostró precavido al comparecer ante la prensa tras el último consejo de ministros y habló de un "ataque" cuya naturaleza terrorista o no deberá ser determinada por los investigadores, subrayó.
Un ataque deliberado
De lo que ya nadie duda es que no se trata de un acto fortuito. El alcalde de Levallois-Perret, Patrick Balkany, afirmó desde primera hora que, “sin duda” se trató de un “acto deliberado” y especuló con que su ciudad fue elegida puesto que allí tiene su sede la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), el servicio de espionaje interior francés, ubicada a solo 800 metros del lugar del ataque.
El coche estaba “posicionado” ante las instalaciones habilitadas como cuartel para los militares del 35 Regimiento de Infantería por la ciudad, en la Plaza de Verdún, y esperó a que los uniformados salieran en grupo para comenzar su patrulla, alrededor de las 8 de la mañana, para lanzarse contra ellos.
El lugar del atropello se encuentra frente a un parque en una zona de poco tráfico y el coche del agresor se dirigió hacia los militares en dirección prohibida. "El coche avanzaba suavemente y, a unos cinco metros (de los militares) aceleró, así que sabemos que fue un acto deliberado, no accidental", explicó el ministro del Interior Collomb tras visitar a los militares heridos más levemente, que fueron trasladados al hospital militar parisino de Bégin. La gravedad de los otros tres uniformados heridos parece ser menor de lo que en un primer momento se temió, agregó su colega de Defensa, que lo acompañó.
Militares y policías, objetivo de ataques terroristas
La operación Sentinelle fue puesta en marcha en enero de 2015, tras los ataques terroristas contra la revista Charlie Hebdo y un supermercado judío en París. Unos 7.000 militares forman parte de esta operación vigente en el marco del estado de emergencia en que continúa el país desde hace dos años. Policías y militares han sido en este tiempo uno de los objetivos preferidos por extremistas.
Los uniformados que participan en la operación Sentinelle fueron blanco de agresiones en Niza en febrero de 2015, en Valence (sur) en enero de 2016, en el aeropuerto parisino de Orly en abril de 2015 y en marzo de 2017, y en el museo del Louvre en febrero de 2017.
El pasado sábado, un joven ingresado en un centro psiquiátrico que gozaba de un permiso de salida superó un pórtico de seguridad a los pies de la Torre Eiffel, sacó un cuchillo y empujó a un guardia de seguridad. Tras su detención dijo haber querido "cometer un atentado contra un militar". El joven ha vuelto a ser puesto bajo vigilancia psiquiátrica.
El Gobierno de Macron está impulsando una ley antiterrorista con la que pretende incorporar al derecho común disposiciones del estado de emergencia cuando este sea levantado de forma definitiva, el 1 de noviembre, tras dos años de vigencia. Pese a que algunas de sus disposiciones han provocado la inquietud por la posible afectación a las libertades públicas que conlleva normalizar disposiciones previstas en principio para periodos cortos. Sin embargo, Collomb volvió a aprovechar este último ataque para afirmar que las medidas previstas en el proyecto de ley de "refuerzo de la seguridad interior y de la lucha contra el terrorismo" están "plenamente justificadas". Según recordó, es la sexta vez que los militares de la operación Sentinelle son víctimas de un ataque. Además, subrayó, en lo que va de año, se han evitado siete atentados en Francia, sin contar el atropello deliberado de este miércoles.