Qué papel pueden jugar Rusia, China e India en la crisis de Venezuela
Caracas, BBC
El número de países que han dicho que no reconocerán a la Asamblea Nacional Constituyente electa el domingo en Venezuela por el momento supera claramente a los que han mostrado su apoyo o pedido públicamente no intervenir en los asuntos internos del país.
Y aunque el presidente Nicolás Maduro se ha mantenido desafiante, el apoyo de países como Bolivia, Cuba, El Salvador y Nicaragua difícilmente podría compensar por las posibles sanciones que esos otros países pudieran anunciar.
El número de países que han dicho que no reconocerán a la Asamblea Nacional Constituyente electa el domingo en Venezuela por el momento supera claramente a los que han mostrado su apoyo o pedido públicamente no intervenir en los asuntos internos del país.
Y aunque el presidente Nicolás Maduro se ha mantenido desafiante, el apoyo de países como Bolivia, Cuba, El Salvador y Nicaragua difícilmente podría compensar por las posibles sanciones que esos otros países pudieran anunciar.
"Un vocero del emperador Donald Trump dijo que no reconocen (a la Asamblea Constituyente). ¿Qué carajo nos importa a nosotros lo que diga Trump? Nos importa lo que dice el pueblo de Venezuela", dijo Maduro del presidente de EE.UU. una vez que se cerraron las mesas de votación.
¿Pero logrará el mandatario venezolano conseguir nuevos apoyos para hacer frente a otras sanciones que pueda anunciar Washington y romper la amenaza de un mayor aislamiento internacional?
Efectivamente, la lista de críticos de la Constituyente convocada por Maduro va mucho más allá de EE.UU. e incluye a verdaderos pesos pesados de la región como México, Brasil y Argentina, además de Chile, Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica, Canadá, Suiza, España y la misma Unión Europea.
Y tal como está el mapa geopolítico internacional en la actualidad, Venezuela inevitablemente tendrá que mirar a China y Rusia, pero también a India.
De momento, de esos países sólo se ha pronunciado Rusia, que pidió a la comunidad internacional que "ejerzan moderación y abandonen sus planes destructivos" para que los venezolanos puedan superar su crisis "sin interferencias externas".
China, por su parte, se han mantenido en silencio. Y lo mismo ha hecho India, el único de los grandes importadores de petróleo venezolano que se lo paga en efectivo, además de EE.UU.
Lo que plantea la pregunta: ¿qué puede esperar realmente Caracas de Moscú, Pekín y Nueva Delhi?
Rusia: apoyo político y moral
En una de las primeras señales de apoyo internacional, el Kremlin respaldó este lunes la instalación de la Constituyente y criticó a los países que cuestionaron o no reconocieron los resultados de la votación.
Un comunicado del Ministerio Relaciones Exteriores de Rusia acusa a los países que presionan al gobierno de Venezuela de "fortalecer la presión económica sobre Caracas" y de profundizar la polarización.
Pero el editor del servicio de BBC Rusia, Famil Ismailov, considera que el gobierno venezolano puede esperar bastante apoyo políticodel Kremlin, pero un limitado apoyo material.
"Rusia ve lo que pasa en Venezuela como otro esfuerzo por provocar otra 'revolución de color', como las de Ucrania y Georgia, y por eso va a apoyar a Maduro y al gobierno venezolano hasta el final", afirma Ismailov.
"Pero Rusia no tiene mucha capacidad para apoyar a Venezuela económicamente. Así que lo máximo a lo que Caracas podría aspirar es a una reestructuración de su deuda o, en el mejor de los casos, su condonación a cambio de un mayor acceso para las empresas rusas".
Esa deuda, estimada en poco más de mil millones de dólares, palidece sin embargo en comparación con los US$65.000 millones que se calcula que Venezuela le debe a China.
Y, a diferencia de China, Rusia también negoció como colateral una importante participación en CITGO -la refinería y comercializadora de derivados del petróleo de PDVSA en EE.UU.-, le recordó a BBC Mundo Álvaro Méndez, un experto en las relaciones entre China y América Latina de la prestigiosa London School of Economics (LSE).
Lo que significa que, en realidad, Rusia carece de mayores incentivos para intervenir de forma decidida en la crisis venezolana.
"En caso de necesidad Venezuela no va a poder redirigir su petróleo a Rusia, simplemente porque Rusia no lo necesita", destaca además Ismailov.
Aunque el editor de BBC Rusia, sin embargo, está convencido de que el Kremlin va a apoyar moralmente a Venezuela "hasta el final", porque "Putin nunca abandona a los suyos".
"Putin es muy leal con sus amigos, como demuestran los ejemplos de Siria e Irán", afirma.
Los venezolanos, sin embargo, seguramente esperarán que las posibilidades de comparación con esos dos países no se sigan profundizando.
China: pragmatismo y prudencia
Los US$65.000 millones de dólares que Venezuela le debe a China no son una cifra para nada despreciable y dan testimonio de lo mucho que se han estrechado lazos entre ambos países en los últimos años.
Pero también son la causa de que el mercado chino no sea una verdadera alternativa para el petróleo venezolano en caso de que Estados Unidos decida prohibir la importación de crudo del país sudamericano.
Efectivamente, las exportaciones de crudo desde Venezuela hacia el gigante asiático no generan más ingresos para el país pues se destinan al pago de esa gigantesca deuda.
"Y no estoy seguro que China la quiera perdonar", le dice a BBC Mundo Méndez, también autor del libro "El eje China - América Latina: mercados emergentes y su rol en un mundo cada vez más global".
Méndez, sin embargo, sí está seguro de que China no se va a pronunciar oficialmente sobre los asuntos internos de Venezuela.
Y Matt Ferchen, un experto en las relaciones entre China y las economías emergentes del Centro de Políticas Globales Carnegie-Tsinghua, coincide plenamente.
"No creo que China vaya a hacer o decir algo en relación con la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, en parte por su principio de no interferencia, en parte porque lo de Venezuela es una crisis democrática y eso es algo que ellos en el fondo no entienden", le dice a BBC Mundo.
"Pero la verdad es que deben estar bastante preocupados. Aunque todo dependerá de cómo evalúen su posible impacto para la estabilidad de Venezuela", agrega.
Por lo pronto, ante las dificultades de pago de Caracas, China ya había ido reduciendo el volumen de sus préstamos a Venezuela, pero sin cambiar su estrategia significativamente.
Aunque en junio del año pasado el diario Financial Times reportó que representantes informales del gobierno chino se habían reunido con los legisladores de la oposición para tratar de garantizar el pago de su deuda en caso de un cambio de gobierno.
"China se va a mantener al margen, si acaso enviará mensajes privados", insiste sin embargo Méndez.
Y aunque Pekín tiene relaciones económicas mucho más importantes con varios de los países de la región que ya anunciaron que no reconocerán la Constituyente venezolana, Frenchen destaca que ninguno "ha pensado siquiera en pedirle a China que se involucre en la búsqueda de soluciones para Venezuela".
Lo que sugiere que China hará lo que considere que tenga que hacer para proteger sus intereses, pero de forma discreta y prudente.
India: distancia y silencio
Las varias visitas de Hugo Chávez a India han hecho que muchos en ese país estén pendientes de lo que ocurre en Venezuela.
Y según la exembajadora Neelan Deo, cofundadora del Consejo Indio sobre Relaciones Globales Gateway House, además de los simpatizantes de izquierda hay otros dos grupos que siguen con especial atención los acontecimientos: la industria del petróleo y la industria farmacéutica.
"Venezuela se ha vuelto un mercado muy importante para las compañías farmacéuticas indias, aunque muchas se han visto afectadas por los retrasos en los pagos", le dice Deo a BBC Mundo.
Y las exportaciones de crudo venezolano hacia la India se han convertido en una de las principales fuentes de divisas del gobierno de Nicolás Maduro, aunque según Deo esa factura "se ha reducido a la mitad" como producto de la caída de los precios internacionales del crudo.
India, sin embargo, sólo comenzó a importar petróleo como resultado de las sanciones internacionales en contra de Irán, que ya fueron levantadas.
Y aunque Deo no avizora una reducción drástica de las importaciones procedentes de Venezuela, la nueva situación ciertamente podría terminar dificultando el crecimiento de las mismas.
La exdiplomática india, en cualquier caso, tampoco anticipa pronunciamientos oficiales del gobierno de su país sobre el tema de la Constituyente venezolana.
"No lo han hecho y no creo que lo vayan a hacer, porque el gobierno tiene sus propios problemas", explica.
Por lo demás, la decisión del primer ministro Narendra Modi de no asistir a la última cumbre del Movimiento de Países No Alineados, -celebrada en Venezuela en septiembre del año pasado- puede interpretarse como una señal de su intención de mantener cierta distancia.
Aunque Deo cree que las autoridades indias no llegarán al extremo de posicionarse abiertamente sobre la situación en el país sudamericano.
"Creo que no ven la utilidad de tomar una posición al respecto si no pueden hacer nada para mejorar las cosas", concluye la exdiplomática.