Neymar se va como llegó

El brasileño, que deja atrás un enredo judicial por su polémico fichaje por el Barça, planta ahora al club catalán rumbo al PSG, dispuesto a pagar los 222 millones de la cláusula de rescisión

Jordi Quixano
Barcelona, El País
Con Sandro Rosell, su principal valedor, en la cárcel por evasión de impuestos; con un fichaje que pasó por la justicia española y brasileña por la incongruencia de los números; con dos semanas del jugador sin decir ni pío cuando le reclamaban posicionarse sobre su futuro; y ayer sin la presencia del presidente Josep Maria Bartomeu en su despedida, Neymar se va como llegó, de embrollo en embrollo y con los bolsillos llenos.


El brasileño asomó el último por la ciudad deportiva acompañado de uno de sus amigos, de sus toiss. Lo hizo en su Audi RS7 azul, justo cuando el reloj daba las nueve de la mañana. No se cambió para entrenarse sino que acudió al despacho de Ernesto Valverde para comunicarle que se iba, que quizá lo mejor es que ya no se ejercitara con el grupo. Petición que aceptó el técnico al considerar que no tenía sentido que siguiera vistiéndose de corto cuando su voluntad es jugar en el PSG, club que está dispuesto a pagar la cláusula de rescisión de 222 millones. Con el asueto concedido, el brasileño fue a las oficinas del recinto, donde le aguardaban el director de fútbol, Raül Sanllehí —el interlocutor que siempre pidieron el 11 y su padre (también agente)— y el director ejecutivo Óscar Grau, además del tesorero de la entidad Enrique Tombas. Y, por primera vez y última, dijo adiós a la directiva del Barça, aunque a sus íntimos en el vestuario sí se lo había comunicado desde el primer día de la pretemporada.

“La reunión con Neymar estaba programada. No nos ha pillado por sorpresa”, explican desde el club. “Sí, el martes por la noche nos pidieron cita para el día siguiente”, asegura otra fuente del Camp Nou. “Pero ya sabíamos lo que nos iba a decir porque, aunque no nos lo había comunicado para ganar tiempo en una operación económica muy compleja, teníamos clara su idea de abandonarnos”, expone una tercera voz de la entidad. Así, el jugador expresó de una vez por todas lo que le habían exigido durante la última semana y media. “El presidente había estado 10 días en Estados Unidos para conversar con el jugador”, señala una fuente del Barça; “pero sobre este tema no le quiso decir ni media”. Ni siquiera en la reunión que mantuvieron con el padre. Y cuando decidió hacerlo, ayer a primera hora, Bartomeu estaba de viaje.

Pero tanto le dio a Neymar, que apenas media hora después de llegar a la ciudad deportiva se marchó para no volver. Antes, sin embargo, se despidió uno a uno de los jugadores del vestuario —aunque hubo cierto malestar porque el grupo entiende que la directiva no ha hecho lo suficiente por retenerlo— y con cuantos empleados se topó. “Ha estado cariñoso, como es él”, describe un trabajador del club.

No lo estuvo tanto en la reunión con los directivos, toda vez que junto a su padre reclamó de malas maneras y con persistencia los 26 millones de la prima de renovación estipulada en su día. “Ha puesto esa excusa para irse, la excusa perfecta que estaba buscando tras días de dilatación”, señalan desde la entidad. El dinero, en cualquier caso, está depositado en una notaría porque el Barça cree que el futbolista no cumple con el contrato, por lo que la prima tampoco debería ser tal al romper la prolongación de su vínculo con el club hasta 2021. “De esa forma se le ha explicado”, deslizan desde el Barcelona. Incluso hicieron público su parecer en el comunicado oficial: “En respuesta a la reclamación del cobro de la prima de renovación, el club les reiteró que se mantiene depositada ante notario hasta la resolución del caso”.

Desde el club decidieron retirar los carteles de promoción del Gamper en los que salía

Más allá de la reclamación de la prima, Neymar apenas habló. “No puede soltar que se va por dinero o porque quiere ser el número uno porque eso es hablar mal de Messi”, cuentan desde el Barça. Y muestran su sorpresa con la voluntad del jugador de conquistar el Balón de Oro cuando el fútbol es un deporte colectivo. Pero Neymar ya no quiere ser del Barça y, después de que aparecieran el día anterior por el Camp Nou pasquines con la cara del jugador y el mensaje de “mercenario”, desde el club decidieron retirar los carteles de promoción del Gamper en los que salía, del mismo modo que el Corte Inglés quitó la lona publicitaria que cubría el edificio de Portal de l’Angel. Más que nada porque ya no llevará la zamarra azulgrana. Pero antes de que se ponga la nueva camiseta, el Barcelona le recordó que deben depositar los 222 millones de la cláusula en las oficinas de La Liga en Madrid, una operación que estará vigilada con lupa por el organismo de competición español y por la UEFA. “El club los remite a la cláusula de rescisión de su contrato en vigor, que deberá ser abonada en su totalidad”, señaló el comunicado oficial.

“El PSG pagará”

No parece el dinero un problema para el club parisino, aunque debe asegurarse la fórmula de pago para no romper el fair-play financiero. “El PSG pagará la cláusula de Neymar”, resolvió Wagner Ribeiro, uno de los representantes del jugador. Y agregó: “La presentación del jugador tendrá lugar a finales de esta semana”. Seguramente, el viernes en la Plaza del Trocadero y con la Torre Eiffel de fondo, horas antes del debut del PSG en la Ligue1 ante el Amiens y después de que el futbolista pase la revisión médica.

La pérdida de Neymar para el Barcelona, más allá del dinero porque es el traspaso más caro en la historia [muy por encima de los 120 millones que se pagó en el verano pasado el Manchester United por Pogba], es dolorosa para el equipo porque el 11, en cuatro temporadas, ha disputado 186 partidos con 105 goles y 80 asistencias, además de configurar junto a Messi y Luis Suárez uno de los mejores tridentes atacantes de la historia, con 250 tantos en los últimos tres cursos. Queda por ver cómo se refuerza ahora el Barça y también si el PSG está por la labor de negociar, aunque todavía no ha hablado con el Barcelona. Es decir, que el club parisino se decida a pagar más dinero para que no se considere una compra de la cláusula y así evitarse los impuestos. “Cuando eso ocurra ya hablaremos”, indican desde el Barça, sabedores de que en caso de que eso ocurra podrán hacer fuerza para incluir una cláusula que especifique que el jugador no puede ser vendido después al Madrid, tal y como se temen algunos. Pero de momento, Neymar solo dice au revoir.

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