Morata no fue suficiente para salvar al Chelsea de una debacle
El delantero español salió a falta de 20 minutos, cuando el marcador ya estaba 0-3. Marcó un tanto y asistió a David Luiz en otro para reducir la ventaja.
As.com
La Premier ha comenzado para el Chelsea con una debacle. El conjunto londinense se vio superado y sorprendido por un Burnley que en la primera parte ya se había adelantado 0-3 en casa del vigente campeón inglés.
Del Chelsea de la temporada pasada no hubo rastro. Conte no pudo contar con el tridente ofensivo con el que conquistó la Premier la temporada pasada (Hazard y Pedro, por lesión, y Diego Costa, apartado) y decidió dejar los 80 millones invertidos en Morata en el banquillo.
El italiano no varió el exitoso 3-4-3 que tantas alegrías les dio el año pasado, con Azpilicueta como carrilero en la derecha ante la ausencia de Moses, y con Rüdiger, llegado este verano del Roma, en el eje de la zaga junto a David Luiz y Cahill, que en su estreno como capitán fue expulsado al cuarto de hora por una dura entrada con los tacos por delante sobre Defour.
Ni así varió su esquema Conte, que decidió quitar a Boga -sorpresa en el 'once'- y dar entrada a un central: el imberbe Christensen. Pero el Burnley estaba cómodo, y ni el gol anulado a Vokes en el minuto 19 le restó un ápice de moral. El propio delantero galés fue el encargado de abrir el marcador y de meter el tercer tanto de su equipo antes de que terminara la primera parte. Entre medias, Ward marcó el 0-2 con un potentísimo disparo.
Morata debutó en la Premier en la segunda parte y le demostró a Conte que su suplencia había sido una mala decisión. Salió a falta de 20 minutos y acaparó todo los frentes del ataque. Marcó el 1-3 de un excelente cabezazo a pase de Willian y asistió a David Luiz para hacer el 2-3. En el último minuto, tuvo la última ocasión del partido y estuvo a punto de salir a hombros de Stanford Bridge pero su remate salió desviado.
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La Premier ha comenzado para el Chelsea con una debacle. El conjunto londinense se vio superado y sorprendido por un Burnley que en la primera parte ya se había adelantado 0-3 en casa del vigente campeón inglés.
Del Chelsea de la temporada pasada no hubo rastro. Conte no pudo contar con el tridente ofensivo con el que conquistó la Premier la temporada pasada (Hazard y Pedro, por lesión, y Diego Costa, apartado) y decidió dejar los 80 millones invertidos en Morata en el banquillo.
El italiano no varió el exitoso 3-4-3 que tantas alegrías les dio el año pasado, con Azpilicueta como carrilero en la derecha ante la ausencia de Moses, y con Rüdiger, llegado este verano del Roma, en el eje de la zaga junto a David Luiz y Cahill, que en su estreno como capitán fue expulsado al cuarto de hora por una dura entrada con los tacos por delante sobre Defour.
Ni así varió su esquema Conte, que decidió quitar a Boga -sorpresa en el 'once'- y dar entrada a un central: el imberbe Christensen. Pero el Burnley estaba cómodo, y ni el gol anulado a Vokes en el minuto 19 le restó un ápice de moral. El propio delantero galés fue el encargado de abrir el marcador y de meter el tercer tanto de su equipo antes de que terminara la primera parte. Entre medias, Ward marcó el 0-2 con un potentísimo disparo.
Morata debutó en la Premier en la segunda parte y le demostró a Conte que su suplencia había sido una mala decisión. Salió a falta de 20 minutos y acaparó todo los frentes del ataque. Marcó el 1-3 de un excelente cabezazo a pase de Willian y asistió a David Luiz para hacer el 2-3. En el último minuto, tuvo la última ocasión del partido y estuvo a punto de salir a hombros de Stanford Bridge pero su remate salió desviado.