Lucas Digne, el socorrista inesperado
El lateral azulgrana ayudó a las víctimas de los atentados del pasado jueves en Barcelona
Juan I. Irigoyen
Barcelona, El País
El horror que sacudió a Barcelona el jueves pasado dejó a los futbolistas del Barça con el corazón retorcido. “No nos vamos a rendir, somos muchos más los que queremos vivir en un mundo en paz, sin odio y donde el respeto y la tolerancia sean las bases de la convivencia”, escribió Leo Messi. Luis Suárez se mostró “impacto por lo sucedido”. E Iniesta “consternado por lo sucedido” en la capital catalana. Los mensajes de apoyo y solidaridad con las víctimas de los futbolistas azulgrana se multiplicaron el jueves por la tarde. Sin embargo, hubo uno que guardaba un significado especial: el de Lucas Digne.
El francés colgó en la tarde del jueves una foto en Instagram de la Plaza de Catalunya, con dos emoticonos, un corazón y una plegaria. Su mujer, Tirizi, escribió: “Mi pésame a todas las víctimas y sus familias del cobarde atentado de hoy en Barcelona. Estoy con el corazón destrozado”. Los dos acababan de vivir en primera persona las consecuencias del atroz atentando en La Rambla. Cuando desde la ventana de su casa, con vistas a la Plaza de Catalunya, escuchó el fuerte estruendo y los gritos de la gente intentando escapar de la barbarie, Digne cogió botellas de agua y toallas y se dirigió a La Rambla, según informó Gerard Romero en RAC1. El defensa quería ayudar. Y lo hizo.
Digne asistió a los heridos, realizó torniquetes en brazos y piernas y colaboró en los primeros auxilios hasta que las ambulancias llegaron a la zona y los Mossos D´esquadra solicitaron, por precaución, el desalojo de La Rambla. En el Barcelona aseguran que el francés está muy afectado por lo sucedido y que prefiere no hacer ningún tipo de declaración.
Hace pocos meses que el defensa azulgrana y su pareja se mudaron a su nueva casa enfrente de Plaza de Catalunya. Cuentan que les gusta el ambiente en Ciutat Vella y que no es extraño verlos caminar por la zona. Los atentados en Barcelona y Cambrils marcaron un antes y un después en la vida de los catalanes, también en la de Digne, el socorrista inesperado.
Barcelona, El País
El horror que sacudió a Barcelona el jueves pasado dejó a los futbolistas del Barça con el corazón retorcido. “No nos vamos a rendir, somos muchos más los que queremos vivir en un mundo en paz, sin odio y donde el respeto y la tolerancia sean las bases de la convivencia”, escribió Leo Messi. Luis Suárez se mostró “impacto por lo sucedido”. E Iniesta “consternado por lo sucedido” en la capital catalana. Los mensajes de apoyo y solidaridad con las víctimas de los futbolistas azulgrana se multiplicaron el jueves por la tarde. Sin embargo, hubo uno que guardaba un significado especial: el de Lucas Digne.
El francés colgó en la tarde del jueves una foto en Instagram de la Plaza de Catalunya, con dos emoticonos, un corazón y una plegaria. Su mujer, Tirizi, escribió: “Mi pésame a todas las víctimas y sus familias del cobarde atentado de hoy en Barcelona. Estoy con el corazón destrozado”. Los dos acababan de vivir en primera persona las consecuencias del atroz atentando en La Rambla. Cuando desde la ventana de su casa, con vistas a la Plaza de Catalunya, escuchó el fuerte estruendo y los gritos de la gente intentando escapar de la barbarie, Digne cogió botellas de agua y toallas y se dirigió a La Rambla, según informó Gerard Romero en RAC1. El defensa quería ayudar. Y lo hizo.
Digne asistió a los heridos, realizó torniquetes en brazos y piernas y colaboró en los primeros auxilios hasta que las ambulancias llegaron a la zona y los Mossos D´esquadra solicitaron, por precaución, el desalojo de La Rambla. En el Barcelona aseguran que el francés está muy afectado por lo sucedido y que prefiere no hacer ningún tipo de declaración.
Hace pocos meses que el defensa azulgrana y su pareja se mudaron a su nueva casa enfrente de Plaza de Catalunya. Cuentan que les gusta el ambiente en Ciutat Vella y que no es extraño verlos caminar por la zona. Los atentados en Barcelona y Cambrils marcaron un antes y un después en la vida de los catalanes, también en la de Digne, el socorrista inesperado.
