Las claves de por qué el Madrid ganó la Supercopa de Europa
El recital de Isco, la omnipresencia de Casemiro, las paradas de Keylor Navas y el 4-4-2 de Zidane, entre otros, fueron fundamentales para que el Madrid lograra el título.
EFE
El Real Madrid extendió su hegemonía en Europa conquistando la Supercopa de Europa ante el Manchester United en una clase de buen fútbol de Isco Alarcón, con claves como la superioridad.
Las claves de la conquista de la Supercopa de Europa son:
1. El recital de Isco
Le apodan 'Magia' en el vestuario madridista y demostró con su juego la razón. Ubicado en el vértice de un rombo en el centro del campo que le concede libertad para inventar, disfrutó jugando al fútbol e hizo disfrutar a sus compañeros. Ante el poderío físico y la dureza del conjunto inglés, impuso la calidad, el criterio con el balón y dinamitó el orden que pretendía José Mourinho con continuas apariciones para generar superioridad. Se asoció con todos, brilló como el gran referente y acabó 'MVP' del partido con el broche de su gol.
2. Cambio de mentalidad
Llegaba el Real Madrid a la cita tras sembrar muchas dudas en la pretemporada, en la que no había ganado ningún partido pero por encima de los resultados de partidos amistosos trasladaba
preocupación por la falta de actitud defensiva. Llegó el primer partido oficial, la primera de las seis opciones de la temporada de conquistar un título y el equipo de Zinedine Zidane recuperó su identidad para extender su fiabilidad en finales. No pierde una europea desde 2002, lo que plasma un poderío único entre los grandes. Una mentalidad de ganador que el grupo presente de jugadores están sumando a un hambre voraz de éxitos.
3. La omnipresencia de Casemiro
Se hizo hueco como titular indiscutible bajo el paraguas de que con él llegaba el equilibrio, pero el brasileño es mucho más que un especialista en tapar agujeros con las coberturas a sus compañeros y el músculo que mete en la medular. Marcó en la final de Cardiff para acercarse a la duodécima y repitió en la Supercopa de Skopje con una nueva versión de mayor llegada a área rival que termina de completar a un jugador imprescindible par Zidane. Marcó con el movimiento al espacio de un delantero y la definición del matador. Era su tercer intento, más que cualquiera de sus compañeros delanteros en el primer acto cuando el travesaño ya le había evitado marcar.
4. Superioridad táctica de Zidane
El plan de José Mourinho fue similar al del Juventus en la final de la Liga de Campeones pero se topó con Zidane que decidió sentar a Cristiano Ronaldo para mantener un 4-4-2 con libertad en el rombo para Isco. Cuando se adueñó del balón, ejecutó una presión alta que sacó a relucir las carencias con balón del Manchester United. Solo Ander Herrera podía poner criterio en el partido que impuso el Real Madrid y fue sustituido a la hora de partido. 'Mou' recurrió al juego directo y balones aéreos. Acabó aliándose al cansancio físico del Real Madrid para poner emoción a los últimos minutos, pero ya había perdido la batalla táctica con Zizou que se apoyó en un centro del campo único, con Casemiro, Kroos, Modric e Isco, para tener el poder.
5. Keylor, del error a salvador
Como ya le ocurriese la pasada campaña en varios partidos, el costarricense tuvo una montaña rusa de sensaciones durante la final. El tanto encajado llegó con una mala respuesta a un disparo lejano, de Matic, dejando el balón muerto en la zona donde nunca debe un portero. Lukaku no perdonó. Si algo ha demostrado Keylor Navas es no rendirse nunca y minutos después dejaba una mano salvadora decisiva ante Rashford. De tener que sufrir como se reabriría un debate muerto en la comparación con David De Gea, que hizo un buen encuentro, a ganarse los elogios por una parada clave.
EFE
El Real Madrid extendió su hegemonía en Europa conquistando la Supercopa de Europa ante el Manchester United en una clase de buen fútbol de Isco Alarcón, con claves como la superioridad.
Las claves de la conquista de la Supercopa de Europa son:
1. El recital de Isco
Le apodan 'Magia' en el vestuario madridista y demostró con su juego la razón. Ubicado en el vértice de un rombo en el centro del campo que le concede libertad para inventar, disfrutó jugando al fútbol e hizo disfrutar a sus compañeros. Ante el poderío físico y la dureza del conjunto inglés, impuso la calidad, el criterio con el balón y dinamitó el orden que pretendía José Mourinho con continuas apariciones para generar superioridad. Se asoció con todos, brilló como el gran referente y acabó 'MVP' del partido con el broche de su gol.
2. Cambio de mentalidad
Llegaba el Real Madrid a la cita tras sembrar muchas dudas en la pretemporada, en la que no había ganado ningún partido pero por encima de los resultados de partidos amistosos trasladaba
preocupación por la falta de actitud defensiva. Llegó el primer partido oficial, la primera de las seis opciones de la temporada de conquistar un título y el equipo de Zinedine Zidane recuperó su identidad para extender su fiabilidad en finales. No pierde una europea desde 2002, lo que plasma un poderío único entre los grandes. Una mentalidad de ganador que el grupo presente de jugadores están sumando a un hambre voraz de éxitos.
3. La omnipresencia de Casemiro
Se hizo hueco como titular indiscutible bajo el paraguas de que con él llegaba el equilibrio, pero el brasileño es mucho más que un especialista en tapar agujeros con las coberturas a sus compañeros y el músculo que mete en la medular. Marcó en la final de Cardiff para acercarse a la duodécima y repitió en la Supercopa de Skopje con una nueva versión de mayor llegada a área rival que termina de completar a un jugador imprescindible par Zidane. Marcó con el movimiento al espacio de un delantero y la definición del matador. Era su tercer intento, más que cualquiera de sus compañeros delanteros en el primer acto cuando el travesaño ya le había evitado marcar.
4. Superioridad táctica de Zidane
El plan de José Mourinho fue similar al del Juventus en la final de la Liga de Campeones pero se topó con Zidane que decidió sentar a Cristiano Ronaldo para mantener un 4-4-2 con libertad en el rombo para Isco. Cuando se adueñó del balón, ejecutó una presión alta que sacó a relucir las carencias con balón del Manchester United. Solo Ander Herrera podía poner criterio en el partido que impuso el Real Madrid y fue sustituido a la hora de partido. 'Mou' recurrió al juego directo y balones aéreos. Acabó aliándose al cansancio físico del Real Madrid para poner emoción a los últimos minutos, pero ya había perdido la batalla táctica con Zizou que se apoyó en un centro del campo único, con Casemiro, Kroos, Modric e Isco, para tener el poder.
5. Keylor, del error a salvador
Como ya le ocurriese la pasada campaña en varios partidos, el costarricense tuvo una montaña rusa de sensaciones durante la final. El tanto encajado llegó con una mala respuesta a un disparo lejano, de Matic, dejando el balón muerto en la zona donde nunca debe un portero. Lukaku no perdonó. Si algo ha demostrado Keylor Navas es no rendirse nunca y minutos después dejaba una mano salvadora decisiva ante Rashford. De tener que sufrir como se reabriría un debate muerto en la comparación con David De Gea, que hizo un buen encuentro, a ganarse los elogios por una parada clave.