La Justicia surcoreana condena al heredero de Samsung a 5 años de cárcel por corrupción

Lee Jae-yong es declarado culpable de soborno, malversación de fondos, perjurio y ocultación de bienes en el extranjero

Xavier Fontdeglòria
Pekín, El País
Lee Jae-yong, el empresario surcoreano heredero del poderoso conglomerado Samsung, fue condenado este viernes a cinco años de prisión por varios delitos de corrupción relacionados con un escándalo mayúsculo que ha afectado a la élite política y empresarial del país asiático. Su condena, si terminara por cumplirse, supone todo un golpe a un sistema que durante décadas ha favorecido los intereses de los grandes conglomerados y contribuido al aumento del resentimiento, el hastío y la sensación de injusticia entre los ciudadanos.


Un tribunal en Seúl determinó que Lee, de 49 años, es culpable de soborno, malversación de fondos, perjurio y ocultación de bienes en el extranjero. Los jueces consideraron probado que el empresario sobornó a Choi Soon-sil, la llamada Rasputina surcoreana y amiga íntima de la expresidenta Park Geun-hye, a cambio de que esta intercediera para que el Ejecutivo diera el visto bueno a la fusión de dos filiales de Samsung, una operación clave para facilitar la sucesión de Lee al frente del conglomerado. Tanto Choi como Park están encarceladas y la Justicia ha abierto procesos judiciales contra ambas. La primera ya ha sido condenada a tres años de cárcel por solicitar favores académicos para su hija.

Según la sentencia, citada por la agencia surcoreana Yonhap, el actual vicepresidente de la división de electrónica del grupo Samsung estuvo involucrado en la entrega de unos fondos por valor de 7.200 millones de wones (unos 5,4 millones de euros) que sirvieron para financiar la formación de la hija de Choi como jinete. La sentencia es notablemente menor a los doce años que pedía la Fiscalía, que según sus cálculos los pagos ilícitos habrían superado los 32 millones de euros.

La Defensa ya ha dicho que recurrirá la sentencia. El proceso contra Lee ha sido descrito por la opinión pública surcoreana como "el juicio del siglo", aunque no es la primera vez que un peso pesado de un conglomerado empresarial surcoreano es condenado por la Justicia del país asiático. Sin ir más lejos, el padre del actual heredero de Samsung, Lee Kun-hee, fue declarado culpable dos veces de soborno y evasión fiscal, pero en ambos casos obtuvo sentencias más reducidas tras apelarlas y posteriormente le fue otorgado el perdón presidencial "por su contribución a la economía nacional". El grupo Samsung, por sí solo, supone una quinta parte de la potente economía surcoreana.

"En la historia de Corea, el crecimiento económico inmediato ha sido una prioridad frente a la libre competencia y la redistribución. Dado que estas empresas ocupan una parte dominante de la economía, se temía que sin sus cabezas pensantes estas compañías no funcionaran bien y que esto afectara al desempeño del país. Pero esta creencia es, como mínimo, controvertida. Los presidentes verán cómo los ciudadanos ya no aceptan tan fácilmente esta razón para dar un trato especial a los dueños de estos grupos", sostiene explica Hwa-ryung Lee, investigadora asociada del Instituto de Desarrollo de Corea.

El contexto actual en Corea del Sur, de hecho, hace muy difícil que este perdón ocurra de nuevo. Por un lado, el hastío de los ciudadanos -sobre todo los jóvenes- antes estas prácticas es cada vez mayor. Fue la reacción masiva de los surcoreanos, que salieron durante meses a protestar pacíficamente contra la corrupción, lo que forzó la apertura de una investigación sobre los lazos ilegales entre política y empresariado que acabó por apartar del poder a la expresidenta Park. Por otro, el nuevo presidente Moon Jae-in logró una abultada victoria electoral precisamente gracias a sus promesas de poner fin a estos tejemanejes y de afrontar una reforma que reduzca la influencia de los grandes conglomerados empresariales.

En 2016, los ingresos de las cuatro mayores empresas del país (Samsung, Hyundai, Grupo SK y LG) equivalieron al 41% del PIB del país, que es el undécimo más grande del mundo y el cuarto de Asia. Moon ha afirmado que no tiene intención de perdonar a ningún empresario, consciente de que hacerlo supondría una grave traición para sus votantes. "Esperamos que el fallo sirva para alentar el fin de los lazos colusorios entre los políticos y las empresas, que han obstaculizado el progreso social", aseguro en un comunicado la oficina presidencial surcoreana.

La sentencia a Lee está estrechamente relacionada con el proceso paralelo abierto contra la expresidenta Park, detenida el pasado marzo y acusada de soborno y abuso de poder, entre otros cargos. Si el heredero de Samsung ha sido declarado culpable de sobornar a la confidente de la anterior jefa de Estado, es muy probable que los jueces consideren a la misma Park parte implicada de este delito. "(Lee Jae-yong) ofreció sobornos en respuesta a las fuertes demandas de la presidenta", dijo uno de los jueces al leer el veredicto. Park, ante el juez, ha negado de momento haber cometido cualquier delito y culpó a Choi de abusar de su amistad para favorecer sus intereses personales.

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