Israel crea un muro subterráneo frente a Gaza contra los túneles de Hamás
Técnicos españoles trabajan en la obra protegidos por el Ejército, según la prensa israelí
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
Una brigada internacional de empresas y operarios está acelerando la construcción de un muro subterráneo en torno a los 65 kilómetros de frontera de Israel con la franja de Gaza. La nueva barrera, que no tiene precedentes en los sistemas de defensa globales, pretende responder a la amenaza que representan los túneles excavados por milicianos de Hamás, el grupo islamista que gobierna de facto en el enclave palestino, para infiltrarse en territorio israelí.
En el proyecto están presentes ingenieros y técnicos españoles subcontratados por compañías locales, según ha informado este jueves la prensa israelí citando al Comando Sur del Ejército. Fuentes diplomáticas y económicas españolas consultadas en Tel Aviv aseguran desconocer la presencia de trabajadores procedentes de España en unas obras que se llevan a cabo desde hace semanas bajo estricta protección de las fuerzas armadas, a escasos centenares de metros de la línea de demarcación que fue escenario de una guerra hace ahora tres años.
Junto a los técnicos españoles van a trabajar ingenieros italianos y obreros israelíes y moldavos, hasta sumar un millar de empleados. En la obra se utiliza maquinaria de perforación traída desde Alemania y arcillas especiales de bentonita importadas de Hungría para sellar una barrera subterránea de cemento de “varias decenas de metros de profundidad”, según informa el diario Haaretz. Todos los contratados han sido investigados previamente por el Shin Bet, el servicio secreto de seguridad interior.
El proyecto del Ministerio de Defensa israelí para boquear ataques por el subsuelo contra los kibutz próximos a la frontera cuenta con un presupuesto de 3.000 millones de shequels (unos 750 millones de euros). Fue recientemente adjudicado a las compañías israelíes Danya Cebus, Solel Boneh, Olitzky y Gabbay, algunas de las cuales han subcontratado maquinaria y equipos de trabajo en terceros países, entre ellos España, según una información del diario Maariv firmada este jueves por el especialista en temas de defensa del diario, Yossi Melman.
Un representante diplomático español en Tel Aviv consultado por EL PAÍS dijo no tener constancia de la contratación de personal técnico y de operarios especializados procedentes de España en las obras de la barrera de seguridad. De confirmarse su presencia, la misma fuente consideró sorprendente que no se hubieran registrado aún en lo servicios consulares, como es habitual para quienes durante residen durante largo tiempo en Israel. Una fuente económica oficial española en Tel Aviv también aseguró que no estaba al tanto “a día de hoy” de la presencia de firmas españolas o la contratación de trabajadores españoles en un proyecto de defensa de gran entidad.
En la zona de las obras se suelen producir incidentes armados. Durante la noche del pasado martes la aviación de combate bombardeó posiciones de Hamás en el norte del enclave palestino. Fue una represalia por el lanzamiento de un cohete contra territorio israelí, que cayó sobre una zona deshabitada próxima a la ciudad costera de Ashkelon sin causar víctimas ni daños materiales.
El jefe del Comando Sur del Ejército, Eyal Zamir, ha informado a la prensa israelí de que el muro subterráneo se extenderá también por el subsuelo bajo la frontera marítima con Gaza. La barrera estará dotada de sensores electrónicos para detectar los intentos de perforación de la estructura de cemento. “Creo que el otro bando tiene que revisar la situación militar a la vista de la construcción de la barrera”, advirtió el general Zamir. “Si Hamás decide desencadenar una guerra (para defender su red de túneles), el Ejército tendrá también una razón justificada para combatir”, argumentó tras reconocer de que se provoque una escalada de la tensión.
Durante la guerra del verano de 2014 (Operación Margen Protector) Israel localizó y destruyó 31 túneles en la frontera con Gaza. Los servicios de inteligencia militar estiman que en la actualidad hay unos 15 pasadizos subterráneos todavía operativos. “Espero que Hamás no ataque (las obras del nuevo muro), aunque los túneles son su gran activo estratégico contra Israel”, declaró a la Radio del Ejército el ministro de Construcción, Yoav Galant, antiguo jefe militar del Comando Sur. En la frontera sur de la Franja con Egipto siguen operando unos pocos túneles destinados al contrabando, después de el Gobierno de El Cairo destruyese la mayoría de ellos a partir de 2013 –tras el golpe militar que derrocó a los islamistas egipcios–inundándolos mediante canales y pozos de agua del mar.
Las obras para cercar el subsuelo de la franja de Gaza llevan varias semanas en marcha, con trabajos previos en seis puntos de la frontera como la instalación de fábricas de cemento, la explanación de terrenos y la creación de montículos artificiales para proteger a los trabajadores de los francotiradores de Hamás. A partir de octubre, el proyecto se ampliará a un total de 40 tajos, donde su trabajará por turnos las 24 horas —excepto durante la jornada de descanso del Sabbat—con el objetivo de completar la barrera en un plazo de dos años. El nuevo sistema defensivo, que estará separado unos centenares de metros del actual muro que rodea la Franja, emergerá en la superficie con una valla metálica de seis metros de altura.
Él Ejército de Israel ha hecho públicas fotografías aéreas en las delimita los accesos a varios túneles de Hamás ubicados en edificios civiles –como el domicilio familiar de un dirigente del grupo enlazado por un pasaje secreto a una mezquita–, en el territorio de Gaza, que podrían ser atacados por sus Fuerzas Armadas causando numerosas víctimas en caso de guerra. Un portavoz del movimiento islamista palestino citado por Reuters calificó estas acusaciones de “mentiras e invenciones destinadas a dañar la imagen de la resistencia”.
Más de 2.100 palestinos murieron en la guerra de 2014, dos tercios de ellos civiles. En el conflicto perdieron la vida 67 israelíes, 61 de los cuales eran militares.
Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
Una brigada internacional de empresas y operarios está acelerando la construcción de un muro subterráneo en torno a los 65 kilómetros de frontera de Israel con la franja de Gaza. La nueva barrera, que no tiene precedentes en los sistemas de defensa globales, pretende responder a la amenaza que representan los túneles excavados por milicianos de Hamás, el grupo islamista que gobierna de facto en el enclave palestino, para infiltrarse en territorio israelí.
En el proyecto están presentes ingenieros y técnicos españoles subcontratados por compañías locales, según ha informado este jueves la prensa israelí citando al Comando Sur del Ejército. Fuentes diplomáticas y económicas españolas consultadas en Tel Aviv aseguran desconocer la presencia de trabajadores procedentes de España en unas obras que se llevan a cabo desde hace semanas bajo estricta protección de las fuerzas armadas, a escasos centenares de metros de la línea de demarcación que fue escenario de una guerra hace ahora tres años.
Junto a los técnicos españoles van a trabajar ingenieros italianos y obreros israelíes y moldavos, hasta sumar un millar de empleados. En la obra se utiliza maquinaria de perforación traída desde Alemania y arcillas especiales de bentonita importadas de Hungría para sellar una barrera subterránea de cemento de “varias decenas de metros de profundidad”, según informa el diario Haaretz. Todos los contratados han sido investigados previamente por el Shin Bet, el servicio secreto de seguridad interior.
El proyecto del Ministerio de Defensa israelí para boquear ataques por el subsuelo contra los kibutz próximos a la frontera cuenta con un presupuesto de 3.000 millones de shequels (unos 750 millones de euros). Fue recientemente adjudicado a las compañías israelíes Danya Cebus, Solel Boneh, Olitzky y Gabbay, algunas de las cuales han subcontratado maquinaria y equipos de trabajo en terceros países, entre ellos España, según una información del diario Maariv firmada este jueves por el especialista en temas de defensa del diario, Yossi Melman.
Un representante diplomático español en Tel Aviv consultado por EL PAÍS dijo no tener constancia de la contratación de personal técnico y de operarios especializados procedentes de España en las obras de la barrera de seguridad. De confirmarse su presencia, la misma fuente consideró sorprendente que no se hubieran registrado aún en lo servicios consulares, como es habitual para quienes durante residen durante largo tiempo en Israel. Una fuente económica oficial española en Tel Aviv también aseguró que no estaba al tanto “a día de hoy” de la presencia de firmas españolas o la contratación de trabajadores españoles en un proyecto de defensa de gran entidad.
En la zona de las obras se suelen producir incidentes armados. Durante la noche del pasado martes la aviación de combate bombardeó posiciones de Hamás en el norte del enclave palestino. Fue una represalia por el lanzamiento de un cohete contra territorio israelí, que cayó sobre una zona deshabitada próxima a la ciudad costera de Ashkelon sin causar víctimas ni daños materiales.
El jefe del Comando Sur del Ejército, Eyal Zamir, ha informado a la prensa israelí de que el muro subterráneo se extenderá también por el subsuelo bajo la frontera marítima con Gaza. La barrera estará dotada de sensores electrónicos para detectar los intentos de perforación de la estructura de cemento. “Creo que el otro bando tiene que revisar la situación militar a la vista de la construcción de la barrera”, advirtió el general Zamir. “Si Hamás decide desencadenar una guerra (para defender su red de túneles), el Ejército tendrá también una razón justificada para combatir”, argumentó tras reconocer de que se provoque una escalada de la tensión.
Durante la guerra del verano de 2014 (Operación Margen Protector) Israel localizó y destruyó 31 túneles en la frontera con Gaza. Los servicios de inteligencia militar estiman que en la actualidad hay unos 15 pasadizos subterráneos todavía operativos. “Espero que Hamás no ataque (las obras del nuevo muro), aunque los túneles son su gran activo estratégico contra Israel”, declaró a la Radio del Ejército el ministro de Construcción, Yoav Galant, antiguo jefe militar del Comando Sur. En la frontera sur de la Franja con Egipto siguen operando unos pocos túneles destinados al contrabando, después de el Gobierno de El Cairo destruyese la mayoría de ellos a partir de 2013 –tras el golpe militar que derrocó a los islamistas egipcios–inundándolos mediante canales y pozos de agua del mar.
Las obras para cercar el subsuelo de la franja de Gaza llevan varias semanas en marcha, con trabajos previos en seis puntos de la frontera como la instalación de fábricas de cemento, la explanación de terrenos y la creación de montículos artificiales para proteger a los trabajadores de los francotiradores de Hamás. A partir de octubre, el proyecto se ampliará a un total de 40 tajos, donde su trabajará por turnos las 24 horas —excepto durante la jornada de descanso del Sabbat—con el objetivo de completar la barrera en un plazo de dos años. El nuevo sistema defensivo, que estará separado unos centenares de metros del actual muro que rodea la Franja, emergerá en la superficie con una valla metálica de seis metros de altura.
Él Ejército de Israel ha hecho públicas fotografías aéreas en las delimita los accesos a varios túneles de Hamás ubicados en edificios civiles –como el domicilio familiar de un dirigente del grupo enlazado por un pasaje secreto a una mezquita–, en el territorio de Gaza, que podrían ser atacados por sus Fuerzas Armadas causando numerosas víctimas en caso de guerra. Un portavoz del movimiento islamista palestino citado por Reuters calificó estas acusaciones de “mentiras e invenciones destinadas a dañar la imagen de la resistencia”.
Más de 2.100 palestinos murieron en la guerra de 2014, dos tercios de ellos civiles. En el conflicto perdieron la vida 67 israelíes, 61 de los cuales eran militares.