El Parlamento venezolano prepara la resistencia contra la Asamblea Constituyente
El legislativo se compromete a tomar "todas las medidas y acciones para deponer a la Asamblea Constituyente como poder ilegítimo"
Ewald Scharfenberg
Caracas, El País
La Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, se ha reunido este martes en Caracas para aprobar una resolución contra las elecciones del pasado domingo para la Asamblea Constituyente y expresar su respaldo a los dirigentes opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, que se encontraban bajo detención domiciliaria y han sido encarcelados de nuevo la madrugada de ayer. El texto aprobado señala que el Parlamento se compromete a tomar “todas las medidas y acciones para deponer a la Asamblea Constituyente como poder ilegítimo”.
El documento también señala que “el pueblo desconocerá toda forma de gobierno despótico que derive de la [nueva Asamblea] sin que el [país] quede vinculado a deber de obediencia alguna frente a tal [Cámara]”. Y agrega: “Solo serán reconocidas las autoridades que surjan de elecciones democráticas libres”.
La Asamblea Constituyente, convocada por el Ejecutivo pese al rechazo general, se prepara para instalarse mañana en el Palacio Federal Legislativo, la misma sede donde opera regularmente la Asamblea Nacional. Con esto se abre una incógnita sobre qué lugar ocuparán los representantes de ambas Cámaras y sobre si los parlamentarios opositores serán desalojados por la fuerza. Grupos chavistas rodearon ayer la sede legislativa y bloquearon la salida del recinto, según denunció el diputado Eliezer Sirit en Twitter.
El presidente Nicolás Maduro ha sido tajante en instruir a los 545 denominados “constituyentistas” en que una de sus primeras actuaciones deberá ser la disolución del Legislativo y el levantamiento del fuero de los parlamentarios. El Gobierno bolivariano insiste en calificar la nueva Asamblea, convocada y escogida bajo su auspicio, como “originaria” y “plenipotenciaria”. Maduro, quien asegura que pondrá su cargo a disposición del nuevo cuerpo, asegura que todos los poderes del Estado deben someterse y quedar sujetos a cualquier decisión de ese colectivo. Para apuntalar el designio, el jefe de Estado cita el protocolo seguido en 1999, cuando una asamblea similar se conformó para redactar la Constitución vigente en la actualidad, cuya confección fue supervisada por el entonces recién electo presidente Hugo Chávez.
Sin embargo, en 1999 un acuerdo político permitió que el Congreso de la República de la época no resultara disuelto de inmediato. Entonces se consintió que siguieran funcionando ciertas comisiones parlamentarias para legislar sobre aspectos administrativos, en lo que se llamó el Congresillo. Las sesiones regulares quedaron suspendidas.
Ewald Scharfenberg
Caracas, El País
La Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, se ha reunido este martes en Caracas para aprobar una resolución contra las elecciones del pasado domingo para la Asamblea Constituyente y expresar su respaldo a los dirigentes opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, que se encontraban bajo detención domiciliaria y han sido encarcelados de nuevo la madrugada de ayer. El texto aprobado señala que el Parlamento se compromete a tomar “todas las medidas y acciones para deponer a la Asamblea Constituyente como poder ilegítimo”.
El documento también señala que “el pueblo desconocerá toda forma de gobierno despótico que derive de la [nueva Asamblea] sin que el [país] quede vinculado a deber de obediencia alguna frente a tal [Cámara]”. Y agrega: “Solo serán reconocidas las autoridades que surjan de elecciones democráticas libres”.
La Asamblea Constituyente, convocada por el Ejecutivo pese al rechazo general, se prepara para instalarse mañana en el Palacio Federal Legislativo, la misma sede donde opera regularmente la Asamblea Nacional. Con esto se abre una incógnita sobre qué lugar ocuparán los representantes de ambas Cámaras y sobre si los parlamentarios opositores serán desalojados por la fuerza. Grupos chavistas rodearon ayer la sede legislativa y bloquearon la salida del recinto, según denunció el diputado Eliezer Sirit en Twitter.
El presidente Nicolás Maduro ha sido tajante en instruir a los 545 denominados “constituyentistas” en que una de sus primeras actuaciones deberá ser la disolución del Legislativo y el levantamiento del fuero de los parlamentarios. El Gobierno bolivariano insiste en calificar la nueva Asamblea, convocada y escogida bajo su auspicio, como “originaria” y “plenipotenciaria”. Maduro, quien asegura que pondrá su cargo a disposición del nuevo cuerpo, asegura que todos los poderes del Estado deben someterse y quedar sujetos a cualquier decisión de ese colectivo. Para apuntalar el designio, el jefe de Estado cita el protocolo seguido en 1999, cuando una asamblea similar se conformó para redactar la Constitución vigente en la actualidad, cuya confección fue supervisada por el entonces recién electo presidente Hugo Chávez.
Sin embargo, en 1999 un acuerdo político permitió que el Congreso de la República de la época no resultara disuelto de inmediato. Entonces se consintió que siguieran funcionando ciertas comisiones parlamentarias para legislar sobre aspectos administrativos, en lo que se llamó el Congresillo. Las sesiones regulares quedaron suspendidas.