El dinero de Qatar sacude el fútbol
El fichaje récord de Neymar por 222 millones eleva a casi 1.000 la inversión en futbolistas desde la llegada del jeque Al Thani al PSG en 2011, solo superada por el City de otro jeque árabe, Zayed Al-Nahyan
Damien Lemaître
París, El País
El fichaje récord de Neymar por el París Saint-Germain a cambio de 222 millones de euros eleva a casi 1.000 millones el gasto en incorporaciones de futbolistas desde que en mayo de 2011 el emir catarí Tamim bin Hamad Al Thani tomase el mando del club de la capital francesa. Solo el Manchester City de otro jeque árabe, Mansour bin Zayed Al-Nahyan (Abu Dabi), ha desembolsado más dinero (1.050 millones) que el PSG de su rival del Golfo Pérsico en esos seis años, según datos validados por la FIFA que recoge la página web especializada en traspasos Transfermarkt.
El PSG ya se ha gastado 940,1 millones en fichajes desde que el jeque Al Thani se hiciera con todas las acciones de la entidad francesa, antes en manos de Colony Capital, un fondo de inversión estadounidense, y depositara su confianza en su amigo Nasser Al Khelaïfi, al que conoció jugando al tenis, para presidir el club desde París. Desde el verano de 2012, cuando invirtió 149,5 millones para contratar a figuras como el brasileño Thiago Silva (a cambio de 42 millones) o el sueco Zlatan Ibrahimovic (por 21 millones), el jefe de Estado de Qatar, máximo accionista, nunca había inyectado tanto dinero en el mercado.
Neymar llega a París de la mano de Qatar, por la misma vía que lo hizo al Barcelona, que lo fichó hace cuatro años del Santos gracias a Sandro Rosell, el expresidente ahora en prisión, relacionado con negocios con Qatar. Cuando el brasileño se vistió de azulgrana en mayo de 2013, el Barça acababa de reemplazar a Qatar Foundation por Qatar Airways en su camiseta.
“Con el fichaje de Neymar, uno de los tres mejores futbolistas del mundo junto con Messi y Cristiano Ronaldo, los dueños cataríes del PSG pretenden demostrar a la vez que su proyecto deportivo de triunfar en Europa sigue más vivo que nunca y que no les falta poderío financiero a pesar de la crisis que se vive allí por el embargo de Arabia Saudí”, analiza Gilles Dumas, presidente de Sportlab, una importante consultora francesa en marketing deportivo con una filial en Barcelona que asesora, entre otros, al defensa azulgrana Umtiti en sus negocios de imagen. “Para Qatar, el PSG es una inversión de Estado, una cuestión de prestigio, su mejor ventana al mundo. Les da igual lo que cueste. Y más de cara al Mundial de 2022. Para ellos, gastarse 222 millones con Neymar es igual que cuando Francisco I, rey de Francia, se apoderó de Leonardo Da Vinci para una exposición en la época del Renacimiento en el siglo XV”, afirma Dumas.
La llegada del crack brasileño y exjugador del Barça se suma a una larga serie de fichajes estelares en el PSG. El verano de 2011, el dueño catarí ya exhibió su poderío financiero al romper un primer récord, el del traspaso más caro de la historia del fútbol francés con el fichaje del argentino Pastore, entonces jugador del Palermo italiano, por 42 millones. El año siguiente, el PSG fue el club europeo que gastó más en fichajes: 149,5 millones. En el verano de 2013, superó su propio récord en Francia con el atacante uruguayo Cavani, que dejó él Nápoles a cambio de 64 millones. En 2015, Di María se alistó al proyecto catarí procedente del Manchester United, situándose como el segundo fichaje más caro en la historia del club con 63 millones. Además, desde la llegada de Qatar a París, se fueron incorporando más futbolistas de talento como Verratti y Lucas Moura, o de gran fama, como Beckham, que ayudaron al PSG a crecer dentro y fuera del campo.
“Con Neymar, Qatar pretende acelerar aún más la fama y el prestigio de su mejor producto a nivel mundial. Los dueños cataríes pretenden convertir al PSG en una marca global y situarla entre las diez más poderosas y famosas del mundo, como el Real Madrid, Ferrari o la selección de rugby de Nueva Zelanda, por ejemplo. Antes de la llegada de los cataríes, el PSG era una marca en pleno sufrimiento en Francia, muy criticada por la gestión de sus ultras o por sus malos resultados deportivos”, prosigue Dumas. Desde la llegada del emir Al Thani, al que todavía le queda culminar su gran reto, conquistar la Champions, el PSG ha ganado cuatro Ligas, tres Copas de Francia y cuatro Copas de la Liga. También se ha situado como el sexto club de fútbol más rico del planeta, con 520,9 millones de ingresos anuales en 2016, según un informe de la consultora Deloitte.
Al cierre del curso 2014-2015, el PSG volvió incluso a ganar dinero en su balance anual por primera vez desde la temporada 1997- 1998, con 10,6 millones de beneficio. Sólo una vez fue sancionado por Michel Platini, el entonces presidente de la UEFA, por no cumplir con las nuevas reglas del juego limpio financiero. Ocurrió en el verano de 2012, el de mayor dispendio de la entidad francesa-catarí hasta este mes de agosto y el fichaje récord de Neymar.
Damien Lemaître
París, El País
El fichaje récord de Neymar por el París Saint-Germain a cambio de 222 millones de euros eleva a casi 1.000 millones el gasto en incorporaciones de futbolistas desde que en mayo de 2011 el emir catarí Tamim bin Hamad Al Thani tomase el mando del club de la capital francesa. Solo el Manchester City de otro jeque árabe, Mansour bin Zayed Al-Nahyan (Abu Dabi), ha desembolsado más dinero (1.050 millones) que el PSG de su rival del Golfo Pérsico en esos seis años, según datos validados por la FIFA que recoge la página web especializada en traspasos Transfermarkt.
El PSG ya se ha gastado 940,1 millones en fichajes desde que el jeque Al Thani se hiciera con todas las acciones de la entidad francesa, antes en manos de Colony Capital, un fondo de inversión estadounidense, y depositara su confianza en su amigo Nasser Al Khelaïfi, al que conoció jugando al tenis, para presidir el club desde París. Desde el verano de 2012, cuando invirtió 149,5 millones para contratar a figuras como el brasileño Thiago Silva (a cambio de 42 millones) o el sueco Zlatan Ibrahimovic (por 21 millones), el jefe de Estado de Qatar, máximo accionista, nunca había inyectado tanto dinero en el mercado.
Neymar llega a París de la mano de Qatar, por la misma vía que lo hizo al Barcelona, que lo fichó hace cuatro años del Santos gracias a Sandro Rosell, el expresidente ahora en prisión, relacionado con negocios con Qatar. Cuando el brasileño se vistió de azulgrana en mayo de 2013, el Barça acababa de reemplazar a Qatar Foundation por Qatar Airways en su camiseta.
“Con el fichaje de Neymar, uno de los tres mejores futbolistas del mundo junto con Messi y Cristiano Ronaldo, los dueños cataríes del PSG pretenden demostrar a la vez que su proyecto deportivo de triunfar en Europa sigue más vivo que nunca y que no les falta poderío financiero a pesar de la crisis que se vive allí por el embargo de Arabia Saudí”, analiza Gilles Dumas, presidente de Sportlab, una importante consultora francesa en marketing deportivo con una filial en Barcelona que asesora, entre otros, al defensa azulgrana Umtiti en sus negocios de imagen. “Para Qatar, el PSG es una inversión de Estado, una cuestión de prestigio, su mejor ventana al mundo. Les da igual lo que cueste. Y más de cara al Mundial de 2022. Para ellos, gastarse 222 millones con Neymar es igual que cuando Francisco I, rey de Francia, se apoderó de Leonardo Da Vinci para una exposición en la época del Renacimiento en el siglo XV”, afirma Dumas.
La llegada del crack brasileño y exjugador del Barça se suma a una larga serie de fichajes estelares en el PSG. El verano de 2011, el dueño catarí ya exhibió su poderío financiero al romper un primer récord, el del traspaso más caro de la historia del fútbol francés con el fichaje del argentino Pastore, entonces jugador del Palermo italiano, por 42 millones. El año siguiente, el PSG fue el club europeo que gastó más en fichajes: 149,5 millones. En el verano de 2013, superó su propio récord en Francia con el atacante uruguayo Cavani, que dejó él Nápoles a cambio de 64 millones. En 2015, Di María se alistó al proyecto catarí procedente del Manchester United, situándose como el segundo fichaje más caro en la historia del club con 63 millones. Además, desde la llegada de Qatar a París, se fueron incorporando más futbolistas de talento como Verratti y Lucas Moura, o de gran fama, como Beckham, que ayudaron al PSG a crecer dentro y fuera del campo.
“Con Neymar, Qatar pretende acelerar aún más la fama y el prestigio de su mejor producto a nivel mundial. Los dueños cataríes pretenden convertir al PSG en una marca global y situarla entre las diez más poderosas y famosas del mundo, como el Real Madrid, Ferrari o la selección de rugby de Nueva Zelanda, por ejemplo. Antes de la llegada de los cataríes, el PSG era una marca en pleno sufrimiento en Francia, muy criticada por la gestión de sus ultras o por sus malos resultados deportivos”, prosigue Dumas. Desde la llegada del emir Al Thani, al que todavía le queda culminar su gran reto, conquistar la Champions, el PSG ha ganado cuatro Ligas, tres Copas de Francia y cuatro Copas de la Liga. También se ha situado como el sexto club de fútbol más rico del planeta, con 520,9 millones de ingresos anuales en 2016, según un informe de la consultora Deloitte.
Al cierre del curso 2014-2015, el PSG volvió incluso a ganar dinero en su balance anual por primera vez desde la temporada 1997- 1998, con 10,6 millones de beneficio. Sólo una vez fue sancionado por Michel Platini, el entonces presidente de la UEFA, por no cumplir con las nuevas reglas del juego limpio financiero. Ocurrió en el verano de 2012, el de mayor dispendio de la entidad francesa-catarí hasta este mes de agosto y el fichaje récord de Neymar.