El día que Microsoft salvó a Apple de la quiebra
El acuerdo fue firmado a las dos de la madrugada y presentado por Steve Jobs. Los detalles.
Clarín
Entre abucheos y caras de asombro del público, hace 20 años, Steve Jobs anunciaba que Microsoft invertiría 150 millones de dólares en Apple. La que hoy es la mayor compañía privada del mundo estaba a punto de quebrar.
Jobs había vuelto triunfal a la compañía que fundó más de una década antes, y de la que fue despedido años después, pero aún no había tomado las riendas formalmente de Apple.
El acuerdo, firmado a las dos de la madrugada, suponía un salvavidas financiero para Apple. Fue presentado por Steve Jobs durante una edición de MacWorld, una convención dedicada a los productos de la compañía.
“Quiero hablar de socios importantes”, comenzaba Jobs. “Apple necesita ayuda de unos socios, y da ayuda a otros socios. Las relaciones destructivas no ayudan a nadie en esta industria.”, aseguraba.
El primero de estos socios era Microsoft. Apple había visto mermadas sus reservas monetarias y sus ingresos durante los últimos años debido a una sucesión de malas decisiones y productos inadecuados que habían acabado con la vuelta de Steve Jobs a la compañía.
El acuerdo, formado por varias partes, incluía la licencia cruzada de patentes entre ambas compañías. La propiedad intelectual era uno de los puntos fuertes de Apple y también una de sus reivindicaciones más veteranas sobre Microsoft, el acuerdo ponía fin a la cuestión “de forma profesional”, según el propio Steve Jobs.
Además, Microsoft se comprometía a seguir manteniendo y desarrollando Office para Mac de la misma forma que lo hacía en Windows. Mantener una suite informática tan relevante era importante para Apple ya que que podría conservar y atraer más clientes dependientes de programas como Word o Excel para trabajar o estudiar.
El tercer gran punto de interés, especialmente en 1997, cuando la navegación web empezaba a despegar, era conseguir que Internet Explorer de Microsoft siguiera con vida en Mac. Hoy en día Internet Explorer acarrea una serie de malas connotaciones y está olvidado por la mayoría de usuarios, pero en ese entonces Internet Explorer era el mejor navegador web disponible.
El acuerdo indicaba que Microsoft continuaría desarrollando la versión para Mac, y Apple lo instalaría por defecto con su sistema operativo. El trato quedó en vigor hasta que, en 2003, Apple presentase su propio navegador web, Safari.
El último punto indicaba la inyección monetaria convertible en acciones de Apple, sin capacidad de voto, por parte de Microsoft, valoradas en 150 millones de dólares. Microsoft se comprometió a mantener esas acciones durante al menos tres años como muestra de compromiso.
Tras ir convirtiendo las acciones, Microsoft se encontró con poco más de 18 millones de acciones años después hasta que, en 2003, se deshizo de su participación en la compañía en el mercado común vendiendo las acciones por poco más de 350 millones de dólares.
Hoy esa participación estaría valorada en unos 79.500 millones de dólares.
Clarín
Entre abucheos y caras de asombro del público, hace 20 años, Steve Jobs anunciaba que Microsoft invertiría 150 millones de dólares en Apple. La que hoy es la mayor compañía privada del mundo estaba a punto de quebrar.
Jobs había vuelto triunfal a la compañía que fundó más de una década antes, y de la que fue despedido años después, pero aún no había tomado las riendas formalmente de Apple.
El acuerdo, firmado a las dos de la madrugada, suponía un salvavidas financiero para Apple. Fue presentado por Steve Jobs durante una edición de MacWorld, una convención dedicada a los productos de la compañía.
“Quiero hablar de socios importantes”, comenzaba Jobs. “Apple necesita ayuda de unos socios, y da ayuda a otros socios. Las relaciones destructivas no ayudan a nadie en esta industria.”, aseguraba.
El primero de estos socios era Microsoft. Apple había visto mermadas sus reservas monetarias y sus ingresos durante los últimos años debido a una sucesión de malas decisiones y productos inadecuados que habían acabado con la vuelta de Steve Jobs a la compañía.
El acuerdo, formado por varias partes, incluía la licencia cruzada de patentes entre ambas compañías. La propiedad intelectual era uno de los puntos fuertes de Apple y también una de sus reivindicaciones más veteranas sobre Microsoft, el acuerdo ponía fin a la cuestión “de forma profesional”, según el propio Steve Jobs.
Además, Microsoft se comprometía a seguir manteniendo y desarrollando Office para Mac de la misma forma que lo hacía en Windows. Mantener una suite informática tan relevante era importante para Apple ya que que podría conservar y atraer más clientes dependientes de programas como Word o Excel para trabajar o estudiar.
El tercer gran punto de interés, especialmente en 1997, cuando la navegación web empezaba a despegar, era conseguir que Internet Explorer de Microsoft siguiera con vida en Mac. Hoy en día Internet Explorer acarrea una serie de malas connotaciones y está olvidado por la mayoría de usuarios, pero en ese entonces Internet Explorer era el mejor navegador web disponible.
El acuerdo indicaba que Microsoft continuaría desarrollando la versión para Mac, y Apple lo instalaría por defecto con su sistema operativo. El trato quedó en vigor hasta que, en 2003, Apple presentase su propio navegador web, Safari.
El último punto indicaba la inyección monetaria convertible en acciones de Apple, sin capacidad de voto, por parte de Microsoft, valoradas en 150 millones de dólares. Microsoft se comprometió a mantener esas acciones durante al menos tres años como muestra de compromiso.
Tras ir convirtiendo las acciones, Microsoft se encontró con poco más de 18 millones de acciones años después hasta que, en 2003, se deshizo de su participación en la compañía en el mercado común vendiendo las acciones por poco más de 350 millones de dólares.
Hoy esa participación estaría valorada en unos 79.500 millones de dólares.