Del Ponte deja la comisión de la ONU que investiga la guerra siria
La jurista suiza renuncia ante la falta de apoyo a este órgano
Ginebra
EFE
La jurista suiza Carla del Ponte, ex fiscal general del Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia y del Tribunal para Ruanda, ha anunciado su renuncia como miembro de la comisión de la ONU que investiga los crímenes cometidos en Siria ante la falta de apoyo a este órgano.
Del Ponte dijo el domingo que ha decidido abandonar la comisión, establecida en 2011 para investigar todas las presuntas violaciones de derechos humanos desde ese año, por la falta de voluntad de los países para apoyarla. “No tengo ninguna influencia si el Consejo de Seguridad de la ONU no hace nada”, recalcó Del Ponte, que afirmó estar “resignada” y añadió que los tres miembros de la comisión no tienen “ningún poder”.
La comisión debe establecer también los hechos y las circunstancias de los abusos y crímenes cometidos, incluidos los que pueden constituir crímenes contra la humanidad, y, donde pueda, identificar a los responsables para que tengan que rendir cuentas llegado el momento. “En Siria no hay justicia”, lamentó la jurista en una intervención durante el festival de cine de Locarno.
Cuatro informes
El secretario general de la ONU, António Guterres, declaró ayer que espera que la comisión prosiga sus trabajos pese a la dimisión de Del Ponte.
Desde el comienzo de su trabajo, la comisión ha elaborado cuatro informes y ha hecho actualizaciones periódicas de los mismos para documentar las violaciones cometidas tanto por el régimen de Bachar al Asad como por las fuerzas rebeldes.
Para ello ha realizado más de 5.200 entrevistas con testigos y víctimas, pero para poder incluir crímenes en sus informes debe corroborar los incidentes hasta el nivel en que pueda afirmar que “hay motivos razonables para creer” que las violaciones ocurrieron tal y como se describen en los testimonios.
Entre otras cosas, el organismo ha sido capaz de investigar y documentar, entre 2013 y principios de abril pasado, 25 ataques con armas químicas en el país árabe, aunque hubo más incidentes de este tipo de los que no ha podido informar públicamente. Pudo determinar, por ejemplo, que las fuerzas áreas sirias atacaron con gas cloro la parte oriental de Alepo durante el asedio de la ciudad.
Ginebra
EFE
La jurista suiza Carla del Ponte, ex fiscal general del Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia y del Tribunal para Ruanda, ha anunciado su renuncia como miembro de la comisión de la ONU que investiga los crímenes cometidos en Siria ante la falta de apoyo a este órgano.
Del Ponte dijo el domingo que ha decidido abandonar la comisión, establecida en 2011 para investigar todas las presuntas violaciones de derechos humanos desde ese año, por la falta de voluntad de los países para apoyarla. “No tengo ninguna influencia si el Consejo de Seguridad de la ONU no hace nada”, recalcó Del Ponte, que afirmó estar “resignada” y añadió que los tres miembros de la comisión no tienen “ningún poder”.
La comisión debe establecer también los hechos y las circunstancias de los abusos y crímenes cometidos, incluidos los que pueden constituir crímenes contra la humanidad, y, donde pueda, identificar a los responsables para que tengan que rendir cuentas llegado el momento. “En Siria no hay justicia”, lamentó la jurista en una intervención durante el festival de cine de Locarno.
Cuatro informes
El secretario general de la ONU, António Guterres, declaró ayer que espera que la comisión prosiga sus trabajos pese a la dimisión de Del Ponte.
Desde el comienzo de su trabajo, la comisión ha elaborado cuatro informes y ha hecho actualizaciones periódicas de los mismos para documentar las violaciones cometidas tanto por el régimen de Bachar al Asad como por las fuerzas rebeldes.
Para ello ha realizado más de 5.200 entrevistas con testigos y víctimas, pero para poder incluir crímenes en sus informes debe corroborar los incidentes hasta el nivel en que pueda afirmar que “hay motivos razonables para creer” que las violaciones ocurrieron tal y como se describen en los testimonios.
Entre otras cosas, el organismo ha sido capaz de investigar y documentar, entre 2013 y principios de abril pasado, 25 ataques con armas químicas en el país árabe, aunque hubo más incidentes de este tipo de los que no ha podido informar públicamente. Pudo determinar, por ejemplo, que las fuerzas áreas sirias atacaron con gas cloro la parte oriental de Alepo durante el asedio de la ciudad.