China insta a Trump y a Kim Jong-un a acabar con las “provocaciones recíprocas”

Pekín pide acabar con la escalada verbal que amenaza con reactivar la guerra en la península coreana

XAVIER FONTDEGLÒRIA (ENVIADO ESPECIAL)
Agaña (Guam), El País
China ha pedido este martes a Estados Unidos y Corea del Norte que cesen "las provocaciones recíprocas" con el fin de estabilizar la región. El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, instó a los dos países a detener la escalada verbal que amenaza con reactivar la guerra en la península coreana porque cree que la crisis ha llegado un punto de inflexión y es el momento de sentarse a dialogar. Wang también charló por teléfono con su homólogo ruso Sergei Lavrov, quién, en la misma linea, llamó a adaptar "un enfoque pacífico" a la situación.


La petición china llegó el mismo día en el que el líder norcoreano, Kim Jong-un, ordenó detener de momento el lanzamiento de cuatro misiles hacia Guam, un enclave estadounidense situado el Pacífico y base de un contingente militar imprescindible para las operaciones del Ejército en la península coreana. En la isla, si bien las autoridades se mostraron aliviadas por el anuncio, poco o nada cambió entre los residentes: los que estaban preocupados antes lo siguen estando, y los que nunca han dado credibilidad alguna a estas amenazas ni se han inmutado.

Kim ha apostado, según la agencia oficial norcoreana KCNA, por "observar un poco más" los movimientos de Estados Unidos en la región antes de autorizar la operación, planteada por el Ejército y que el joven, en calidad de comandante en jefe, ha "examinado durante un largo tiempo". El plan, anunciado la semana pasada, pretende lanzar cuatro misiles de medio-largo alcance para que caigan en aguas cercanas a la isla. El mensaje no habla de dar un paso atrás, sino que insinúa una suerte de suspensión temporal.

El anuncio, advierten los expertos, debe ser tomado con reservas por la imprevisibilidad del régimen norcoreano, pero apunta a una pausa a la confrontación entre Washington y Pyongyang durante esta última semana. Varios mensajes desde otras capitales han contribuido también a calmar los ánimos: el presidente surcoreano, Moon Jae-in, afirmó que no habrá ningún conflicto armado sin el consentimiento de su país y que está decidido a evitar la guerra "a toda costa".

El cambio de tono vino también del lado estadounidense. El secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo este martes que la Administración sigue interesada en encontrar “una manera de empezar a dialogar, pero depende de él [el líder norcoreano]”. El general Joseph Dunford, jefe del Estado Mayor, se había reunido el lunes en Seúl con altos cargos militares surcoreanos con el fin de enviar un doble mensaje, la voluntad de calmar los ánimos, suavizar las tensiones, pero al mismo tiempo dejar muy claro que Trump no va de farol, y que habría represalias si Pyongyang no cesaba sus amenazas. Según un comunicado de la oficina presidencial surcoreana, Dunford defendió la vía de "la diplomacia y la presión económica" para lidiar con la dictadura norcoreana, si bien aclaró que la respuesta bélica estaba sobre la mesa "si todos esos esfuerzos fallan", informa Amanda Mars.

"No parece haber ninguna indicación, basada en lo que nos han contado, de que vaya a haber algún misil atacando Guam en un futuro cercano o lejano", aseguró tras conocer la noticia el vicegobernador de la isla, Ray Tonorio. El responsable de Seguridad, George Charfauros, se mostró más optimista y aseguró que están "casi exultantes de que Kim Jong-un haya retrocedido".

Muchos esperaban que este martes Kim Jong-un ordenara un nuevo ensayo de misiles balísticos -aunque no necesariamente los que deberían llegar a las aguas de Guam- con motivo del Día de la Liberación, que conmemora el fin de la colonización japonesa en la península coreana. Aunque en esta ocasión no ocurrió, Belle Blas, encargada de una cafetería en Agaña (la capital de Guam) sigue sin verlo claro. "Nadie ha dicho que esto haya terminado. Cualquier cosa que vuelva a molestar a Corea del Norte va a ponernos otra vez en la picota. Todo lo que podemos hacer es rezar para que no nos pase nada", dice.

Esta chispa que encendería de nuevo la máquina belicista en Pyongyang podría llegar el próximo lunes. Ese día Corea del Sur y Estados Unidos comienzan una nueva ronda de sus maniobras militares conjuntas, en las que participan miles de efectivos y equipos militares procedentes también de Guam. De hecho, Kim Jong-un condicionó esta espera a los próximos pasos que dé Estados Unidos y advirtió que tomará una decisión "importante" si continúan "con sus acciones imprudentes y extremadamente peligrosas". Los ejercicios militares entre Washington y Seúl se llevarán a cabo como estaba previsto antes de reciente la escalada de tensión.

"Sinceramente, no podemos estar mirando el calendario cada día a ver qué tocará mañana y qué posibilidades hay de que nos bombardeen", explica Nelia Flores, una trabajadora de una sucursal bancaria. Su principal preocupación, como muchas de las familias de la isla, es preparar a sus hijos para el inicio del curso escolar, que comienza este jueves. Las autoridades de Guam no han elevado en ningún momento el nivel de alerta de la isla y los residente que viven cerca de las bases militares no han notado actividad fuera de lo habitual.

La madrugada del martes, sin embargo, algunos chamorros -así se conoce a los habitantes de Guam- se llevaron un buen susto al escuchar por error en dos emisoras de radio la señal de emergencia que se usa generalmente para avisar a la población en caso de catástrofes naturales y de, en teoría, ataques. Como las quince sirenas instaladas por toda la isla no son suficientes para alcanzar a los 168.000 habitantes, las autoridades instan precisamente a los ciudadanos a estar pendientes de los medios de comunicación en circunstancias extraordinarias. El desafortunado incidente fue causado, dijeron después, por un "error humano".

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