“Basura, vos sos la dictadura”: la ‘grieta’ argentina llega al cuerpo a cuerpo
Un desconocido insulta en la calle a un reconocido periodista por no decir que “ganó Cristina Kirchner” en las elecciones del domingo
Federico Rivas Molina
Buenos Aires, El País
En Argentina lo llaman “la grieta”. No se trata de una fractura física sino ideológica, aquella que divide a kirchneristas y antikirchneristas. Culpar a “la grieta” de todos los males nacionales es un lugar común en los discursos de los políticos argentinos, sobre todo en momentos en que el país sudamericano se encamina a unas elecciones legislativas de medio término que pueden abrir la puerta al regreso de Cristina Fernández de Kirchner. El domingo se celebraron primarias obligatorias y Kirchner empató en votos con el candidato del macrismo, Esteban Bullrich. Pero el conteo fue polémico: cuando Kirchner había logrado remontar seis puntos de desventaja y se encontraba a una décima de ponerse al frente, la justicia electoral dejó de sumar los votos. Los argentinos se fueron a dormir con Bullrich como ganador y Kirchner denunciando que habían manipulado los datos para que los diarios del lunes titularan con su derrota. La “grieta” se hizo entonces más profunda que nunca.
El periodista Damiel Malnatti se dio cuenta de ello muy rápidamente. El martes, caminaba por Plaza de Mayo hacia la Casa Rosada, la sede del Gobierno argentino, cuando un hombre lo acusó entre insultos de no decir al aire que “Kirchner ganó las elecciones”. Malnatti trabaja en el telediario del canal 13, del Grupo Clarín, el multimedios que mantuvo la más dura batalla contra el kirchnerismo. El desconocido lo interceptó en la calle y al grito de “hijo de puta” lo acusó de “trabajar para el enemigo”. "Cristina ganó las elecciones y ellos lo están ocultando. Mienten, ocultan el resultado. Manipulación de datos", le gritó el agresor, mientras los señalaba con el dedo. "No vas a poder caminar tranquilo por la calle. A donde vayas te vamos a ir a buscar. Sos una basura, vos sos la dictadura, hijo de puta, tenés las manos manchas de sangre", le dijo.
La escena quedó registrada por un teléfono móvil. Malnatti sonrió en todo momento, mientras se esforzaba por no contestar los insultos. “Yo no puedo decir que ganó Cristina”, le dijo el periodista, famoso por los reportajes irreverentes que realizaba para el programa CQC en Buenos Aires. La escena terminó con Malnatti a las puertas de la casa de Gobierno y el agresor alejándose entre gritos al aire.
"Lo viví con mucha incomodidad, bronca, impotencia, un poco con el desafío de tener que tolerar a los intolerantes", dijo luego Malnatti en una entrevista con Radio Continental. “Es grave cómo el clima de violencia está diseminado en toda la sociedad”, agregó, “debemos poner un poco de freno, no puede ser como el mundo Twitter, donde cada uno dice cualquier cosa con toda la violencia en el mundo. Quizá hay que parar un poco la pelota". Para la pelota o tapar la grieta.
Federico Rivas Molina
Buenos Aires, El País
En Argentina lo llaman “la grieta”. No se trata de una fractura física sino ideológica, aquella que divide a kirchneristas y antikirchneristas. Culpar a “la grieta” de todos los males nacionales es un lugar común en los discursos de los políticos argentinos, sobre todo en momentos en que el país sudamericano se encamina a unas elecciones legislativas de medio término que pueden abrir la puerta al regreso de Cristina Fernández de Kirchner. El domingo se celebraron primarias obligatorias y Kirchner empató en votos con el candidato del macrismo, Esteban Bullrich. Pero el conteo fue polémico: cuando Kirchner había logrado remontar seis puntos de desventaja y se encontraba a una décima de ponerse al frente, la justicia electoral dejó de sumar los votos. Los argentinos se fueron a dormir con Bullrich como ganador y Kirchner denunciando que habían manipulado los datos para que los diarios del lunes titularan con su derrota. La “grieta” se hizo entonces más profunda que nunca.
El periodista Damiel Malnatti se dio cuenta de ello muy rápidamente. El martes, caminaba por Plaza de Mayo hacia la Casa Rosada, la sede del Gobierno argentino, cuando un hombre lo acusó entre insultos de no decir al aire que “Kirchner ganó las elecciones”. Malnatti trabaja en el telediario del canal 13, del Grupo Clarín, el multimedios que mantuvo la más dura batalla contra el kirchnerismo. El desconocido lo interceptó en la calle y al grito de “hijo de puta” lo acusó de “trabajar para el enemigo”. "Cristina ganó las elecciones y ellos lo están ocultando. Mienten, ocultan el resultado. Manipulación de datos", le gritó el agresor, mientras los señalaba con el dedo. "No vas a poder caminar tranquilo por la calle. A donde vayas te vamos a ir a buscar. Sos una basura, vos sos la dictadura, hijo de puta, tenés las manos manchas de sangre", le dijo.
La escena quedó registrada por un teléfono móvil. Malnatti sonrió en todo momento, mientras se esforzaba por no contestar los insultos. “Yo no puedo decir que ganó Cristina”, le dijo el periodista, famoso por los reportajes irreverentes que realizaba para el programa CQC en Buenos Aires. La escena terminó con Malnatti a las puertas de la casa de Gobierno y el agresor alejándose entre gritos al aire.
"Lo viví con mucha incomodidad, bronca, impotencia, un poco con el desafío de tener que tolerar a los intolerantes", dijo luego Malnatti en una entrevista con Radio Continental. “Es grave cómo el clima de violencia está diseminado en toda la sociedad”, agregó, “debemos poner un poco de freno, no puede ser como el mundo Twitter, donde cada uno dice cualquier cosa con toda la violencia en el mundo. Quizá hay que parar un poco la pelota". Para la pelota o tapar la grieta.