Barcelona homenajeó a Chapecoense con una goleada
El Barça sacrificó el nivel competitivo en un precioso gesto con el Chapecoense. Deulofeu ‘hizo’ de Neymar y fue el mejor en el Trofeo Joan Gamper.
Santi Giménez
As
Puede sentirse orgulloso el Barcelona de su Gamper. No por el juego, no por la irrupción de Deulofeu, no por su clarísima victoria por 5-0 que vino dada por la inmensa diferencia futbolística ante el rival de turno. El motivo de orgullo para la entidad blaugrana llegó en los prolegómenos del partido con Hélio Neto, Jackson Follman y Alan Ruschel, los tres supervivientes del trágico accidente aéreo que sobrecogió al mundo el pasado 28 de noviembre cuando el avión que transportaba al Chapecoense a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana se estrelló dejando un balance de 71 víctimas.
Las lágrimas de Neto ante el homenaje del Camp Nou, la imagen del portero Follman realizando junto a sus compañeros el saque de honor con una pierna ortopédica o el gesto de Ruschel, el único que pudo jugar unos minutos arrodillándose en el césped y señalando al cielo en recuerdo de los que murieron ese día mientras jugadores, técnicos y público, emocionados todos, rompían a aplaudir, reconcilia al Barcelona y al fútbol con la responsabilidad social del deporte. No queda más que felicitar al club blaugrana por la iniciativa.
Sacrificó el Barcelona el nivel competitivo de su torneo a favor de un bello gesto. Futbolísticamente, el partido apenas tuvo historia. La diferencia entre ambos equipos se vio además ampliada por el hecho de que los titulares del conjunto brasileño llegaron a Barcelona desde Brasil apenas cuatro horas antes del partido, porque el Curitiba se negó a aplazar el partido del fin de semana. Un gesto tan feo como los desagradables gritos contra Neymar que se escucharon en alguna zona del estadio.
La mejor noticia para el Barcelona en clave de un futuro que apunta a la ida de la Supercopa ante el Real Madrid el próximo domingo fue la irrupción de un motivadísimo Deulofeu al que Ernesto Valverde le dio los trastos de Neymar en la banda izquierda como tercera pata del tridente. El de Riudarenes cumplió con creces. A los 5 minutos inauguró el marcador y luego asistió a Busquets para el 2-0 y a Messi para el tercero. A quien le costó ver puerta fue a Suárez, que se dio de bruces ante un sensacional Elías, el portero del Chapecoense, que en la primera parte realizó ocho paradas de mérito, pero que en la segunda fue finalmente batido por el uruguayo.
En la segunda parte comenzó el carrusel de cambios. El Chapecoense cambió a casi todo el equipo, mientras que Valverde fue dando entra paulatinamente a sus suplentes. Uno de ellos, Denis, marcó el quinto a pase de Messi, otro, Alcácer falló un penalti mientras Arda lo miraba desde el banco sin jugar ni un minuto. Antes jugó Munir que el turco.
Santi Giménez
As
Puede sentirse orgulloso el Barcelona de su Gamper. No por el juego, no por la irrupción de Deulofeu, no por su clarísima victoria por 5-0 que vino dada por la inmensa diferencia futbolística ante el rival de turno. El motivo de orgullo para la entidad blaugrana llegó en los prolegómenos del partido con Hélio Neto, Jackson Follman y Alan Ruschel, los tres supervivientes del trágico accidente aéreo que sobrecogió al mundo el pasado 28 de noviembre cuando el avión que transportaba al Chapecoense a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana se estrelló dejando un balance de 71 víctimas.
Las lágrimas de Neto ante el homenaje del Camp Nou, la imagen del portero Follman realizando junto a sus compañeros el saque de honor con una pierna ortopédica o el gesto de Ruschel, el único que pudo jugar unos minutos arrodillándose en el césped y señalando al cielo en recuerdo de los que murieron ese día mientras jugadores, técnicos y público, emocionados todos, rompían a aplaudir, reconcilia al Barcelona y al fútbol con la responsabilidad social del deporte. No queda más que felicitar al club blaugrana por la iniciativa.
Sacrificó el Barcelona el nivel competitivo de su torneo a favor de un bello gesto. Futbolísticamente, el partido apenas tuvo historia. La diferencia entre ambos equipos se vio además ampliada por el hecho de que los titulares del conjunto brasileño llegaron a Barcelona desde Brasil apenas cuatro horas antes del partido, porque el Curitiba se negó a aplazar el partido del fin de semana. Un gesto tan feo como los desagradables gritos contra Neymar que se escucharon en alguna zona del estadio.
La mejor noticia para el Barcelona en clave de un futuro que apunta a la ida de la Supercopa ante el Real Madrid el próximo domingo fue la irrupción de un motivadísimo Deulofeu al que Ernesto Valverde le dio los trastos de Neymar en la banda izquierda como tercera pata del tridente. El de Riudarenes cumplió con creces. A los 5 minutos inauguró el marcador y luego asistió a Busquets para el 2-0 y a Messi para el tercero. A quien le costó ver puerta fue a Suárez, que se dio de bruces ante un sensacional Elías, el portero del Chapecoense, que en la primera parte realizó ocho paradas de mérito, pero que en la segunda fue finalmente batido por el uruguayo.
En la segunda parte comenzó el carrusel de cambios. El Chapecoense cambió a casi todo el equipo, mientras que Valverde fue dando entra paulatinamente a sus suplentes. Uno de ellos, Denis, marcó el quinto a pase de Messi, otro, Alcácer falló un penalti mientras Arda lo miraba desde el banco sin jugar ni un minuto. Antes jugó Munir que el turco.