Bale y Benzema, bajo sospecha
El galés y el francés no han marcado en todo el verano: 719 minutos. Cristiano les salvó en el Camp Nou y Marco Asensio aprieta aún más al '11' y su titularidad indiscutible...
Carlos Forjanes
As
Seis partidos de verano y Bale y Benzema tienen los mismos goles que cuando andaban de vacaciones. En este Madrid que ha empezado imperial en su búsqueda del Sextete, siguen siendo el elemento bajo sospecha. “Es una coincidencia, no pasa nada”, decía Zidane tras el último partido de la gira por EE UU cuando se le preguntó por la sequía del tándem. Dio a entender que, con fuego real, sería otra cosa. Pero pasó el United en Skopje y el Barça en la ida de la Supercopa de España y la vida siguió igual. Ni un gol sumando los minutos de ambos (719’). Zizou experimentó con la dupla en el periodo estival y tuvo que acabar siendo el de siempre, Cristiano, con cinco entrenamientos, el que resolviera el asunto en el Camp Nou. Asensio, gran damnificado por respetar la jerarquía de Bale, también presiona.
Zidane insistió en la ciudad condal en algo que parece insostenible, una delantera Bale-Benzema. Entre los dos se fueron del Camp Nou con dos remates. En la primera mitad apenas se les vio y no se pudo culpar a la similitud de las equipaciones, que hizo sufrir a daltónicos como el director Dani Sánchez Arévalo (“¡Los veo todos iguales!”, clamó en Twitter). El británico sólo se hizo notar cuando Isco apretó el gatillo del ataque blanco. De ahí llegó su mejor ocasión, un chut que sacó Ter Stegen. “Podrá tener al fin una pretemporada conmigo”, avanzó Zidane al llegar a UCLA, una especie de promesa de tiempos mejores. Y el 11 le pidió responsabilidad hasta que volviera Cristiano. Pero el galés lleva 169 días sin ver portería.
Al lado, el poco maridaje de Benzema con el gol en los partidos de alcurnia. Sólo tres goles en 27 derbis y viene de una 2016-17 en la que no sólo no le marcó al Atlético, tampoco al Bayern ni al Barça. Ni en Cardiff. Eso pese a sentir las pisadas de Morata y Mariano. El primero debutó en la Premier con gol y asistencia; el segundo se ha estrenado en la Ligue1 con tres goles en dos partidos. Por no tener, no tiene ni la competencia de Mayoral. El parleño aún no ha logrado ir convocado en partido oficial… y eso que sí marcó en pretemporada. Salvando las distancias, algo parecido le pasa a Asensio. Ni su año pasado ni su buen Clásico en Miami hicieron que pudiera descabalgar a Bale. Queda por ver si lo consigue su impresionante gol para el 1-3, otro debut de competición marcando. El balear lo recordó señalándose el dorsal. Al Camp Nou, porque pudo ser del Barça antes que madridista. Y a Zidane.
Carlos Forjanes
As
Seis partidos de verano y Bale y Benzema tienen los mismos goles que cuando andaban de vacaciones. En este Madrid que ha empezado imperial en su búsqueda del Sextete, siguen siendo el elemento bajo sospecha. “Es una coincidencia, no pasa nada”, decía Zidane tras el último partido de la gira por EE UU cuando se le preguntó por la sequía del tándem. Dio a entender que, con fuego real, sería otra cosa. Pero pasó el United en Skopje y el Barça en la ida de la Supercopa de España y la vida siguió igual. Ni un gol sumando los minutos de ambos (719’). Zizou experimentó con la dupla en el periodo estival y tuvo que acabar siendo el de siempre, Cristiano, con cinco entrenamientos, el que resolviera el asunto en el Camp Nou. Asensio, gran damnificado por respetar la jerarquía de Bale, también presiona.
Zidane insistió en la ciudad condal en algo que parece insostenible, una delantera Bale-Benzema. Entre los dos se fueron del Camp Nou con dos remates. En la primera mitad apenas se les vio y no se pudo culpar a la similitud de las equipaciones, que hizo sufrir a daltónicos como el director Dani Sánchez Arévalo (“¡Los veo todos iguales!”, clamó en Twitter). El británico sólo se hizo notar cuando Isco apretó el gatillo del ataque blanco. De ahí llegó su mejor ocasión, un chut que sacó Ter Stegen. “Podrá tener al fin una pretemporada conmigo”, avanzó Zidane al llegar a UCLA, una especie de promesa de tiempos mejores. Y el 11 le pidió responsabilidad hasta que volviera Cristiano. Pero el galés lleva 169 días sin ver portería.
Al lado, el poco maridaje de Benzema con el gol en los partidos de alcurnia. Sólo tres goles en 27 derbis y viene de una 2016-17 en la que no sólo no le marcó al Atlético, tampoco al Bayern ni al Barça. Ni en Cardiff. Eso pese a sentir las pisadas de Morata y Mariano. El primero debutó en la Premier con gol y asistencia; el segundo se ha estrenado en la Ligue1 con tres goles en dos partidos. Por no tener, no tiene ni la competencia de Mayoral. El parleño aún no ha logrado ir convocado en partido oficial… y eso que sí marcó en pretemporada. Salvando las distancias, algo parecido le pasa a Asensio. Ni su año pasado ni su buen Clásico en Miami hicieron que pudiera descabalgar a Bale. Queda por ver si lo consigue su impresionante gol para el 1-3, otro debut de competición marcando. El balear lo recordó señalándose el dorsal. Al Camp Nou, porque pudo ser del Barça antes que madridista. Y a Zidane.