Venezuela entra en nueva era de tensiones y aislamiento internacional

Venezuela atraviesa por una severa crisis económica, con una prolongada escasez de medicamentos y alimentos, y un alarmante cuadro económico.

AFP / Caracas
Venezuela entró este lunes en una nueva etapa de su profunda crisis: el presidente Nicolás Maduro comienza a gobernar dotado de una súperpoderosa Asamblea Constituyente, que amenaza con radicalizar el conflicto con la oposición y provocar un aislamiento internacional.


Venezuela "amanece más dividida y aislada del mundo", advirtió este lunes Julio Borges, presidente del Parlamento de mayoría opositora.

Un día después de la elección de la Constituyente, marcada para una decena de muertos, la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamó a trancar calles en todo el país este mediodía en protesta por el "fraude" y por los fallecidos, y a un gran marcha en Caracas el miércoles, cuando la Constituyente se instalará en la sede del Legislativo, dominado desde 2016 por la oposición.

"Que Dios nos agarre confesa'os", resume una mujer en una panadería del este Caracas, cuyas calles amanecieron con basura y escombros de barricadas que intentaron sabotear la votación.

El tráfico y el comercio retornaban a la normalidad, pero muchos intentaban sobrellevar la decepción: "Me siento mal, frustrado con este fraude", dice Giancarlo Fernández, de 35 años, quien trabaja estacionando vehículos.

"Poner orden"

Un triunfalista Maduro calificó de histórica la votación de más de ocho millones de venezolanos (41,5% del padrón electoral) en una polémica elección que la oposición acusó de "fraudulenta".

"Nace con una gran legitimidad popular. La Asamblea Constituyente debe de tener conciencia del poder en sus manos", aseguró en la madrugada del lunes ante sus seguidores en la céntrica Plaza Bolívar.

Encabezada por poderosos dirigentes como Diosdado Cabello y Cilia Flores, esposa de Maduro, la Constituyente regirá por tiempo indefinido con facultades absolutas, para redactar una nueva Carta Magna que la oposición asegura instaurará en el país una dictadura comunista.

Ese poder ilimitado hace temer lo peor a sus adversarios. Maduro advirtió que la Constituyente "pondrá orden" en el Parlamento y en una Fiscalía que se le rebeló. "Habrá que levantar la inmunidad parlamentaria a quien haya" que quitarsela", aseguró.

El enemigo externo

Además de las protestas opositoras, que ya cumplen cuatro meses y han dejado unos 125 muertos, el gobierno deberá lidiar con una creciente presión internacional.

Estados Unidos "condenó" una elección que tildó de "viciada" y anunció que continuará "adoptando medidas enérgicas y expeditivas contra los artífices del autoritarismo en Venezuela", tras haber sancionado ya a 13 funcionarios cercanos a Maduro, entre ellos a Tibisay Lucena, presidenta del poder electoral.

Analistas no descartan que puedan afectar la industria petrolera, fuente del 96% de divisas del país. Estados Unidos es el principal comprador de crudo venezolano, con importaciones de 800.000 barriles diarios sobre una producción de 1,9 millones.

"Un vocero del emperador Donald Trump dijo que no reconocen (...). ¿Qué carajo nos importa a nosotros lo que diga Trump? Nos importa lo que dice el pueblo de Venezuela", exclamó Maduro.

Este lunes, la Unión Europea expresó "preocupación por el destino de la democracia en Venezuela" y "serias dudas" sobre el reconocimiento del bloque al resultado de la Constituyente.

Además de Estados Unidos, Colombia, Panamá, Perú, Argentina, Costa Rica, México y España anunciaron que desconocerán la Constituyente. Brasil llamó al gobierno para que suspendan su instalación y Perú convocó a una reunión de cancilleres de la región el 8 de agosto en Lima para analizar la situación.

"El gobierno se prepara para un escenario de aislamiento internacional severo e intenta unificar sus cuadros contra el enemigo externo", opinó el analista Luis Vicente León.

De momento, solo Bolivia, estrecho aliado de Venezuela, pidió al mundo respetar la Constituyente y el gobierno izquierdista de El Salvador expresó su confianza en que esta elección sirva para encontrar soluciones a la crisis que vive el país.

"Socialismo insostenible"

Venezuela atraviesa por una severa crisis económica, con una prolongada escasez de medicamentos y alimentos, y un alarmante cuadro económico para este año de una inflación que podría llegar a 720% y una caída del PIB de 12%, según el FMI.

Asfixiados por la crisis, un 80% de venezolanos rechaza su gestión y 72% su proyecto, según Datanálisis. Pero Maduro cuenta con apoyo de los poderes judicial, electoral y militar.

"Venezuela ha hablado. Ha dicho que quiere paz (..) no quiere más injerencismo, más intervencionismo del imperialismo", aseguró este lunes el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López.

Paul Webster Hare, de la Universidad de Boston y exembajador británico en La Habana, cree que esta elección está lejos de ser un triunfo para Maduro.

"El socialismo venezolano no es sostenible, a diferencia de lo que pasó en Cuba (...) que tenía un poderoso aliado político en la Unión Soviética que le suministraba recursos a cambio de fidelidad", dijo a la AFP.

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