Un buque militar de EE UU abre fuego para frenar un barco iraní en el golfo Pérsico
Los disparos de advertencia de un navío de la Armada contra uno de la Guardia Revolucionaria revelan la tensión entre ambos países
Joan Faus
Washington, El País
La tensión entre Estados Unidos e Irán aflora de nuevo en las aguas del golfo Pérsico. Un buque de la Armada estadounidense efectuó este martes disparos de advertencia a un navío de la Guardia Revolucionaria que avanzaba hacia su ubicación. Les separaban apenas 137 metros. Tras el aviso de EE UU, el barco iraní se detuvo y el buque de la Armada, que estaba realizando unos ejercicios, continuó con su ruta.
El Comando Central de la Armada estadounidense acusó a Irán de violar las normativas internacionales de conducta marítima y esgrimió que antes de efectuar los disparos de advertencia lanzó bengalas e hizo sonidos de aviso que fueron ignorados. “El barco iraní no respondió a los intentos repetidos de establecer comunicaciones de radio mientras se acercaba”, señaló en un comunicado.
En cambio, la Guardia Revolucionaria iraní, que no está relacionada con las Fuerzas Armadas y responde directamente al líder supremo, culpó al buque estadounidense. En una nota, aseguró que el navío avanzó hacia uno de sus botes de patrulla y que disparó al aire “con la intención de provocar y crear miedo”.
El incidente tuvo lugar alrededor de las 3 de la madrugada hora local en el norte del golfo Pérsico. El Thunderbolt estaba acompañado por varios barcos de la Guardia Costera. Bahréin acoge una importante base naval norteamericana. Irán considera una provocación la presencia de buques militares estadounidenses en la zona, mientras que EE UU alega que tienen derecho a navegar en aguas internacionales.
No es un suceso inusual, pero evidencia el pulso geopolítico en la región y en una zona estratégica en el comercio petrolero. Y llega en un momento de creciente animosidad entre Washington y Teherán desde el inicio de la presidencia de Donald Trump, que ha hecho de la demonización del país árabe una enseña de su política exterior.
El Pentágono registró el año pasado 35 situaciones con interacciones “inseguras o no profesionales” con fuerzas iraníes en las aguas del Pérsico. En 2015 hubo 23 episodios.
El pasado enero, un destructor de la Armada ya efectuó disparos de advertencia a un buque de las fuerzas paramilitares iraníes que se le acercó en el estrecho de Ormuz.
Las negociaciones que llevaron al acuerdo nuclear de 2015 supusieron un incipiente deshielo entre EE UU e Irán, que no mantienen relaciones diplomáticos desde 1980 a raíz del asalto a la Embajada estadounidense en Teherán.
El Gobierno de Trump ha mantenido levantadas las sanciones a Irán relacionadas con el cumplimiento de sus obligaciones de reducción atómica, pero ha considerado que el gobierno de Hassan Rouhani no respeta el espíritu del pacto y le ha impuesto nuevas represalias por su programa de misiles.
Durante la campaña electoral, cuando Trump arremetía contra Irán solía recordar un incidente de enero de 2016. Las autoridades iraníes retuvieron entonces a dos pequeños barcos de la Armada estadounidense, con 10 marinos a bordo, después de que los navíos entraran “ilegalmente” en aguas territoriales iraníes. Los marinos fueron liberados al día siguiente, pero Teherán difundió imágenes de ellos arrodillados durante su detención. El republicano consideró que el trato fue humillante y lo vinculó con el acercamiento a Irán de su predecesor Barack Obama.
Joan Faus
Washington, El País
La tensión entre Estados Unidos e Irán aflora de nuevo en las aguas del golfo Pérsico. Un buque de la Armada estadounidense efectuó este martes disparos de advertencia a un navío de la Guardia Revolucionaria que avanzaba hacia su ubicación. Les separaban apenas 137 metros. Tras el aviso de EE UU, el barco iraní se detuvo y el buque de la Armada, que estaba realizando unos ejercicios, continuó con su ruta.
El Comando Central de la Armada estadounidense acusó a Irán de violar las normativas internacionales de conducta marítima y esgrimió que antes de efectuar los disparos de advertencia lanzó bengalas e hizo sonidos de aviso que fueron ignorados. “El barco iraní no respondió a los intentos repetidos de establecer comunicaciones de radio mientras se acercaba”, señaló en un comunicado.
En cambio, la Guardia Revolucionaria iraní, que no está relacionada con las Fuerzas Armadas y responde directamente al líder supremo, culpó al buque estadounidense. En una nota, aseguró que el navío avanzó hacia uno de sus botes de patrulla y que disparó al aire “con la intención de provocar y crear miedo”.
El incidente tuvo lugar alrededor de las 3 de la madrugada hora local en el norte del golfo Pérsico. El Thunderbolt estaba acompañado por varios barcos de la Guardia Costera. Bahréin acoge una importante base naval norteamericana. Irán considera una provocación la presencia de buques militares estadounidenses en la zona, mientras que EE UU alega que tienen derecho a navegar en aguas internacionales.
No es un suceso inusual, pero evidencia el pulso geopolítico en la región y en una zona estratégica en el comercio petrolero. Y llega en un momento de creciente animosidad entre Washington y Teherán desde el inicio de la presidencia de Donald Trump, que ha hecho de la demonización del país árabe una enseña de su política exterior.
El Pentágono registró el año pasado 35 situaciones con interacciones “inseguras o no profesionales” con fuerzas iraníes en las aguas del Pérsico. En 2015 hubo 23 episodios.
El pasado enero, un destructor de la Armada ya efectuó disparos de advertencia a un buque de las fuerzas paramilitares iraníes que se le acercó en el estrecho de Ormuz.
Las negociaciones que llevaron al acuerdo nuclear de 2015 supusieron un incipiente deshielo entre EE UU e Irán, que no mantienen relaciones diplomáticos desde 1980 a raíz del asalto a la Embajada estadounidense en Teherán.
El Gobierno de Trump ha mantenido levantadas las sanciones a Irán relacionadas con el cumplimiento de sus obligaciones de reducción atómica, pero ha considerado que el gobierno de Hassan Rouhani no respeta el espíritu del pacto y le ha impuesto nuevas represalias por su programa de misiles.
Durante la campaña electoral, cuando Trump arremetía contra Irán solía recordar un incidente de enero de 2016. Las autoridades iraníes retuvieron entonces a dos pequeños barcos de la Armada estadounidense, con 10 marinos a bordo, después de que los navíos entraran “ilegalmente” en aguas territoriales iraníes. Los marinos fueron liberados al día siguiente, pero Teherán difundió imágenes de ellos arrodillados durante su detención. El republicano consideró que el trato fue humillante y lo vinculó con el acercamiento a Irán de su predecesor Barack Obama.