Torturado para que se declare culpable, vía crucis de Reynaldo
Ramírez relata que fue golpeado en la boca, llevado a la laguna Alalay de Cochabamba y trasladado a Santa Cruz en la maletera de un vehículo sin alimentación.
ANF / La Paz
Reynaldo Ramírez (27), víctima del fallo de una jueza que lo condenó a 30 años de presidio sin derecho a indulto por un crimen que no cometió, reveló que fue torturado por la Policía para que se declare culpable de feminicidio. La revelación fue conocida mediante un video que fue difundido por el diario Opinión.
Ramírez fue detenido el 11 de mayo de 2015 tras acudir a una cita que concertó por internet. Al llegar al lugar lo "acorralan” tres policías de civil, preguntan por su nombre, revisan sus bolsillos, revisan su carnet y verifican "que les digo la verdad”.
Sin embargo, "después me enmanillan, me quitan mi celular, me conducen a una vagoneta guinda, hay una mujer policía de civil embarazada, junto con ella me conducen a la FELCV (Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia) de la Esteban Arce (en Cochabamba), ahí me meten a un cuarto oscuro, uno me agarra, los otros dos me golpean, uno me golpea en la boca, y quieren hacerme decir algo que yo no había cometido, me dicen tú habías matado, sin ninguna explicación me golpean”, rememoró Ramírez, ahora en libertad.
El suplicio no acabó ahí, ya que esa misma noche fue llevado por los policías a la laguna Alalay donde lo "tratan como a un animal”. Después es depositado en la maletera de un auto para ser llevado hasta Santa Cruz. "Me suben a la maletera y hacen el viaje todo el día, sin nada que comer, me llevan a Santa Cruz”.
Según un estudio realizado sobre varios casos por el Instituto de Investigación contra la Tortura (ITEI), la tortura sigue siendo el método de investigación más utilizado por la Policía y los gobiernos de turno, incluido el actual, no realizaron acciones concretas para que esta situación cambie. Emma Bravo, directora del ITEI, denunció que la tortura en instancias judiciales se realiza en complicidad y anuencia de las autoridades.
Al llegar a Santa Cruz, Ramírez fue llevado a una unidad de Tránsito de la Policía y depositado en una celda, según cuenta. Desde ahí logra comunicarse con su familia, porque mientras estuvo detenido en Cochabamba, sin conocimiento de sus parientes, los policías le negaron ese derecho.
"Esa tarde me llevan a una sala y ahí me toman fotos los periodistas, hay muchos periodistas que me toman foto, con escoltas”, recuerda apenado, situación que se constituye en otra vulneración a sus derechos.
Luego de la exposición mediática, Ramírez fue trasladado al penal de Palmasola escoltado por el sargento Gonzalo Barra, quien le sugiere que "soborne y negocie con la otra parte” por su libertad.
"Pero no lo acepto, me niego, yo no he cometido ningún delito”, remarca. Ya en Palmasola, ingresa al pabellón PC3, pero pide su cambio por lo que tuvo que pagar 500 dólares.
Los derechos vulnerados
Inocencia El artículo 6 del Código de Procedimiento Penal sobre presunción de inocencia señala que "todo imputado será considerado inocente y tratado como tal en todo momento, mientras no se declare su culpabilidad en sentencia ejecutoriada”. En el caso de Reynaldo Ramírez, no se respetó este precepto.
Exposición El numeral 2 del artículo 296 del mismo código, referido a la Aprehensión, instruye a la Policía "no permitir que los detenidos sean presentados a ningún medio de comunicación social sin su expreso consentimiento, el que se otorgará en presencia del Defensor y se hará constar en las diligencias respectivas”.
ANF / La Paz
Reynaldo Ramírez (27), víctima del fallo de una jueza que lo condenó a 30 años de presidio sin derecho a indulto por un crimen que no cometió, reveló que fue torturado por la Policía para que se declare culpable de feminicidio. La revelación fue conocida mediante un video que fue difundido por el diario Opinión.
Ramírez fue detenido el 11 de mayo de 2015 tras acudir a una cita que concertó por internet. Al llegar al lugar lo "acorralan” tres policías de civil, preguntan por su nombre, revisan sus bolsillos, revisan su carnet y verifican "que les digo la verdad”.
Sin embargo, "después me enmanillan, me quitan mi celular, me conducen a una vagoneta guinda, hay una mujer policía de civil embarazada, junto con ella me conducen a la FELCV (Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia) de la Esteban Arce (en Cochabamba), ahí me meten a un cuarto oscuro, uno me agarra, los otros dos me golpean, uno me golpea en la boca, y quieren hacerme decir algo que yo no había cometido, me dicen tú habías matado, sin ninguna explicación me golpean”, rememoró Ramírez, ahora en libertad.
El suplicio no acabó ahí, ya que esa misma noche fue llevado por los policías a la laguna Alalay donde lo "tratan como a un animal”. Después es depositado en la maletera de un auto para ser llevado hasta Santa Cruz. "Me suben a la maletera y hacen el viaje todo el día, sin nada que comer, me llevan a Santa Cruz”.
Según un estudio realizado sobre varios casos por el Instituto de Investigación contra la Tortura (ITEI), la tortura sigue siendo el método de investigación más utilizado por la Policía y los gobiernos de turno, incluido el actual, no realizaron acciones concretas para que esta situación cambie. Emma Bravo, directora del ITEI, denunció que la tortura en instancias judiciales se realiza en complicidad y anuencia de las autoridades.
Al llegar a Santa Cruz, Ramírez fue llevado a una unidad de Tránsito de la Policía y depositado en una celda, según cuenta. Desde ahí logra comunicarse con su familia, porque mientras estuvo detenido en Cochabamba, sin conocimiento de sus parientes, los policías le negaron ese derecho.
"Esa tarde me llevan a una sala y ahí me toman fotos los periodistas, hay muchos periodistas que me toman foto, con escoltas”, recuerda apenado, situación que se constituye en otra vulneración a sus derechos.
Luego de la exposición mediática, Ramírez fue trasladado al penal de Palmasola escoltado por el sargento Gonzalo Barra, quien le sugiere que "soborne y negocie con la otra parte” por su libertad.
"Pero no lo acepto, me niego, yo no he cometido ningún delito”, remarca. Ya en Palmasola, ingresa al pabellón PC3, pero pide su cambio por lo que tuvo que pagar 500 dólares.
Los derechos vulnerados
Inocencia El artículo 6 del Código de Procedimiento Penal sobre presunción de inocencia señala que "todo imputado será considerado inocente y tratado como tal en todo momento, mientras no se declare su culpabilidad en sentencia ejecutoriada”. En el caso de Reynaldo Ramírez, no se respetó este precepto.
Exposición El numeral 2 del artículo 296 del mismo código, referido a la Aprehensión, instruye a la Policía "no permitir que los detenidos sean presentados a ningún medio de comunicación social sin su expreso consentimiento, el que se otorgará en presencia del Defensor y se hará constar en las diligencias respectivas”.