Temer convierte la primera votación de su denuncia en una victoria

Es la primera de las muchas fases por las que debe pasar la demanda por corrupción presentada por el fiscal general contra el presidente brasileño

Afonso Benites
Brasilia, El País
Un comité del Senado brasileño ha rechazo la denuncia que hace dos semanas el fiscal general interpuso contra el presidente Michel Temer, acusándolo de recibir sobornos. Con 40 votos contra 25, han rechazado el informe que pedía la apertura de la demanda, al entender que la pila de pruebas de que Temer aceptó dinero de empresarios a cambio de un trato favorable no es concluyente.


La denuncia llega, ahora, debilitada a su siguiente fase, en el Congreso, donde sus 513 miembros deberán votar si la mandan o no al Tribunal Supremo. Si dos tercios votan que sí será una pésima noticia para Michel Temer, alguien mucho más cómodo en un entorno político que en uno jurídico. El Supremo le destituiría automáticamente durante 180 días mientras le juzga y la presidencia recaería sobre Rodrigo Maia, el presidente del Congreso.

Pero Temer, a quien le quedan pocos aliados en las instituciones y en las calles araña una aprobación de solo el 7%, ha conseguido apuntarse una victoria directamente al inicio del proceso prácticamente solo con acuerdos a los que ha llegado a puerta cerrada en los últimos días. Así, logró que 17 de los miembros del Comité fueran reemplazados por otros más afines, lo que le aseguró la victoria por un margen amplio.

Temer ha conseguido así algo que hace un mes sonaba difícil y hace días, impensable: una semana repleta de buenas noticias. Justo cuando se cumplen dos meses de la grave crisis política desatada por la enésima remesa de acusaciones de corrupción contra su Gobierno, de la que hasta los más optimistas pensabas que nunca saldría, al presidente no le podría ir mejor. El martes logró que el Senado aprobase, por fin, la reforma laboral en la que había apostado toda su credibilidad como presidente y que llevaba casi un año resistiéndosele en las cámaras. El miércoles saboreó la victoria del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, uno de sus mayores rivales ideológicos y la peor amenaza para sus proyectos liberales.

Esto no quiere decir que sea momento de cantar victoria. El fiscal general Rodrigo Janot tiene todavía muchos ases en la manga, para jugar a un juego de resistencias con el presidente. En Brasiia dan por hecho que si Temer logra zafarse de esta denuncia, por corrupción pasiva, Janot aún puede iniciar proceso -por corrupción activa- y otro -por lavado de dinero- y otro –por obstrucción a la justicia-. El gran embrollo político de Michel Temer está llegando a su fin, pero aún tiene problemas para rato.

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