Rusia sopesa represalias contra EEUU por la confiscación de bienes
La prensa rusa informa de que el Kremlin prepara la expulsión de 30 diplomáticos norteamericanos
Rodrigo Fernández
Moscú, El País
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró este martes en la localidad austriaca de Mauerbach que están estudiando qué medidas tomar ante la situación creada con las propiedades diplomáticas rusas en Estados Unidos, que permanecen incautadas desde fines del año pasado. La Administración Obama, además de vetar al acceso a los diplomáticos rusos a las casas que pertenecen al Kremlin, expulsó en aquella ocasión a 35 diplomáticos acusados de espionaje y Moscú, para sorpresa de todos, optó por no tomar medidas de represalia. La prensa rusa informa de que el Kremlin prepara la expulsión de una treintena de diplomáticos.
Lavrov definió el la incautación de las propiedades diplomáticas rusas como "indignante", ya que según la ley gozan de inmunidad. "Considero que para un gran país como Estados Unidos, defensor del derecho internacional, es simplemente vergonzoso mantener esta situación. Naturalmente, vamos a exigir que la ley impere, que la justicia y el derecho internacional sean restablecidos", respondió Lavrov en los pasillos de la reunión de la OSCE a un periodista que se interesaba sobre si Rusia tomaría después de todo medidas de represalia y si expulsaría a diplomáticos estadounidenses.
El jefe de la diplomacia rusa señaló que no consideraba correcto discutir en público las medidas que están estudiando, pero añadió que comprendía que en el Congreso hay "ánimos rusófobos" y que la decisión de expulsar a los diplomáticos y de confiscar de hecho las propiedades diplomáticas habían sido tomadas bajo la anterior Administración de Barack Obama, cuando esta vivía sus últimos meses. "Ella quería envenenar al máximo las relaciones ruso-estadounidenses, hacer todo lo posible para que la Administración de Trump se viera encerrada en una trampa", concluyó Lavrov.
Las relaciones entre Moscú y Washington se deterioraron drásticamente durante el Gobierno de Obama y no ha habido progresos importantes con la presidencia de Trump. Ni siquiera el reciente encuentro que mantuvieron Putin y Trump en el G-20, en Hamburgo, parece haber dado resultados sustanciales.
No es de extrañar entonces que, según el diario Izvestia, Moscú esté preparando la expulsión de una treintena de diplomáticos norteamericanos y de arrestar varias propiedades estadounidenses en Rusia. El viceministro de Exteriores, Serguéi Riabjov, declaró este martes por su parte que la demora en la solución del problema con las propiedades diplomáticas rusas en Estados Unidos "aumenta las posibilidades de una respuesta dura" por parte de Moscú.
Lavrov se refirió en Mauerbach también a otros temas y dijo que Moscú evalúa positivamente la liberación de Mosul. "Por supuesto que estamos felices de que el Estado Islámico haya sufrido una derrota", manifestó, agregando que confía en que esta victoria sirva para consolidar la unidad territorial de Irak. Al mismo tiempo, Lavrov recordó las críticas que habían llovido sobre los rusos por las pérdidas de civiles y la destrucción de la infraestructura urbana ocurridas durante la liberación de Alepo y aseguró que en el caso de Mosul habían sido mayores. "Alepo Oriental fue liberado con muchas menos pérdidas para la infraestructura civil", pero "en cualquier caso está claro que el precio que habrá que pagar por la victoria sobre el terrorismo será alto", remató.
Rodrigo Fernández
Moscú, El País
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró este martes en la localidad austriaca de Mauerbach que están estudiando qué medidas tomar ante la situación creada con las propiedades diplomáticas rusas en Estados Unidos, que permanecen incautadas desde fines del año pasado. La Administración Obama, además de vetar al acceso a los diplomáticos rusos a las casas que pertenecen al Kremlin, expulsó en aquella ocasión a 35 diplomáticos acusados de espionaje y Moscú, para sorpresa de todos, optó por no tomar medidas de represalia. La prensa rusa informa de que el Kremlin prepara la expulsión de una treintena de diplomáticos.
Lavrov definió el la incautación de las propiedades diplomáticas rusas como "indignante", ya que según la ley gozan de inmunidad. "Considero que para un gran país como Estados Unidos, defensor del derecho internacional, es simplemente vergonzoso mantener esta situación. Naturalmente, vamos a exigir que la ley impere, que la justicia y el derecho internacional sean restablecidos", respondió Lavrov en los pasillos de la reunión de la OSCE a un periodista que se interesaba sobre si Rusia tomaría después de todo medidas de represalia y si expulsaría a diplomáticos estadounidenses.
El jefe de la diplomacia rusa señaló que no consideraba correcto discutir en público las medidas que están estudiando, pero añadió que comprendía que en el Congreso hay "ánimos rusófobos" y que la decisión de expulsar a los diplomáticos y de confiscar de hecho las propiedades diplomáticas habían sido tomadas bajo la anterior Administración de Barack Obama, cuando esta vivía sus últimos meses. "Ella quería envenenar al máximo las relaciones ruso-estadounidenses, hacer todo lo posible para que la Administración de Trump se viera encerrada en una trampa", concluyó Lavrov.
Las relaciones entre Moscú y Washington se deterioraron drásticamente durante el Gobierno de Obama y no ha habido progresos importantes con la presidencia de Trump. Ni siquiera el reciente encuentro que mantuvieron Putin y Trump en el G-20, en Hamburgo, parece haber dado resultados sustanciales.
No es de extrañar entonces que, según el diario Izvestia, Moscú esté preparando la expulsión de una treintena de diplomáticos norteamericanos y de arrestar varias propiedades estadounidenses en Rusia. El viceministro de Exteriores, Serguéi Riabjov, declaró este martes por su parte que la demora en la solución del problema con las propiedades diplomáticas rusas en Estados Unidos "aumenta las posibilidades de una respuesta dura" por parte de Moscú.
Lavrov se refirió en Mauerbach también a otros temas y dijo que Moscú evalúa positivamente la liberación de Mosul. "Por supuesto que estamos felices de que el Estado Islámico haya sufrido una derrota", manifestó, agregando que confía en que esta victoria sirva para consolidar la unidad territorial de Irak. Al mismo tiempo, Lavrov recordó las críticas que habían llovido sobre los rusos por las pérdidas de civiles y la destrucción de la infraestructura urbana ocurridas durante la liberación de Alepo y aseguró que en el caso de Mosul habían sido mayores. "Alepo Oriental fue liberado con muchas menos pérdidas para la infraestructura civil", pero "en cualquier caso está claro que el precio que habrá que pagar por la victoria sobre el terrorismo será alto", remató.