¿Por qué se fue Bonucci?: peleas con Allegri, Dybala, Barzagli...
Turín, AS
El central ha fichado por el Milán después de que supuestamente hubiera discutido con el entrenador y con otros compañeros en la final de Cardiff.
El adiós de Leonardo Bonucci a la Juventus fue una sorpresa, sobre todo por como llegó. Históricamente, la Juventus es el equipo que, para defender su hegemonía en Italia, le saca los mejores jugadores a sus rivales, reforzándose y perjudicando a la competencia. El mercado de la temporada pasada, fue una demostración perfecta: ¿Higuaín y Pjanic deslumbran en los únicos dos equipos que se acercaron a la Vecchia Signora? Bien, los dos se van para Turín. Y no fue la primera vez.
Nadie podía imaginarse que la squadra bianconera, por "apenas" 40 millones, se hubiese privado de su defensa más importante, dando a un viejo rival como el Milán la oportunidad de seguir reforzando una plantilla que, en este verano, se está convirtiendo en un equipazo. Sin embargo, estudiando a fondo lo que ocurrió en los últimos meses de la última temporada, los motivos de este bombazo se hacen más claros.
El 'sliding doors' de la relación entre Max Allegri y Leonardo Bonucci tuvo lugar el pasado 17 de febrero, durante Juventus-Palermo. Una discusión muy fuerte sobre unos cambios que le pedía el defensa a su entrenador, culminada con un “cállate, gilipollas” gritado por Max delante de medio mundo. En las entrevistas del postpartido el asunto se vendió como arreglado, pero la imagen de Bonucci sentado en un taburete durante el sucesivo enfrentamiento (fundamental) con el Oporto, demostraron que no lo era. Y que Allegri estaba ganando su guerra con el central.
Según varios medios italianos, cuando el entrenador negoció la renovación de su contrato, pidió claramente el traspaso de Bonucci. “O él, o yo”, para resumir. Cuando la Juventus, en junio, hizo oficial el acuerdo con el entrenador hasta 2020, el destino de Leo parecía sellado.
La tensión que vivía el jugador también fue protagonista en el famoso descanso de Cardiff. Por mucho que los protagonistas lo desmientan, en Italia todo el mundo tiene claro que algo sí pasó. Se habló de una supuesta bofetada de Bonucci a Dybala, y de una discusión del mismo con Barzagli. No hay pruebas, pero podemos analizar lo que ocurrió después: Dani Alves le aconsejó públicamente a la Joya que se marchara, y poco después forzó su adiós con los de Turín. Y llegamos a estos días, con la venta de Bonucci.
¿Por qué al Milán? Sencillamente, era el único equipo italiano que pudiese ficharle en este momento. Y el central, por razones personales, no quería marcharse al extranjero. La Juve, tras todo lo ocurrido, no podía permitirse seguir contando con sus servicios, y cerró el traspaso.
¿Qué pasará? La única certeza es que la zaga del Milán podrá contar con uno de los mejores centrales del mundo. No exagera, Montella, cuando dice que Bonucci es el mejor del planeta, en este papel, junto con Sergio Ramos. La Juve perdió mucho (el “te echaré de menos” publicado en Twitter por Buffon, cuenta mucho) pero está todavía por ver si de verdad ha llegado el año que acabará con su hegemonía en el Bel Paese.
La Vecchia Signora sabe reinventarse. Es más, parece casi que le guste hacerlo. Desde Zidane a Pogba, pasando por Conte, cuando la Juve despidió a una de sus columnas, muchas veces salió reforzada. Veremos si pasará una vez más.
El central ha fichado por el Milán después de que supuestamente hubiera discutido con el entrenador y con otros compañeros en la final de Cardiff.
El adiós de Leonardo Bonucci a la Juventus fue una sorpresa, sobre todo por como llegó. Históricamente, la Juventus es el equipo que, para defender su hegemonía en Italia, le saca los mejores jugadores a sus rivales, reforzándose y perjudicando a la competencia. El mercado de la temporada pasada, fue una demostración perfecta: ¿Higuaín y Pjanic deslumbran en los únicos dos equipos que se acercaron a la Vecchia Signora? Bien, los dos se van para Turín. Y no fue la primera vez.
Nadie podía imaginarse que la squadra bianconera, por "apenas" 40 millones, se hubiese privado de su defensa más importante, dando a un viejo rival como el Milán la oportunidad de seguir reforzando una plantilla que, en este verano, se está convirtiendo en un equipazo. Sin embargo, estudiando a fondo lo que ocurrió en los últimos meses de la última temporada, los motivos de este bombazo se hacen más claros.
El 'sliding doors' de la relación entre Max Allegri y Leonardo Bonucci tuvo lugar el pasado 17 de febrero, durante Juventus-Palermo. Una discusión muy fuerte sobre unos cambios que le pedía el defensa a su entrenador, culminada con un “cállate, gilipollas” gritado por Max delante de medio mundo. En las entrevistas del postpartido el asunto se vendió como arreglado, pero la imagen de Bonucci sentado en un taburete durante el sucesivo enfrentamiento (fundamental) con el Oporto, demostraron que no lo era. Y que Allegri estaba ganando su guerra con el central.
Según varios medios italianos, cuando el entrenador negoció la renovación de su contrato, pidió claramente el traspaso de Bonucci. “O él, o yo”, para resumir. Cuando la Juventus, en junio, hizo oficial el acuerdo con el entrenador hasta 2020, el destino de Leo parecía sellado.
La tensión que vivía el jugador también fue protagonista en el famoso descanso de Cardiff. Por mucho que los protagonistas lo desmientan, en Italia todo el mundo tiene claro que algo sí pasó. Se habló de una supuesta bofetada de Bonucci a Dybala, y de una discusión del mismo con Barzagli. No hay pruebas, pero podemos analizar lo que ocurrió después: Dani Alves le aconsejó públicamente a la Joya que se marchara, y poco después forzó su adiós con los de Turín. Y llegamos a estos días, con la venta de Bonucci.
¿Por qué al Milán? Sencillamente, era el único equipo italiano que pudiese ficharle en este momento. Y el central, por razones personales, no quería marcharse al extranjero. La Juve, tras todo lo ocurrido, no podía permitirse seguir contando con sus servicios, y cerró el traspaso.
¿Qué pasará? La única certeza es que la zaga del Milán podrá contar con uno de los mejores centrales del mundo. No exagera, Montella, cuando dice que Bonucci es el mejor del planeta, en este papel, junto con Sergio Ramos. La Juve perdió mucho (el “te echaré de menos” publicado en Twitter por Buffon, cuenta mucho) pero está todavía por ver si de verdad ha llegado el año que acabará con su hegemonía en el Bel Paese.
La Vecchia Signora sabe reinventarse. Es más, parece casi que le guste hacerlo. Desde Zidane a Pogba, pasando por Conte, cuando la Juve despidió a una de sus columnas, muchas veces salió reforzada. Veremos si pasará una vez más.