MUNDIAL NATACION / Cuarto oro para Sjöstrom en 100 mariposa y Proud se apunta el 50
La sueca se quedó a cinco centésimas del récord mundial, mientras que la canadiense Masse en los 100 espalda se quedó a otras seis centésimas en semifinales.
Alberto Martínez
As
Junto a Katie Ledecky y la húngara Katinka Hosszu, Sarah Sjöstrom está llamada a ser la reina de estos Mundiales. Desde que debutara en el Mundial de Roma en 2009, la velocista siempre ha estado en los podios internacionales, pero ahora se ha convertido en una nadadora prácticamente sin oponente, capaz de batir récords históricos. Así lo demostró en los 100 mariposa, una prueba en la que se colgó su segundo oro en Budapest y en la que se quedó a apenas cinco centésimas del récord del mundo (55.53).
Los 100 mariposa tienen un idilio con Sjöstrom. La sueca ya se apuntó este oro en Roma 2009, cuando apenas contaba con 15 años, empujada por los bañadores mágicos. Pero la magia estaba en su cuerpo no el textil. Después de un periodo de barbecho, ese paso tan montañoso como es el paso de júnior a absoluta, este icono de Suecia volvió a la cima. Ganó los 100 mariposa en Barcelona 2013 y Kazán 2015, por lo que este es su cuarto título.
Sjöstrom, que el domingo se había convertido en la primera mujer en bajar de 52 segundos en los 50 libre, fue la más rápida en el 50, prueba que domina mejor que nadie. Sus 25.67 suponían rebajar el récord del mundo en 34 centésimas, pero la falta un punto más de resistencia a la sueca para batir esos 55.48. Apenas se vio inquietada por la australiana McKeon (56.18) ni tampoco por la americana Kelsi Worrell (56.37). Al menos, sus 55.53 fueron récord de los Campeonatos. A sus 23 años, Sjöstrom era la finalista de más edad.
La otra final de la tarde fueron los nostálgicos 50 mariposa, aquellos en los que Rafa Muñoz sigue manteniendo el récord del mundo. Y parece que, ocho años después, ningún nadador está en condiciones de superar los 22.43 del cordobés. El oro fue para Benjamin Proud, con un tiempo de 22.75. El británico se impuso por un margen estrecho al brasileño Nicholas Santos (22.79) y al ucrania Andrii Govorov (22.84), que fueron plata y bronce.
En las semifinales de los 100 espalda, ausente Katinka Hosszu, la canadiense Kyllie Masse se quedó a solo seis centésimas del récord del muno (58.18). Apunta a lograrla en una final en la que solo la australiana Emily Seebohm (58.85) y la estadounidense Kathleen Baker (59.03) le pueden hacer sombra. Mientras que en los 200 libre, doblete británico a la final del martes. Scoot (1:45.14) y Guy (1:45.16) aventajaron al chino Sun Yang (1:45.24), que sigue siendo el favorito.
También se presume entretenida la final de los 100 espalda, en la que el chino Jjiayu Xu, con una elegancia y naturalidad en el agua como la que se aprecia en su compatriota Sun Yang, marcó apenas sin esfuerzo el mejor tiempo (52.44). Le siguen muy de cerca los estadounidenses Murphy y Grevers.
Alberto Martínez
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Junto a Katie Ledecky y la húngara Katinka Hosszu, Sarah Sjöstrom está llamada a ser la reina de estos Mundiales. Desde que debutara en el Mundial de Roma en 2009, la velocista siempre ha estado en los podios internacionales, pero ahora se ha convertido en una nadadora prácticamente sin oponente, capaz de batir récords históricos. Así lo demostró en los 100 mariposa, una prueba en la que se colgó su segundo oro en Budapest y en la que se quedó a apenas cinco centésimas del récord del mundo (55.53).
Los 100 mariposa tienen un idilio con Sjöstrom. La sueca ya se apuntó este oro en Roma 2009, cuando apenas contaba con 15 años, empujada por los bañadores mágicos. Pero la magia estaba en su cuerpo no el textil. Después de un periodo de barbecho, ese paso tan montañoso como es el paso de júnior a absoluta, este icono de Suecia volvió a la cima. Ganó los 100 mariposa en Barcelona 2013 y Kazán 2015, por lo que este es su cuarto título.
Sjöstrom, que el domingo se había convertido en la primera mujer en bajar de 52 segundos en los 50 libre, fue la más rápida en el 50, prueba que domina mejor que nadie. Sus 25.67 suponían rebajar el récord del mundo en 34 centésimas, pero la falta un punto más de resistencia a la sueca para batir esos 55.48. Apenas se vio inquietada por la australiana McKeon (56.18) ni tampoco por la americana Kelsi Worrell (56.37). Al menos, sus 55.53 fueron récord de los Campeonatos. A sus 23 años, Sjöstrom era la finalista de más edad.
La otra final de la tarde fueron los nostálgicos 50 mariposa, aquellos en los que Rafa Muñoz sigue manteniendo el récord del mundo. Y parece que, ocho años después, ningún nadador está en condiciones de superar los 22.43 del cordobés. El oro fue para Benjamin Proud, con un tiempo de 22.75. El británico se impuso por un margen estrecho al brasileño Nicholas Santos (22.79) y al ucrania Andrii Govorov (22.84), que fueron plata y bronce.
En las semifinales de los 100 espalda, ausente Katinka Hosszu, la canadiense Kyllie Masse se quedó a solo seis centésimas del récord del muno (58.18). Apunta a lograrla en una final en la que solo la australiana Emily Seebohm (58.85) y la estadounidense Kathleen Baker (59.03) le pueden hacer sombra. Mientras que en los 200 libre, doblete británico a la final del martes. Scoot (1:45.14) y Guy (1:45.16) aventajaron al chino Sun Yang (1:45.24), que sigue siendo el favorito.
También se presume entretenida la final de los 100 espalda, en la que el chino Jjiayu Xu, con una elegancia y naturalidad en el agua como la que se aprecia en su compatriota Sun Yang, marcó apenas sin esfuerzo el mejor tiempo (52.44). Le siguen muy de cerca los estadounidenses Murphy y Grevers.