Londres da largas a la UE por la “abusiva” factura del Brexit
Johnson asegura que no hay un plan para el caso de que Reino Unido abandone la UE sin acuerdo
Pablo Guimón
Londres, El País
Los líderes europeos "van listos" si pretenden que Reino Unido pague una cuantiosa factura por el Brexit, dijo este martes en el Parlamento el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson. Para el titular del Foreign Office, las sumas de dinero que los Veintisiete estudian reclamar a Londres son “abusivas”. El Gobierno, aseguró, no tiene un plan para el caso de que Reino Unido abandone la UE sin acuerdo. Una posibilidad que la primera ministra, que mañana cumple un año en Downing Street, insiste en dejar abierta.
La UE ha dejado claro que quiere zanjar primero la factura del Brexit, antes de empezar a negociar la futura relación comercial entre Reino Unido y el bloque. El pago que Bruselas exige a Londres corresponde, básicamente, a la suma de tres partidas: proyectos ya comprometidos pero cuyos pagos no han sido asignados, derechos de pensión de los funcionarios europeos y garantías sobre préstamos que otorga, entre otros, el Banco Europeo de Inversiones. Bruselas no ha realizado oficialmente una estimación pero, según los conceptos esbozados en los documentos que recogen la posición negociadora de la Comisión Europea, la factura podría ascender hasta los 100.000 millones de euros.
“Las cantidades que he visto me parecen abusivas y creo que irse a paseo es una expresión completamente apropiada”, dijo este martes Boris Johnson, en una comparecencia en el Parlamento. Fue en respuesta a un diputado conservador euroescéptico, Philip Hollobone, que le pidió que dejara claro a la UE que, “si quiere un penique más” de lo aportado ya por Reino Unido a las arcas comunitarias desde 1973, “puede irse a paseo”. Hasta ahora, el Gobierno británico ha dicho que no estaría dispuesto a pagar la cantidad de 100.000 millones de euros pero que saldará sus obligaciones cuando se vaya.
Johnson, que fue una de las principales figuras de la campaña por el Brexit en el referéndum celebrado el año pasado, aseguró también que el Gobierno no tiene un plan para el caso de que Reino Unido, al final de los dos años de negociaciones, decida abandonar la mesa sin firmar un acuerdo. “No hay un plan para una salida sin acuerdo porque vamos a lograr un gran acuerdo”, dijo el ministro.
Downing Street inmediatamente corrigió a Johnson y aseguró que “se está realizando planificación de contingencia para un abanico de escenarios”. La primera ministra, Theresa May, ha venido reiterando desde hace meses que estaría dispuesta a levantarse de la mesa negociadora sin acuerdo si considera que los términos ofrecidos por los Veintisiete no son satisfactorios.
Las declaraciones de Johnson se produjeron en un día en que Theresa May quiso inyectar vigor su liderazgo, maltrecho después del pésimo resultado electoral, con un discurso en que pidió colaboración a la oposición para responder a los desafíos del Brexit. La primera ministra, que mañana cumple un año en el cargo, reconoció que su situación ha cambiado tras perder la mayoría absoluta en los comicios del pasado 8 de junio. Llamó a los diputados de la oposición a "contribuir" a "clarificar y mejorar" las políticas que se deciden en el Parlamento, donde los conservadores dependen de los diez diputados del Partido Democrático Unionista (DUP) norirlandés.
Pablo Guimón
Londres, El País
Los líderes europeos "van listos" si pretenden que Reino Unido pague una cuantiosa factura por el Brexit, dijo este martes en el Parlamento el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson. Para el titular del Foreign Office, las sumas de dinero que los Veintisiete estudian reclamar a Londres son “abusivas”. El Gobierno, aseguró, no tiene un plan para el caso de que Reino Unido abandone la UE sin acuerdo. Una posibilidad que la primera ministra, que mañana cumple un año en Downing Street, insiste en dejar abierta.
La UE ha dejado claro que quiere zanjar primero la factura del Brexit, antes de empezar a negociar la futura relación comercial entre Reino Unido y el bloque. El pago que Bruselas exige a Londres corresponde, básicamente, a la suma de tres partidas: proyectos ya comprometidos pero cuyos pagos no han sido asignados, derechos de pensión de los funcionarios europeos y garantías sobre préstamos que otorga, entre otros, el Banco Europeo de Inversiones. Bruselas no ha realizado oficialmente una estimación pero, según los conceptos esbozados en los documentos que recogen la posición negociadora de la Comisión Europea, la factura podría ascender hasta los 100.000 millones de euros.
“Las cantidades que he visto me parecen abusivas y creo que irse a paseo es una expresión completamente apropiada”, dijo este martes Boris Johnson, en una comparecencia en el Parlamento. Fue en respuesta a un diputado conservador euroescéptico, Philip Hollobone, que le pidió que dejara claro a la UE que, “si quiere un penique más” de lo aportado ya por Reino Unido a las arcas comunitarias desde 1973, “puede irse a paseo”. Hasta ahora, el Gobierno británico ha dicho que no estaría dispuesto a pagar la cantidad de 100.000 millones de euros pero que saldará sus obligaciones cuando se vaya.
Johnson, que fue una de las principales figuras de la campaña por el Brexit en el referéndum celebrado el año pasado, aseguró también que el Gobierno no tiene un plan para el caso de que Reino Unido, al final de los dos años de negociaciones, decida abandonar la mesa sin firmar un acuerdo. “No hay un plan para una salida sin acuerdo porque vamos a lograr un gran acuerdo”, dijo el ministro.
Downing Street inmediatamente corrigió a Johnson y aseguró que “se está realizando planificación de contingencia para un abanico de escenarios”. La primera ministra, Theresa May, ha venido reiterando desde hace meses que estaría dispuesta a levantarse de la mesa negociadora sin acuerdo si considera que los términos ofrecidos por los Veintisiete no son satisfactorios.
Las declaraciones de Johnson se produjeron en un día en que Theresa May quiso inyectar vigor su liderazgo, maltrecho después del pésimo resultado electoral, con un discurso en que pidió colaboración a la oposición para responder a los desafíos del Brexit. La primera ministra, que mañana cumple un año en el cargo, reconoció que su situación ha cambiado tras perder la mayoría absoluta en los comicios del pasado 8 de junio. Llamó a los diputados de la oposición a "contribuir" a "clarificar y mejorar" las políticas que se deciden en el Parlamento, donde los conservadores dependen de los diez diputados del Partido Democrático Unionista (DUP) norirlandés.