Linda Wenzel, la adolescente que viajó de Sajonia a Mosul para luchar con el ISIS
La chica, de 16 años, fue detenida por la Policía iraquí junto a tres compatriotas que las autoridades no han identificado aún
Enrique Müller
Berlín, El País
La misteriosa desaparición de Linda Wenzel, una joven de 16 años que vivía en Pulsnitz, un idílico pueblo alemán en el Estado de Sajonia y que había escapado de la casa materna hace un año para unirse al Estado Islámico (ISIS, por sus siglás en inglés), quedó resuelta este sábado, cuando la Fiscalía de Dresde ha confirmado la identidad de la chica, que fue detenida el pasado jueves en Mosul junto a otras tres jóvenes alemanas por el Ejercito iraquí, que conquistó la ciudad tras nueve meses de batalla.
Lorenz Haase, portavoz de la Fiscalía de Dresde confirmó en un escueto comunicado que la adolescente de 16 años, citada por la Justicia como Linda W., en línea con las leyes de privacidad vigentes en Alemania, había sido identificada y que estaba recibiendo ayuda consular de la Embajada alemana en Bagdad, la capital iraquí. Pero Haase no ha confirmado las informaciones que indicaban que la joven había estado combatiendo en las filas del ISIS.
La detención de Linda Wenzel inundó las redes sociales, que mostraban a una chica desaliñada y tímida en presencia de soldados iraquíes. Las primeras informaciones que llegaron a Alemania señalaban que la chica había sido detenida en un túnel ubicado en la ciudad vieja de Mosul, donde también se encontraron armas y cinturones suicidas. Las jóvenes formaban parte de un grupo de unas 20 mujeres combatientes, la mayoría extranjeras.
Las fotos muestran a la joven con el rostro pálido y cubierto de polvo y con un pañuelo multicolor que le cubría el cuello. Las sospechas sobre la identidad de la joven nacieron cuando sus captores descubrieron que la combatiente del ISIS no hablaba árabe.
Según informaciones de la revista Der Spiegel, la joven se encuentra actualmente detenida en un cárcel de alta seguridad ubicada en las cercanías del aeropuerto de Bagdad, donde ha sido visitada por diplomáticos alemanes. A pesar de que la combatiente ya ha sido identificada, las autoridades alemanes han evitado ofrecer mayores informaciones sobre la detención de Linda y de otras tres jóvenes alemanes, una de ellas de origen marroquí y una tercera originariamente rusa, de Chechenia, pero que tenía un pasaporte alemán.
Linda Wenzel, que fue reportada como desaparecida hace un año vivía junto a su madre, Katharina y su padrastro Thomas, en una casa de tres pisos en la localidad de Pulsnitz (8.000 habitantes). La joven creció en una familia protestante y hasta su desaparición no había mostrado ningún interés por la religión. Pero en la primavera de 2016 les dijo a sus padres que estaba interesada en las enseñanzas del Corán.
Según informaciones de la prensa alemana que recogen informaciones recabadas en el circulo de amigos de la joven, Linda se convirtió al Islam a comienzos de 2016, comenzó a estudiar árabe y se habría enamorado de un joven musulmán de origen checheno, que conoció en Internet y quien le habría convencido de trasladarse a Siria. Linda desapareció en el mes de julio de 2016 después de decirle a sus padres que pasaría el fin de semana en la casa de un amigo.
“Nuestra información termina con la llegada de la joven a Estambul”, dijo el portavoz de la Fiscalía. Pero la prensa alemana logró reconstruir la odisea de la joven. Después de llegar a Estambul, Linda se dirigió a la frontera con Siria, donde fue recogida por combatientes del ISIS, que la llevaron finalmente a Mosul. Según la revista Der Spiegel, Linda se casó con un combatiente checheno.
El futuro de Linda y el de las tres otras jóvenes alemanas que fueron detenidas en Mosul es incierto. Las cuatro jóvenes decidieron viajar de forma voluntaria a Mosul y se casaron con combatientes del ISIS, una realidad que les puede confrontar a una pena de muerte en Irak. Si los diplomáticos alemanes tienen suerte y logran obtener la extradición de las jóvenes, serán acusadas por la Justicia alemana de pertenecer a una organización terrorista, un delito que se castiga con varios años de cárcel.
La detención de Linda Wenzel dejó nuevamente al desnudo un problema que había desaparecido de las primeras páginas de la prensa alemana. En los últimos años cientos de alemanes, incluidos menores, abandonaron el país para sumarse a las filas del ISIS en Siria e Irak. Según Der Spiegel, al menos unas 200 mujeres han decidido unirse a los fanáticos combatientes yihadistas.
Enrique Müller
Berlín, El País
La misteriosa desaparición de Linda Wenzel, una joven de 16 años que vivía en Pulsnitz, un idílico pueblo alemán en el Estado de Sajonia y que había escapado de la casa materna hace un año para unirse al Estado Islámico (ISIS, por sus siglás en inglés), quedó resuelta este sábado, cuando la Fiscalía de Dresde ha confirmado la identidad de la chica, que fue detenida el pasado jueves en Mosul junto a otras tres jóvenes alemanas por el Ejercito iraquí, que conquistó la ciudad tras nueve meses de batalla.
Lorenz Haase, portavoz de la Fiscalía de Dresde confirmó en un escueto comunicado que la adolescente de 16 años, citada por la Justicia como Linda W., en línea con las leyes de privacidad vigentes en Alemania, había sido identificada y que estaba recibiendo ayuda consular de la Embajada alemana en Bagdad, la capital iraquí. Pero Haase no ha confirmado las informaciones que indicaban que la joven había estado combatiendo en las filas del ISIS.
La detención de Linda Wenzel inundó las redes sociales, que mostraban a una chica desaliñada y tímida en presencia de soldados iraquíes. Las primeras informaciones que llegaron a Alemania señalaban que la chica había sido detenida en un túnel ubicado en la ciudad vieja de Mosul, donde también se encontraron armas y cinturones suicidas. Las jóvenes formaban parte de un grupo de unas 20 mujeres combatientes, la mayoría extranjeras.
Las fotos muestran a la joven con el rostro pálido y cubierto de polvo y con un pañuelo multicolor que le cubría el cuello. Las sospechas sobre la identidad de la joven nacieron cuando sus captores descubrieron que la combatiente del ISIS no hablaba árabe.
Según informaciones de la revista Der Spiegel, la joven se encuentra actualmente detenida en un cárcel de alta seguridad ubicada en las cercanías del aeropuerto de Bagdad, donde ha sido visitada por diplomáticos alemanes. A pesar de que la combatiente ya ha sido identificada, las autoridades alemanes han evitado ofrecer mayores informaciones sobre la detención de Linda y de otras tres jóvenes alemanes, una de ellas de origen marroquí y una tercera originariamente rusa, de Chechenia, pero que tenía un pasaporte alemán.
Linda Wenzel, que fue reportada como desaparecida hace un año vivía junto a su madre, Katharina y su padrastro Thomas, en una casa de tres pisos en la localidad de Pulsnitz (8.000 habitantes). La joven creció en una familia protestante y hasta su desaparición no había mostrado ningún interés por la religión. Pero en la primavera de 2016 les dijo a sus padres que estaba interesada en las enseñanzas del Corán.
Según informaciones de la prensa alemana que recogen informaciones recabadas en el circulo de amigos de la joven, Linda se convirtió al Islam a comienzos de 2016, comenzó a estudiar árabe y se habría enamorado de un joven musulmán de origen checheno, que conoció en Internet y quien le habría convencido de trasladarse a Siria. Linda desapareció en el mes de julio de 2016 después de decirle a sus padres que pasaría el fin de semana en la casa de un amigo.
“Nuestra información termina con la llegada de la joven a Estambul”, dijo el portavoz de la Fiscalía. Pero la prensa alemana logró reconstruir la odisea de la joven. Después de llegar a Estambul, Linda se dirigió a la frontera con Siria, donde fue recogida por combatientes del ISIS, que la llevaron finalmente a Mosul. Según la revista Der Spiegel, Linda se casó con un combatiente checheno.
El futuro de Linda y el de las tres otras jóvenes alemanas que fueron detenidas en Mosul es incierto. Las cuatro jóvenes decidieron viajar de forma voluntaria a Mosul y se casaron con combatientes del ISIS, una realidad que les puede confrontar a una pena de muerte en Irak. Si los diplomáticos alemanes tienen suerte y logran obtener la extradición de las jóvenes, serán acusadas por la Justicia alemana de pertenecer a una organización terrorista, un delito que se castiga con varios años de cárcel.
La detención de Linda Wenzel dejó nuevamente al desnudo un problema que había desaparecido de las primeras páginas de la prensa alemana. En los últimos años cientos de alemanes, incluidos menores, abandonaron el país para sumarse a las filas del ISIS en Siria e Irak. Según Der Spiegel, al menos unas 200 mujeres han decidido unirse a los fanáticos combatientes yihadistas.