La pirámide más grande del mundo y el camuflaje que le permitió sobrevivir durante siglos

La Gran Pirámide de Cholula mide 400 metros por lado en su base, y un poco más de 60 metros de altura. Los españoles la confundieron con un cerro

Juliana Fregoso
Infobae
Fue construida hacia el año 300 AC por distintas comunidades para honrar a Quetzalcóatl, una de las principales deidades de la cultura mesoamericana. Cubierta por pasto y vegetación, pasó desapercibida ante los ojos de los conquistadores quienes, creyendo que era un cerro, construyeron un templo católico en su cima.


Se trata de la Gran Pirámide de Cholula, México, conocida como Tlachihualtepetl (montaña artificial). Por sus dimensiones está considerada como la más grande del mundo, por encima de las del antiguo Egipto, al tener una base casi cuatro veces más grande que las del país africano y de casi el doble de volumen.

Con sus 400 metros por lado en su base, y un poco más de 60 metros de altura, es la de mayor volumen del mundo, según certificó la Coordinación Nacional del Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH), encargado del resguardo de todos los monumentos históricos del país.

El volumen total de la pirámide está estimado en unos 4,45 millones de metros cúbicos, mientras que el volumen de Giza, en Egipto, una de las siete maravillas del mundo, ronda los 2,5 millones de metros cúbicos.

La pirámide fue construida con adobe, un tipo de ladrillo hecho de barro cocido, lo que hizo que los conquistadores españoles pensaran que se trataba de un cerro y no de un lugar de culto para los antiguos mexicanos. La confusión la salvó de ser demolida.

Ante los ojos del conquistador Hernán Cortez pasó como una montaña y por eso mandó construir un templo católico en la parte superior derecha.

A diferencia de la pirámide de Cholula, en el estado de Puebla, otras antiguas ciudades y centros de adoración fueron demolidos o cubiertos con construcciones e Iglesias de tipo europeo, como sucedió con el Templo Mayor –el centro simbólico del Imperio Mexica-, en el centro de lo que ahora es la Ciudad de México.

"La pirámide, construida en diferentes momentos por superposición de estructuras forma una montaña artificial", según el INAH. Debajo se compone por una serie de túneles que están intercomunicados, "de los cuales al momento sólo se ha accedido al 30% (más de 10 km de túneles) debido a la complejidad de su distribución".

El nuevo registro, realizado por las arqueólogas Gabriela Uruñuela y Ladrón de Guevara y María Amparo Robles Salmerón permite dar cuenta de un diseño arquitectónico diferente al de otras plataformas, ya que cuenta con escalinatas por sus cuatro lados, lo que habla de diferentes accesos, así como plazas en diferentes niveles. Tiene además dos fachadas principales (norte y oeste) y cada uno de sus siete cuerpos presenta una forma distinta.

El gigante azteca

Para los aztecas, esta estructura fue un lugar de culto durante 1.000 años. Quedó abandonada porque los viejos pobladores de la zona se trasladaron a una nueva ubicación más pequeña.

Según la historia, era decorada con insectos en colores rojos, negros y amarillos. Pero ante el abandono, la falta de mantenimiento y el exceso de barro empezó a crecer vegetación. Por eso, ahora se encuentra cubierta de pasto. Pero aún se conserva la estructura, sus túneles, la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, en la cima de la montaña, y la zona arqueológica a su alrededor.

Los conquistadores llegaron a Cholula en octubre de 1519, aproximadamente 1.800 años después de que la pirámide fue construida y cuando la zona ya estaba poblada nuevamente.

Con su arribo se estima que en una hora aniquilaron al 10% de los habitantes de lo que ahora es Cholula. Después acabaron con las construcciones originales, pero no tocaron la pirámide.

Ya establecidos los españoles en la ciudad, 75 años después de su llegada, construyeron el templo que aún se conserva en la cima del viejo centro de adoración. Esta fue la primera de las 365 iglesias que ahora se ubican en el municipio.

Los antiguos habitantes de la ciudad entendían el mundo a través de la naturaleza. Sentían un gran aprecio por los cerros y montañas que les daban agua y alimento. Algunos especialistas creen que la Gran Pirámide representaba un cerro artificial donde se realizaban ceremonias en honor a los dioses del agua a quienes ofrecían objetos simbólicos y sacrificios humanos.

Por ello, en los lados Sur y Poniente se pueden observar los vestigios de patios ceremoniales.

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