Francia anuncia que creará puntos de registro de migrantes en Libia

Macron quiere instalar 'hotspots' para tramitar las demandas de asilo en algunos puntos seguros de África

Silvia Ayuso
París, El País
Francia quiere crear centros de control para comenzar a tramitar las demandas de asilo en algunos puntos seguros de África, empezando por Libia, anunció este jueves el presidente Emmanuel Macron, que también reiteró su deseo de acelerar los procedimientos para acoger a refugiados, aunque insistió en que continuará la “inflexibilidad” con los migrantes meramente económicos.


“Crearemos los medios para tratar las demandas de asilo sobre suelo africano, pronto, en mejores condiciones”, anunció Macron en un discurso en Orleans, donde asistió a una ceremonia de naturalización y, previamente, se reunió con refugiados en un centro de acogida. El objetivo, explicó, es evitar que “familias enteras tomen riesgos, y a veces pierdan la vida”, al intentar llegar hasta Europa de manos de mafias que organizan peligrosos viajes a través del Mediterráneo.

Los primeros hot spots, como se conocen estos puntos de registro y recepción de migrantes, podrían estar en Libia, incluso este mismo verano, indicó en declaraciones fuera de micrófono recogidas por la agencia France Presse. La elección de este país no es casual. Libia es uno de los países desde donde más migrantes parten, en su mayoría en condiciones precarias, con rumbo a Europa. Tal como recordó Macron, que esta semana logró que los dos hombres fuertes de Libia acordaran un alto el fuego y elecciones anticipadas para el año que viene, entre 800.000 y un millón de personas esperan en campamentos en ese país a viajar hasta Europa, aunque muchos de ellos, precisó el presidente francés, no reúnen las condiciones necesarias para pedir asilo como refugiados.

Bajo el mismo principio de acercar los medios para solicitar asilo a las zonas desde donde parten los refugiados e impedir viajes cargados de “riesgos considerables”, Macron anunció el envío de misiones de la Oficina Francesa de Protección de Refugiados y Apátridas (OPFRA), la encargada de analizar y aprobar las demandas de asilo, a los centros de control de migrantes instalados en Italia y en suelo africano.

El Gobierno de Macron desveló hace dos semanas un plan para acelerar los procesos de asilo, que quiere reducir a un máximo de seis meses de tramitación, y aumentar el número de plazas de albergues para los refugiados. A la par sin embargo, prometió mano dura contra la inmigración irregular por motivos meramente económicos, algo que Macron reiteró este jueves. “No quiero una Francia que se repliegue tras sus fronteras, pero tampoco quiero una Francia que haga creer a la gente de todo el mundo que se puede hacer lo que se quiera. No hay un país hoy que pueda acoger a todos los emigrantes económicos”, sostuvo.
Más albergues de emergencia

Al presentar el plan migratorio, el primer ministro, Édouard Philippe, reconoció que no había una solución para los cientos de personas que se aglomeran en campamentos improvisados en algunos puntos del país e incluso en París a la espera de poder tramitar su demanda de asilo. Ante las críticas generadas por esta ausencia de respuestas, Macron prometió este jueves la creación de más albergues de emergencia, aunque subrayó que esto deberá ir de la mano de una verdadera política de devolución a la frontera de los que no califiquen como refugiados.

“No quiero, antes de que acabe el año, ver a más mujeres y hombres en las calles, en los bosques o perdidos. Es una cuestión de dignidad, de humanidad, pero también de eficacia”, sostuvo Macron. Pero allí donde se construyan esos albergues de emergencia, puntualizó, deberá haber también “dispositivos administrativos” para analizar lo antes posible “si pueden solicitar una demanda de asilo o no”. Y si no es el caso, recalcó, deberá aplicarse una “verdadera política de devolución a la frontera”.

Duras críticas al trato a los inmigrantes irregulares

Los anuncios de Macron vienen precedidos de duras críticas de ONG al trato de las autoridades francesas a los migrantes irregulares que llegan al país, sobre todo en caso de menores. Human Rights Watch (HRW) acusó en un informe a la policía de Calais, en la costa oeste francesa, la más próxima a Reino Unido, de cometer “abusos sistemáticos” contra los migrantes que se concentran en la zona a la espera de poder llegar hasta territorio británico, especialmente el “uso de forma rutinaria de gas pimienta contra migrantes adultos y menores mientras están durmiendo o en otras circunstancias en las que no suponen amenaza alguna”. También los acusa de “acosar” a los ayudantes humanitarios que intentan asistirlos.

El prefecto de Pas-de-Calais, Fabie Sudry, rechazó las acusaciones de la ONG, que calificó de “calumniosas”, aunque ya hace un mes el Defensor de Derechos de Francia, Jacques Toubon, denunció el trato de las autoridades tanto a los migrantes, que “no pueden ni beber agua ni lavarse”, dijo, como los “obstáculos y amenazas” que sufren las organizaciones que intentan ayudar a los migrantes.

Por su parte, casi una decena de ONG, entre ellas Amnistía Internacional, Médicos del Mundo y Cáritas Francia, denunciaron, también esta semana, las “devoluciones en caliente” de migrantes a Italia e instaron al Gobierno a poner “fin de inmediato” a estas “prácticas ilegales y a la violación de los derechos de las personas migrantes y refugiadas”.

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