El primer ser vivo con un GIF grabado en su genoma
Científicos de Harvard insertan imágenes de un caballo al galope en el ADN de bacterias
Nuño Domínguez
El País
Eadweard Muybridge ayudó a ganar una puesta que le cambió la vida. Dos influyentes empresarios y políticos en EE UU se habían enfrentado a causa de las carreras de caballos. Uno decía que en el galope de un corcel hay un momento en el que el animal no toca el suelo, y el otro decía que no era así. Por mucho que miraban pasar a los jinetes y sus monturas era imposible demostrar que uno tenía razón. Leland Stanford, antiguo gobernador de California y criador de caballos, financió las investigaciones de Muybridge, quien en 1878 usó una ristra de sábanas blancas y un conjunto de cámaras trampa que disparaban al paso del caballo para sentenciar la apuesta. Las instantáneas de Muybridge eran la antesala del cinematógrafo y así lo demostraban las numerosas secuencias que tomó de animales y humanos en movimiento.
Hoy, otra clase de pioneros rinden homenaje al fotógrafo británico con un avance que también puede presagiar el comienzo de una nueva era. Un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard ha insertado imágenes fijas y en movimiento en el genoma de bacterias de la especie Escherichia coli.
Toda la información que necesita un ser vivo está almacenada en su genoma, formado por unidades microscópicas de ADN. En un estudio publicado hoy en Nature, los investigadores demuestran cómo codificar imágenes sustituyendo píxeles por nucleótidos de ADN que quedan integrados en el genoma de las bacterias. Después secuencian el genoma de estos microbios y vuelven a recuperar las imágenes con un 90% de su resolución original.
Los investigadores han demostrado el sistema con la imagen fija de una mano y cinco fotogramas de la yegua Annie G. galopando que fueron tomadas por Muybridge. Aunque la calidad de las imágenes recuperadas del genoma de las bacterias son un borroso conjunto de píxeles, suponen una primera demostración de cómo usar seres vivos para almacenar información, un paso previo al uso de organismos vivos para computación. Uno de los fotogramas incrustados en las bacterias es el que muestra al caballo suspendido en el aire en plena carrera, con el que Muybridge ayudó a ganar la apuesta del ex gobernador.
El líder de la investigación de Harvard es George Church, un científico tan respetado como polémico por sus declaraciones acerca de producir un bebé neandertal usando clonación humana. El reciente estudio del investigador demuestra un nuevo uso del CRISPR, el sistema para editar el genoma de cualquier ser vivo que tiene un enorme potencial en investigación y que ya se está probando para combatir el cáncer y otras enfermedades en humanos. El CRISPR usa proteínas que cortan la secuencia genética original e insertan un nuevo fragmento. En un uso mucho menos polémico que la producción de humanos superiores o especies extintas, Church y el resto de su equipo demuestran cómo optimizar la grabación y recuperación de información usando el sistema de almacenamiento de información más antiguo de la Tierra, el ADN. La historia dirá si lo suyo es una ocurrencia o el equivalente en biocomputación de la Salida de los obreros de la fábrica Lumière.
Nuño Domínguez
El País
Eadweard Muybridge ayudó a ganar una puesta que le cambió la vida. Dos influyentes empresarios y políticos en EE UU se habían enfrentado a causa de las carreras de caballos. Uno decía que en el galope de un corcel hay un momento en el que el animal no toca el suelo, y el otro decía que no era así. Por mucho que miraban pasar a los jinetes y sus monturas era imposible demostrar que uno tenía razón. Leland Stanford, antiguo gobernador de California y criador de caballos, financió las investigaciones de Muybridge, quien en 1878 usó una ristra de sábanas blancas y un conjunto de cámaras trampa que disparaban al paso del caballo para sentenciar la apuesta. Las instantáneas de Muybridge eran la antesala del cinematógrafo y así lo demostraban las numerosas secuencias que tomó de animales y humanos en movimiento.
Hoy, otra clase de pioneros rinden homenaje al fotógrafo británico con un avance que también puede presagiar el comienzo de una nueva era. Un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard ha insertado imágenes fijas y en movimiento en el genoma de bacterias de la especie Escherichia coli.
Toda la información que necesita un ser vivo está almacenada en su genoma, formado por unidades microscópicas de ADN. En un estudio publicado hoy en Nature, los investigadores demuestran cómo codificar imágenes sustituyendo píxeles por nucleótidos de ADN que quedan integrados en el genoma de las bacterias. Después secuencian el genoma de estos microbios y vuelven a recuperar las imágenes con un 90% de su resolución original.
Los investigadores han demostrado el sistema con la imagen fija de una mano y cinco fotogramas de la yegua Annie G. galopando que fueron tomadas por Muybridge. Aunque la calidad de las imágenes recuperadas del genoma de las bacterias son un borroso conjunto de píxeles, suponen una primera demostración de cómo usar seres vivos para almacenar información, un paso previo al uso de organismos vivos para computación. Uno de los fotogramas incrustados en las bacterias es el que muestra al caballo suspendido en el aire en plena carrera, con el que Muybridge ayudó a ganar la apuesta del ex gobernador.
El líder de la investigación de Harvard es George Church, un científico tan respetado como polémico por sus declaraciones acerca de producir un bebé neandertal usando clonación humana. El reciente estudio del investigador demuestra un nuevo uso del CRISPR, el sistema para editar el genoma de cualquier ser vivo que tiene un enorme potencial en investigación y que ya se está probando para combatir el cáncer y otras enfermedades en humanos. El CRISPR usa proteínas que cortan la secuencia genética original e insertan un nuevo fragmento. En un uso mucho menos polémico que la producción de humanos superiores o especies extintas, Church y el resto de su equipo demuestran cómo optimizar la grabación y recuperación de información usando el sistema de almacenamiento de información más antiguo de la Tierra, el ADN. La historia dirá si lo suyo es una ocurrencia o el equivalente en biocomputación de la Salida de los obreros de la fábrica Lumière.