EE UU impone nuevas sanciones a Irán por sus “malignas actividades” en Oriente Medio

La medida llega después de que Washington renovase el pacto nuclear con la advertencia de que el régimen iraní no cumple con el “espíritu del acuerdo”

J.M. AHRENS
Washington, El País
Irán sigue en el punto de mira de Estados Unidos. La primera potencia mundial anunció hoy nuevas sanciones contra Teherán por su programa balístico y sus “malignas actividades” en Oriente Medio. La medida punitiva llega justo después de que Washington renovase el lunes el pacto nuclear con la advertencia de que el régimen de los ayatolás no está cumplimento con el “espíritu del acuerdo”.


Las sanciones, que reiteran otras aplicadas en los últimos meses contra el programa balístico, se dirigen a 18 personas y entidades. Entre ellas figura la agencia aeroespacial iraní y un organismo de investigación científica que le presta apoyo. A ambos se les acusa de contribuir a la proliferación de armas de destrucción masiva. El resto son empresas e individuos que dan soporte a actividades militares de riesgo o han incurrido supuestamente en espionaje informático. Ninguna de las penalizaciones afecta a compañías estadounidenses o al núcleo del tratado, cerrado por Barack Obama el 14 de julio de 2015 en Viena para conjurar un arma atómica iraní.

La entrada de Donald Trump en la Casa Blanca ha tensado las relaciones con Teherán. Ya como candidato calificó el acuerdo nuclear como el “peor del mundo”. Y ahora, aunque no ha dado el paso de romperlo, lo sigue despreciando profundamente. En la última revisión trimestral, celebrada este lunes en la Casa Blanca, sólo aceptó dar su visto bueno tras una hora de discusión con sus asesores.

La decisión final ha sido mantener lo suscrito, pero endureciendo el discurso y sin descartar la posibilidad de denunciarlo. “El presidente sigue pensando que es un muy mal acuerdo”, afirmó el portavoz, Sean Spicer.

A esta narrativa beligerante responden las nuevas sanciones. En su justificación se traza un perfil aterrador de Irán. Para EEUU, el régimen de los ayatolás es un factor de inestabilidad regional de primer orden que igual apoya a organizaciones terroristas como Hamás o Hezbolá, que participa en las atrocidades del Gobierno sirio o amenaza la navegación en el Mar Rojo. Todo ello sin contar su programa balístico, su desprecio a los derechos humanos y el acoso y detención de ciudadanos estadounidenses.

“En Irán se persigue a las minorías religiosas y a los activistas políticos, es común el uso de la tortura y de otras formas de abusos en las detenciones. También obliga a los refugiados afganos a participar en los combates en Siria, deportando a quienes se niegan”, señala en su comunicado el Departamento de Estado. Un análisis ante el que concluye: “Estados Unidos mantendrá el uso de sanciones contra aquellos que den apoyo a las actividades desestabilizadoras de Irán y por encima de todo no permitirá que adquiera el arma nuclear”. La estabilidad aún queda muy lejos.

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