Colombia no reconocerá los resultados de la Constituyente en Venezuela
El presidente, Juan Manuel Santos, asegura que la iniciativa promovida por Nicolás Maduro es ilegítima
S.P.
Bogotá
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha endurecido su pronunciamiento contra el régimen venezolano de Nicolás Maduro. El pasado viernes, el mandatario aseguró que no reconocerá los resultados de la Asamblea Constituyente prevista para este domingo 30 de julio. “Esta Asamblea Constituyente tiene un origen ilegítimo y por ello no reconoceremos los resultados”, dijo Santos, quien aprovechó su intervención en una Universidad de la ciudad de Barranquilla para insistir en que nunca estuvo de acuerdo con esa iniciativa chavista y destacar que continuará apoyando una salida pacífica y democrática a la crisis en Venezuela.
El pronunciamiento de Santos se dio el mismo día en que el departamento de migración de su país ofreció un permiso especial para legalizar la permanencia de 150.000 venezolanos —de los entre 300.000 y 350.000 que hay en el país— tras haberse vencido los permisos que tenían. "Lo que sí seguiremos insistiendo es en una solución pacífica, en forma rápida, democrática, para que esa nación que tanto queremos —y quiero expresar nuevamente mi solidaridad con el pueblo venezolano—, salga pronto de ese oscurantismo", afirmó el mandatario colombiano. Su discurso se ha sumado al que hace una semana se escuchó desde Mercosur, cuando los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, los cuatro miembros del bloque regional sudamericano, pidieron a Nicolás Maduro que suspendiera la Constituyente.
“El pedido es que Venezuela se abstenga de convocar a esa elección porque es un paso en la dirección no deseada”, dijo entonces el vicecanciller argentino, Guillermo Raimundi. México también se ha unido a esa petición. “El pueblo venezolano se encuentra profundamente polarizado, como lo confirmó la consulta popular realizada el domingo 16 de julio. El presidente Maduro tiene la oportunidad histórica de abrir un nuevo camino de reconciliación y paz reconsiderando la convocatoria a la Constituyente y creando las condiciones para iniciar un proceso genuino de negociación política entre todos los venezolanos”, señaló el Gobierno mexicano.
Perú ha sido otro de los países de la región que también ha intervenido. El canciller de ese país, Ricardo Luna, manifestó la “profunda” preocupación por la crisis que atraviesan los venezolanos. “Se ha exhortado al Gobierno venezolano a cancelar la realización de la Asamblea Nacional Constituyente, propuesta que, además de ser ilegítima, agudiza la confrontación y estimula la violencia social”, aseguró Luna a medios internacionales la semana pasada.
El canciller chileno Heraldo Muñoz afirmó que el instrumento propuesto por Maduro está “dividiendo” a Venezuela e instó a una salida a través del diálogo. “La comunidad internacional está muy atenta, ojalá no se hiciera [la Constituyente] y antes de eso las partes pudieran sentarse a una mesa con buena fe y creíble”, señaló a una emisora de radio chilena.
Estados Unidos (EE UU), que se ha mostrado en desacuerdo con la Constituyente de Maduro, ha reiterado en las últimas horas su posición a través del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, quien insistió en la liberación total e incondicional de todos los presos políticos en Venezuela y llamó a elecciones libres y justas, a restaurar la Asamblea Nacional y a respetar los derechos humanos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció la concesión de medidas cautelares de protección al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el opositor Julio Borges, y los diputados Tomás Guanipa y José Guerra. En un comunicado, la CIDH precisó que concedió esa protección a los tres legisladores debido a que “sus derechos a la vida e integridad enfrentan un riesgo de daño irreparable”, dada “la tensión institucional y social generada en el marco de la alteración al orden constitucional y democrático en Venezuela”.
El país suramericano es sacudido desde el 1 de abril por protestas antigubernamentales, que han dejado hasta ahora 113 muertos. Los opositores reclaman la salida del presidente Nicolás Maduro y rechazan la celebración de las elecciones del domingo para elegir una Asamblea Constituyente.
S.P.
Bogotá
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha endurecido su pronunciamiento contra el régimen venezolano de Nicolás Maduro. El pasado viernes, el mandatario aseguró que no reconocerá los resultados de la Asamblea Constituyente prevista para este domingo 30 de julio. “Esta Asamblea Constituyente tiene un origen ilegítimo y por ello no reconoceremos los resultados”, dijo Santos, quien aprovechó su intervención en una Universidad de la ciudad de Barranquilla para insistir en que nunca estuvo de acuerdo con esa iniciativa chavista y destacar que continuará apoyando una salida pacífica y democrática a la crisis en Venezuela.
El pronunciamiento de Santos se dio el mismo día en que el departamento de migración de su país ofreció un permiso especial para legalizar la permanencia de 150.000 venezolanos —de los entre 300.000 y 350.000 que hay en el país— tras haberse vencido los permisos que tenían. "Lo que sí seguiremos insistiendo es en una solución pacífica, en forma rápida, democrática, para que esa nación que tanto queremos —y quiero expresar nuevamente mi solidaridad con el pueblo venezolano—, salga pronto de ese oscurantismo", afirmó el mandatario colombiano. Su discurso se ha sumado al que hace una semana se escuchó desde Mercosur, cuando los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, los cuatro miembros del bloque regional sudamericano, pidieron a Nicolás Maduro que suspendiera la Constituyente.
“El pedido es que Venezuela se abstenga de convocar a esa elección porque es un paso en la dirección no deseada”, dijo entonces el vicecanciller argentino, Guillermo Raimundi. México también se ha unido a esa petición. “El pueblo venezolano se encuentra profundamente polarizado, como lo confirmó la consulta popular realizada el domingo 16 de julio. El presidente Maduro tiene la oportunidad histórica de abrir un nuevo camino de reconciliación y paz reconsiderando la convocatoria a la Constituyente y creando las condiciones para iniciar un proceso genuino de negociación política entre todos los venezolanos”, señaló el Gobierno mexicano.
Perú ha sido otro de los países de la región que también ha intervenido. El canciller de ese país, Ricardo Luna, manifestó la “profunda” preocupación por la crisis que atraviesan los venezolanos. “Se ha exhortado al Gobierno venezolano a cancelar la realización de la Asamblea Nacional Constituyente, propuesta que, además de ser ilegítima, agudiza la confrontación y estimula la violencia social”, aseguró Luna a medios internacionales la semana pasada.
El canciller chileno Heraldo Muñoz afirmó que el instrumento propuesto por Maduro está “dividiendo” a Venezuela e instó a una salida a través del diálogo. “La comunidad internacional está muy atenta, ojalá no se hiciera [la Constituyente] y antes de eso las partes pudieran sentarse a una mesa con buena fe y creíble”, señaló a una emisora de radio chilena.
Estados Unidos (EE UU), que se ha mostrado en desacuerdo con la Constituyente de Maduro, ha reiterado en las últimas horas su posición a través del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, quien insistió en la liberación total e incondicional de todos los presos políticos en Venezuela y llamó a elecciones libres y justas, a restaurar la Asamblea Nacional y a respetar los derechos humanos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció la concesión de medidas cautelares de protección al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el opositor Julio Borges, y los diputados Tomás Guanipa y José Guerra. En un comunicado, la CIDH precisó que concedió esa protección a los tres legisladores debido a que “sus derechos a la vida e integridad enfrentan un riesgo de daño irreparable”, dada “la tensión institucional y social generada en el marco de la alteración al orden constitucional y democrático en Venezuela”.
El país suramericano es sacudido desde el 1 de abril por protestas antigubernamentales, que han dejado hasta ahora 113 muertos. Los opositores reclaman la salida del presidente Nicolás Maduro y rechazan la celebración de las elecciones del domingo para elegir una Asamblea Constituyente.