César Farías se defiende tras conocer su dura sanción
La Paz, AS
César Farías, todavía entrenador de The Strongest, se ha defendido a través de sus redes sociales tras haber sido sancionado por una agresión a Benjamín Saucedo, delegado de Oriente Petrolero. El Tribunal de Justicia Deportiva de Bolivia ha supendido a Farías por dos años, entendiendo que las pruebas de agresión son evidentes. Sin embargo, tilda el castigo de "injusto" y se defendió ante lo sucedido a través de un comunicado en su Facebook.
"Mi reacción fue una respuesta ante los insulto que profirió, en principio, contra contra Lino Alonso, y luego contra mi, menospreciándome con frases xenófobas y otros calificativos peyorativos", escribe el vinotinto. Para Farías, el trato que ha recibido por parte del Tribunal ha sido injusto, centrándose exclusivamente en sus acciones. "En el informe del arbitro principal no está reflejada ninguna agresión. Tampoco permitieron que mi defensa presentara pruebas en mi descargo", asegura.
Farías destaca tener una carrera limpia en este tipo de sanciones: "He dirigido más de 150 partidos internacionales, y nunca he sido sancionado en estas instancias por motivos de agresiones". Parece imposible una reducción de la sanción, por lo que todo apunta a que Farías acabará abandonando la liga boliviana.
El comunicado integro:
Al conocerse la sanción de dos años que me impuso el Tribunal de Justicia Deportiva del fútbol boliviano, tras un incidente ocurrido en octubre de 2016 durante un partido entre el club que dirijo, The Strongest, y Oriente Petrolero, quiero expresar a la afición del fútbol y en especial a la boliviana mi rechazo hacia un castigo que considero injusto, además de dar a conocer algunos aspectos de lo sucedido.
Mi reacción ante el delegado de Oriente Petrolero fue una respuesta a los insultos que profirió, en principio, contra Lino Alonso -quien fue mi mentor y era mi asistente hasta su fallecimiento en abril pasado- y luego contra mí, menospreciándome con frases xenófobas y otros calificativos peyorativos.
No obstante, el contexto de lo ocurrido ha sido reducido por el Tribunal exclusivamente a mis acciones, convirtiendo el proceso y la resolución en un acto parcial e injusto.
La sanción ha tardado nueve meses en emitirse debido a las gestiones legales realizadas por The Strongest en mi defensa, en las cuales solicitó reiteradamente a las autoridades tomar en cuenta aspectos jurídicos válidos, sin éxito.
Al Tribunal se le señaló que la denuncia en mi contra no fue realizada por ese delegado como correspondería según la normativa, sino por el equipo, en cuya certificación de 2016 no lo incluyen como dirigente, por lo que al momento del suceso no tenía esa posición dentro del club.
En el informe extendido del árbitro principal del partido no está reflejada ninguna agresión.
Tampoco permitieron que mi defensa presentara pruebas en mi descargo. No citaron a declarar al delegado de The Strongest ni a quienes tomaron el audio donde se constatan los insultos que recibí por parte del delegado de Oriente Petrolero.
En cambio, se aceptó como prueba un video no oficial del momento del altercado, a pesar de que la única grabación que tiene valor es la que realiza quien tiene los derechos de transmisión, siempre que ésta sea fiel y sin alteraciones posteriores.
Mi respuesta ante la provocación de la que fui objeto, la cual asumí inmediatamente como un error de mi parte, fue una reacción natural de defensa y no un golpe o puñetazo como ha calificado el Tribunal. Aunque lo solicité reiteradamente, el dirigente no fue llevado ante un forense para certificar lesiones, porque no le causé ninguna.
Durante mi carrera como técnico, he dirigido cerca de 150 partidos internacionales y nunca he sido suspendido en estas instancias por motivos de agresión ni a oficiales ni a dirigentes.
Quiero agradecer el apoyo que me han brindado dirigentes y amigos del fútbol mundial quienes me han hecho saber que comparten la opinión sobre lo injusto de la sanción.
Retribuyo también el afecto de todos los integrantes de The Strongest y afición boliviana en general, que han sido solidarios ante esta situación, y muy especialmente al presidente César Salinas, por su elogio al asumir que la sanción no solo me perjudica a mí sino a la institución, por lo que he venido construyendo en ella.
Salinas también destacó la coincidencia de que la resolución se haya emitido días después de que se hiciera oficial su candidatura a la presidencia de la Federación Boliviana de Fútbol, al tiempo que el club responsabiliza del fallo al presidente interino de la FBF, Marco Peredo, y a su tesorero, Clíver Rocha.
A pesar de esta situación, me encuentro muy optimista con respecto a una solución positiva para esta sanción, que será apelada ante el Tribunal Superior de Disciplina Deportiva de la FBF, y que sólo aplica para el fútbol boliviano, donde llegué a trabajar hace más de un año dedicándome a defenderlo y proyectarlo, para vencer el menosprecio del cual es objeto en muchas ocasiones.
Hemos conseguido para el club un título de liga en 2016 y actualmente peleamos por transcender de los octavos de final en la Copa Libertadores, y mantenernos en el camino de los objetivos trazados.
Deseo conseguir logros significativos para el fútbol boliviano en el contexto internacional, representando con orgullo a mi país, Venezuela, a quien he dedicado siempre todo mi esfuerzo desde que fui seleccionador nacional y ahora desde distintos ámbitos, para mejorar su fútbol y darle un lugar importante en el mundo.
Siempre he defendido con convicción mis ideas, aportando argumentos bajo criterios profesionales, pero mi firmeza e ímpetu en algunas ocasiones han dado pie para que mis palabras o mis acciones hayan sido desvirtuadas, generando opiniones contrarias producto de la desinformación.
Muchas veces he evitado polémicas mayores asumiendo el costo de exposición que tiene mi profesión, pero aprovecho para aclarar que nunca he menospreciado rivales ni utilizo calificativos xenófobos como los que he recibido.
Respeto a todos los países y sus culturas, especialmente aquellos donde he trabajado, pues a donde voy me entrego plenamente propiciando relaciones de mutuo beneficio, lo cual continuaré haciendo a lo largo de mi carrera.
César Farías
César Farías, todavía entrenador de The Strongest, se ha defendido a través de sus redes sociales tras haber sido sancionado por una agresión a Benjamín Saucedo, delegado de Oriente Petrolero. El Tribunal de Justicia Deportiva de Bolivia ha supendido a Farías por dos años, entendiendo que las pruebas de agresión son evidentes. Sin embargo, tilda el castigo de "injusto" y se defendió ante lo sucedido a través de un comunicado en su Facebook.
"Mi reacción fue una respuesta ante los insulto que profirió, en principio, contra contra Lino Alonso, y luego contra mi, menospreciándome con frases xenófobas y otros calificativos peyorativos", escribe el vinotinto. Para Farías, el trato que ha recibido por parte del Tribunal ha sido injusto, centrándose exclusivamente en sus acciones. "En el informe del arbitro principal no está reflejada ninguna agresión. Tampoco permitieron que mi defensa presentara pruebas en mi descargo", asegura.
Farías destaca tener una carrera limpia en este tipo de sanciones: "He dirigido más de 150 partidos internacionales, y nunca he sido sancionado en estas instancias por motivos de agresiones". Parece imposible una reducción de la sanción, por lo que todo apunta a que Farías acabará abandonando la liga boliviana.
El comunicado integro:
Al conocerse la sanción de dos años que me impuso el Tribunal de Justicia Deportiva del fútbol boliviano, tras un incidente ocurrido en octubre de 2016 durante un partido entre el club que dirijo, The Strongest, y Oriente Petrolero, quiero expresar a la afición del fútbol y en especial a la boliviana mi rechazo hacia un castigo que considero injusto, además de dar a conocer algunos aspectos de lo sucedido.
Mi reacción ante el delegado de Oriente Petrolero fue una respuesta a los insultos que profirió, en principio, contra Lino Alonso -quien fue mi mentor y era mi asistente hasta su fallecimiento en abril pasado- y luego contra mí, menospreciándome con frases xenófobas y otros calificativos peyorativos.
No obstante, el contexto de lo ocurrido ha sido reducido por el Tribunal exclusivamente a mis acciones, convirtiendo el proceso y la resolución en un acto parcial e injusto.
La sanción ha tardado nueve meses en emitirse debido a las gestiones legales realizadas por The Strongest en mi defensa, en las cuales solicitó reiteradamente a las autoridades tomar en cuenta aspectos jurídicos válidos, sin éxito.
Al Tribunal se le señaló que la denuncia en mi contra no fue realizada por ese delegado como correspondería según la normativa, sino por el equipo, en cuya certificación de 2016 no lo incluyen como dirigente, por lo que al momento del suceso no tenía esa posición dentro del club.
En el informe extendido del árbitro principal del partido no está reflejada ninguna agresión.
Tampoco permitieron que mi defensa presentara pruebas en mi descargo. No citaron a declarar al delegado de The Strongest ni a quienes tomaron el audio donde se constatan los insultos que recibí por parte del delegado de Oriente Petrolero.
En cambio, se aceptó como prueba un video no oficial del momento del altercado, a pesar de que la única grabación que tiene valor es la que realiza quien tiene los derechos de transmisión, siempre que ésta sea fiel y sin alteraciones posteriores.
Mi respuesta ante la provocación de la que fui objeto, la cual asumí inmediatamente como un error de mi parte, fue una reacción natural de defensa y no un golpe o puñetazo como ha calificado el Tribunal. Aunque lo solicité reiteradamente, el dirigente no fue llevado ante un forense para certificar lesiones, porque no le causé ninguna.
Durante mi carrera como técnico, he dirigido cerca de 150 partidos internacionales y nunca he sido suspendido en estas instancias por motivos de agresión ni a oficiales ni a dirigentes.
Quiero agradecer el apoyo que me han brindado dirigentes y amigos del fútbol mundial quienes me han hecho saber que comparten la opinión sobre lo injusto de la sanción.
Retribuyo también el afecto de todos los integrantes de The Strongest y afición boliviana en general, que han sido solidarios ante esta situación, y muy especialmente al presidente César Salinas, por su elogio al asumir que la sanción no solo me perjudica a mí sino a la institución, por lo que he venido construyendo en ella.
Salinas también destacó la coincidencia de que la resolución se haya emitido días después de que se hiciera oficial su candidatura a la presidencia de la Federación Boliviana de Fútbol, al tiempo que el club responsabiliza del fallo al presidente interino de la FBF, Marco Peredo, y a su tesorero, Clíver Rocha.
A pesar de esta situación, me encuentro muy optimista con respecto a una solución positiva para esta sanción, que será apelada ante el Tribunal Superior de Disciplina Deportiva de la FBF, y que sólo aplica para el fútbol boliviano, donde llegué a trabajar hace más de un año dedicándome a defenderlo y proyectarlo, para vencer el menosprecio del cual es objeto en muchas ocasiones.
Hemos conseguido para el club un título de liga en 2016 y actualmente peleamos por transcender de los octavos de final en la Copa Libertadores, y mantenernos en el camino de los objetivos trazados.
Deseo conseguir logros significativos para el fútbol boliviano en el contexto internacional, representando con orgullo a mi país, Venezuela, a quien he dedicado siempre todo mi esfuerzo desde que fui seleccionador nacional y ahora desde distintos ámbitos, para mejorar su fútbol y darle un lugar importante en el mundo.
Siempre he defendido con convicción mis ideas, aportando argumentos bajo criterios profesionales, pero mi firmeza e ímpetu en algunas ocasiones han dado pie para que mis palabras o mis acciones hayan sido desvirtuadas, generando opiniones contrarias producto de la desinformación.
Muchas veces he evitado polémicas mayores asumiendo el costo de exposición que tiene mi profesión, pero aprovecho para aclarar que nunca he menospreciado rivales ni utilizo calificativos xenófobos como los que he recibido.
Respeto a todos los países y sus culturas, especialmente aquellos donde he trabajado, pues a donde voy me entrego plenamente propiciando relaciones de mutuo beneficio, lo cual continuaré haciendo a lo largo de mi carrera.
César Farías