Cardona, el enganche que quiere Boca
Guillermo tendrá a su 10: con la incorporación de Cardona, sumará en el plantel a un enganche clásico.
Juan Szeinfeld @juanszeinfeld
jszeinfeld@ole.com.ar
Probablemente haya sido porque su primer Boca prescindía de la función y la manera de jugar y atacar minimizaba la elaboración y potenciaba los desbordes individuales por las bandas. Y se sostuvo en el tiempo durante todo el ciclo Schelotto porque el organizador de juego había que encontrarlo en Gago (o Sebastián Pérez, en su defecto) complementado con los que empezaron a ocupar el espacio que se abrió con el cambio de sistema. Primero un 9 o mediapunta retrasado (Tevez), después en un extremo que arrancaba desde el centro (Centurión). Tanto, que identificar a Riquelme como el último enganche se convirtió en una tendencia irreversible en la Bombonera. Hasta ahora. Con Edwin Cardona, llega un 10 que juega de 10.
Las formalidades del caso indican que lo hará a préstamo por 18 meses -12 con cláusula de renovación automática por un semestre más- y una opción de compra cuyo monto se resolverá en las próximas horas. Traducción: la apuesta (segura desde lo futbolístico, impredecible desde la adaptación y comportamiento) es tenerlo para afrontar la próxima Copa Libertadores. La obsesión, en definitiva, a la que se podrá llegar con seis meses de preparación.
¿Qué le puede dar Cardona a Guillermo? Una alternativa en la conducción, como primera medida. El colombiano de 24 años es un enganche clásico que se puede hacer cargo del juego del equipo -como supo hacer con su Selección, Atlético Nacional o Monterrey- o distribuirse responsabilidades con Gago. No es poco, teniendo en cuenta que no hay reemplazantes ni alternativas para organizar el juego en caso de que el 5 falte. Otro de los aspectos que de su juego que sedujo fue la pegada. Difícil que otro jugador del equipo le dispute alguna ejecución de pelota detenida -únicamente Silva, tal vez, por la variante que le da su zurda-, pero no es sólo eso. Se destaca por patear en movimiento, cuestión que el equipo no tuvo a lo largo de todo el campeonato, al menos desde sus mediocampistas. Los remates de media distancia fueron propiedad casi exclusiva de Benedetto y Pavón. El que sería el segundo refuerzo para los Mellizos (Goltz ya está y por Espinoza todavía faltan detalles) tiene mucho gol. Y gran parte los consiguió animándose de lejos.
¿Qué le puede dar Guillermo a Cardona? La consolidación que no logró conseguir el jugador en su paso por el fútbol mexicano. Aquellos que lo conocen y siguen de cerca su carrera señalan que sus problemas extrafutbolísticos no tienen que ver con falta de profesionalismo en su conducta fuera del club. Le reconocen, en cambio, “aires de estrella” que podría formar un combo explosivo con la exposición que genera Boca. El Melli, verdadero líder del campeón, logró formar un grupo en el que no había nadie por encima del otro ni con privilegios. En más de una ocasión quedó demostrado que jugaba el que estaba mejor. Y si alguno necesitaba un seguimiento o contención especial, lo tenía: Ricardo Centurión es el mejor ejemplo. Tanto, que el que -por ahora- dejó la 10 vacante reconoció que sin Guillermo el año en Boca se le hubiese hecho prácticamente imposible. Igual, no come vidrio: como alguna vez lo hizo con Bauza por Centurión, fue Pekerman el que le dio el OK final.
Colombia's coach Jose Pekerman (R) talks to Colombia's midfielder Edwin Cardona during their 2018 FIFA World Cup qualifier football match against Bolivia in Barranquilla, on March 23, 2017. / AFP PHOTO / Luis Acosta Colombia Barranquilla Jose Pekerman Edwin Cardona futbol eliminatorias mundial 2018 futbolistas partido seleccion Colombia vs Bolivia
¿Qué pueden hacer Guillermo y Cardona? Volver a conseguir la mejor versión del campeón. Aquella que cerró el 2016 jugando 4-3-1-2 con Tevez (pequeño detalle) y Gago en un nivel superlativo, pero con un equipo que se sintió cómodo jugando de esa manera. Hasta el cierre avasallante del final, Boca no había vuelto a lograr esa consistencia. Con el 10, de mínima, tiene los intérpretes necesarios para volver a intentarlo.
“Venite para acá que la armamos”, le dijo Wilmar Barrios apenas se enteró del interés. Un armador, precisamente, para el Boca que se viene.
Cardona, la nueva promesa
Conocé al colombiano que está en la mira de Boca.
PROBLEMAS EN EL PASAPORTE
Cardona llega con un historial de conflictos, que en Boca no sobraron... Su talón de Aquiles es el peso y su carácter difícil.
Si hay algo que Boca no anda necesitando en estas horas es sumar jugadores conflictivos al plantel. Ya bastante tiene con Ricardo Centurión, dándole motivos al ala dura de la dirigencia para que no lo contrate (ver aparte). El caso de Edwin Cardona, sin embargo, es diferente. El colombiano tiene un carácter difícil y acarrea un historial espinoso, pero éste no tiene que ver con una vida nocturna agitada y con excesos.
Quienes lo conocen lo describen como un muchacho de humor cambiante y algo inestable. Y que suele tener algún problema con el peso (supo llegar a una pretemporada con varios kilos de más). Eso fue lo que rompió su relación con Antonio Mohamed, su actual entrenador del Monterrey. Todo venía bien entre ellos hasta que el Turco lo sacó antes de un clásico contra Tigres, porque no lo veía bien. Lo mandó a entrenarse con la sub 17 y le puso un preparador físico personal, que el colombiano rechazó. Yredobló la apuesta: se puso a trabajar vía Skype con su antiguo profe de Atlético Nacional. Ese conflicto, en definitiva, es el que le abre la puerta a su llegada a Boca.
Guillermo conoce el historial de Cardona pero confía en saber llevarlo. Es, en definitiva, menos complejo que el caso Centurión porque el problema, en tal caso, se resuelve dentro del ámbito deportivo y no fronteras afuera. Habrá que ver cómo cae su carácter dentro de un plantel muy unido, una fortaleza clave que le permitió superar los momentos de crisis y conseguir el campeonato.
Juan Szeinfeld @juanszeinfeld
jszeinfeld@ole.com.ar
Probablemente haya sido porque su primer Boca prescindía de la función y la manera de jugar y atacar minimizaba la elaboración y potenciaba los desbordes individuales por las bandas. Y se sostuvo en el tiempo durante todo el ciclo Schelotto porque el organizador de juego había que encontrarlo en Gago (o Sebastián Pérez, en su defecto) complementado con los que empezaron a ocupar el espacio que se abrió con el cambio de sistema. Primero un 9 o mediapunta retrasado (Tevez), después en un extremo que arrancaba desde el centro (Centurión). Tanto, que identificar a Riquelme como el último enganche se convirtió en una tendencia irreversible en la Bombonera. Hasta ahora. Con Edwin Cardona, llega un 10 que juega de 10.
Las formalidades del caso indican que lo hará a préstamo por 18 meses -12 con cláusula de renovación automática por un semestre más- y una opción de compra cuyo monto se resolverá en las próximas horas. Traducción: la apuesta (segura desde lo futbolístico, impredecible desde la adaptación y comportamiento) es tenerlo para afrontar la próxima Copa Libertadores. La obsesión, en definitiva, a la que se podrá llegar con seis meses de preparación.
¿Qué le puede dar Cardona a Guillermo? Una alternativa en la conducción, como primera medida. El colombiano de 24 años es un enganche clásico que se puede hacer cargo del juego del equipo -como supo hacer con su Selección, Atlético Nacional o Monterrey- o distribuirse responsabilidades con Gago. No es poco, teniendo en cuenta que no hay reemplazantes ni alternativas para organizar el juego en caso de que el 5 falte. Otro de los aspectos que de su juego que sedujo fue la pegada. Difícil que otro jugador del equipo le dispute alguna ejecución de pelota detenida -únicamente Silva, tal vez, por la variante que le da su zurda-, pero no es sólo eso. Se destaca por patear en movimiento, cuestión que el equipo no tuvo a lo largo de todo el campeonato, al menos desde sus mediocampistas. Los remates de media distancia fueron propiedad casi exclusiva de Benedetto y Pavón. El que sería el segundo refuerzo para los Mellizos (Goltz ya está y por Espinoza todavía faltan detalles) tiene mucho gol. Y gran parte los consiguió animándose de lejos.
¿Qué le puede dar Guillermo a Cardona? La consolidación que no logró conseguir el jugador en su paso por el fútbol mexicano. Aquellos que lo conocen y siguen de cerca su carrera señalan que sus problemas extrafutbolísticos no tienen que ver con falta de profesionalismo en su conducta fuera del club. Le reconocen, en cambio, “aires de estrella” que podría formar un combo explosivo con la exposición que genera Boca. El Melli, verdadero líder del campeón, logró formar un grupo en el que no había nadie por encima del otro ni con privilegios. En más de una ocasión quedó demostrado que jugaba el que estaba mejor. Y si alguno necesitaba un seguimiento o contención especial, lo tenía: Ricardo Centurión es el mejor ejemplo. Tanto, que el que -por ahora- dejó la 10 vacante reconoció que sin Guillermo el año en Boca se le hubiese hecho prácticamente imposible. Igual, no come vidrio: como alguna vez lo hizo con Bauza por Centurión, fue Pekerman el que le dio el OK final.
Colombia's coach Jose Pekerman (R) talks to Colombia's midfielder Edwin Cardona during their 2018 FIFA World Cup qualifier football match against Bolivia in Barranquilla, on March 23, 2017. / AFP PHOTO / Luis Acosta Colombia Barranquilla Jose Pekerman Edwin Cardona futbol eliminatorias mundial 2018 futbolistas partido seleccion Colombia vs Bolivia
¿Qué pueden hacer Guillermo y Cardona? Volver a conseguir la mejor versión del campeón. Aquella que cerró el 2016 jugando 4-3-1-2 con Tevez (pequeño detalle) y Gago en un nivel superlativo, pero con un equipo que se sintió cómodo jugando de esa manera. Hasta el cierre avasallante del final, Boca no había vuelto a lograr esa consistencia. Con el 10, de mínima, tiene los intérpretes necesarios para volver a intentarlo.
“Venite para acá que la armamos”, le dijo Wilmar Barrios apenas se enteró del interés. Un armador, precisamente, para el Boca que se viene.
Cardona, la nueva promesa
Conocé al colombiano que está en la mira de Boca.
PROBLEMAS EN EL PASAPORTE
Cardona llega con un historial de conflictos, que en Boca no sobraron... Su talón de Aquiles es el peso y su carácter difícil.
Si hay algo que Boca no anda necesitando en estas horas es sumar jugadores conflictivos al plantel. Ya bastante tiene con Ricardo Centurión, dándole motivos al ala dura de la dirigencia para que no lo contrate (ver aparte). El caso de Edwin Cardona, sin embargo, es diferente. El colombiano tiene un carácter difícil y acarrea un historial espinoso, pero éste no tiene que ver con una vida nocturna agitada y con excesos.
Quienes lo conocen lo describen como un muchacho de humor cambiante y algo inestable. Y que suele tener algún problema con el peso (supo llegar a una pretemporada con varios kilos de más). Eso fue lo que rompió su relación con Antonio Mohamed, su actual entrenador del Monterrey. Todo venía bien entre ellos hasta que el Turco lo sacó antes de un clásico contra Tigres, porque no lo veía bien. Lo mandó a entrenarse con la sub 17 y le puso un preparador físico personal, que el colombiano rechazó. Yredobló la apuesta: se puso a trabajar vía Skype con su antiguo profe de Atlético Nacional. Ese conflicto, en definitiva, es el que le abre la puerta a su llegada a Boca.
Guillermo conoce el historial de Cardona pero confía en saber llevarlo. Es, en definitiva, menos complejo que el caso Centurión porque el problema, en tal caso, se resuelve dentro del ámbito deportivo y no fronteras afuera. Habrá que ver cómo cae su carácter dentro de un plantel muy unido, una fortaleza clave que le permitió superar los momentos de crisis y conseguir el campeonato.