Verratti sigue sin recibir el guiño de Bartomeu
Barcelona, AS
El asunto Verratti no termina de coger buen color para el Barcelona, aunque es difícil interpretar los movimientos del club azulgrana. De momento, lo único claro es que su máximo mandatario, Josep Maria Bartomeu, no ha dado ningún paso adelante y ha mantenido el perfil bajo que acostumbra. En las dos ocasiones que ha aparecido públicamente desde que acabó la temporada (un acto en favor de los refugiados con ACNUR y una entrevista en beIN Sports emitida este martes) no le ha enviado ningún gesto de complicidad al jugador italiano. En su primera comparecencia ni lo mencionó. Ayer dijo que "es un jugador del PSG con contrato". Ni el mínimo guiño. Un cero en comparación con la voluntad del centrocampista italiano, que de su propia boca y a través de su agente le han hecho llegar al PSG su voluntad de cambiar aires. Especialmente en privado, pero también con algún gesto público.
Verratti, que debe volver a los entrenamientos el 4 de julio, esperaba antes un gesto de Josep Maria Bartomeu que le pemitiera tener la convicción de que estaba tensando la cuerda con sentido. Este no se ha producido. La teoría esgrimida por el diario Sport hoy, por ejemplo, es la contraria: que el Barça espera que el futbolista se declare en rebeldía para forzar la situación con Nasser Al Khelaifi.
El presidente del PSG, mientras, esperaba a principios de semana que el Barça presentase una oferta formal encima de su despacho pero esta no ha llegado o al menos no ha trascendido. Un alto nivel de secretismo rodea la operación pero lo cierto es que o muy bien lo está haciendo el Barça sotto voce o Verratti podría verse en un callejón sin salida y con su prestigio además tocado cuando empiecen los entrenamientos. France Football le ha dedicado un reportaje ("ciao et merci") en el que le da las gracias por los servicios prestados y recomienda al PSG venderlo. Querido por los aficionados, Verratti ha perdido simpatías este verano. Ahora podría verse abandonado por el Barcelona, que de momento no ha dado un solo paso. Al menos, en público.
El asunto Verratti no termina de coger buen color para el Barcelona, aunque es difícil interpretar los movimientos del club azulgrana. De momento, lo único claro es que su máximo mandatario, Josep Maria Bartomeu, no ha dado ningún paso adelante y ha mantenido el perfil bajo que acostumbra. En las dos ocasiones que ha aparecido públicamente desde que acabó la temporada (un acto en favor de los refugiados con ACNUR y una entrevista en beIN Sports emitida este martes) no le ha enviado ningún gesto de complicidad al jugador italiano. En su primera comparecencia ni lo mencionó. Ayer dijo que "es un jugador del PSG con contrato". Ni el mínimo guiño. Un cero en comparación con la voluntad del centrocampista italiano, que de su propia boca y a través de su agente le han hecho llegar al PSG su voluntad de cambiar aires. Especialmente en privado, pero también con algún gesto público.
Verratti, que debe volver a los entrenamientos el 4 de julio, esperaba antes un gesto de Josep Maria Bartomeu que le pemitiera tener la convicción de que estaba tensando la cuerda con sentido. Este no se ha producido. La teoría esgrimida por el diario Sport hoy, por ejemplo, es la contraria: que el Barça espera que el futbolista se declare en rebeldía para forzar la situación con Nasser Al Khelaifi.
El presidente del PSG, mientras, esperaba a principios de semana que el Barça presentase una oferta formal encima de su despacho pero esta no ha llegado o al menos no ha trascendido. Un alto nivel de secretismo rodea la operación pero lo cierto es que o muy bien lo está haciendo el Barça sotto voce o Verratti podría verse en un callejón sin salida y con su prestigio además tocado cuando empiecen los entrenamientos. France Football le ha dedicado un reportaje ("ciao et merci") en el que le da las gracias por los servicios prestados y recomienda al PSG venderlo. Querido por los aficionados, Verratti ha perdido simpatías este verano. Ahora podría verse abandonado por el Barcelona, que de momento no ha dado un solo paso. Al menos, en público.